Como es bien sabido, el ejército ruso inició una “operación militar” contra Ucrania el pasado 24 de febrero. A partir de entonces, la comunidad internacional, encabezada por los Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia y la Unión Europea ha impuesto severas sanciones económicas contra intereses rusos, desde el congelamiento de cuentas de oligarcas, hasta condenaciones en el seno de Naciones Unidas y la expulsión de Rusia de diversos organismos internacionales.
A pesar de la rabia mostrada desde el Kremlin dirigida a destruir al pueblo ucraniano y a aplastar al “nazismo” desplegado desde Kiev contra las provincias de Donbass y Lugansk, el plan esbozado por Putin no ha resultado como previsto. Por un lado, los rusos se han obligado a concentrar sus esfuerzos bélicos contra el este de Ucrania, dando momentáneamente un suspiro a la capital ucraniana.
¿De qué ha derivado este fracaso ruso? Existen diversas razones. Enseguida enunciaré algunas.
- El terreno. Ucrania es uno de los países más grandes de Europa en términos de territorio. Se trata pues, de la primera operación militar liderada desde Moscú contra un país de la extensión del territorio ucraniano desde la invasión de Afganistán en los años ochenta. A pesar de la superioridad numérica rusa en términos del número de efectivos, de carros blindados y de misiles balísticos, los enfrentamientos han tenido lugar principalmente en ciudades, lo que ha dificultado el tránsito de los tanques, y con ello, el despliegue del poderío militar ruso. Aunado a ello, un mejor conocimiento de las ciudades ha favorecido la reacción del ejército ucraniano y la participación de la población civil.
- La falta de precisión del armamento ruso. Esta coyuntura ha complejizado la destrucción de las defensas antiaéreas ucranias, lo que ha dificultado, en consecuencia, el avance de los soldados rusos en las ciudades. En otras palabras, los aviones de guerra rusos no han sido capaces de dominar plenamente el espacio aéreo ucraniano.
- La ayuda internacional. Los aliados occidentales, principalmente Estados Unidos, han aprobado miles de millones de dólares para la compra de armas y municiones para la defensa de Ucrania. Ello ha colmado las deficiencias ucranianas.
- El patriotismo ucraniano. A pesar del optimismo inicial de Putin, quien esperaba que Ucrania recibiese a los hermanos rusos como liberadores, y que la población soñase aún con el renacimiento de las glorias soviéticas, la población ucraniana se ha alzado en armas y ha organizado núcleos de resistencia urbana que han ralentizado el avance ruso. Para ello, el presidente Vladimir Zelensky ha jugado un papel principal. Se ha convertido, pues, en un símbolo global de la resistencia contra los instintos expansionistas.
En suma, ante el fracaso ruso en el centro de Ucrania, las noticias parecerían halagüeñas. Sin embargo, a la luz de la historia de Rusia y de las relaciones internacionales, el varapalo en Ucrania podría conducir a la desesperación de Putin y a una posible escalada en tensiones. Ello podría conllevar el recrudecimiento de los ataques contra la población civil, la invasión de otros países no miembros de la OTAN como Moldavia, y con ello, un aumento en las tensiones con los aliados occidentales.
José Miguel Calderón en Twitter: @JosMiguelCalde4