El Pachuca jugará la segunda final consecutiva en su estadio, la pasada el Atlas se coronó bicampeon en el Hidalgo, luego de un semestre atrás hacerlo en su estadio (Jalisco) en Guadalajara, luego de prácticamente 71 años de no ganar título alguno en la primera división (1951, que fue Campeón de Copa y también de liga), cómo dato curioso, esa final se la ganó al León, equipo ‘hermano’ del Pachuca, ya que son parte del mismo grupo empresarial y deportivo.

Si el Pachuca jugará la serie final del presente torneo en su estadio es porque el Toluca ha avanzado hasta esa instancia dejando (de manera un tanto sorpresiva) fuera al Santos, ganándole de visita en Torreón y luego en la siguiente fase al América, club que fue el superlíder en la temporada regular, rompiendo además varias marcas; no éramos pocos los que dábamos cómo prácticamente un hecho que sería el Campeón, pero nunca hay que olvidar que en el fútbol los partidos se tienen que jugar, además de que en México existe en su liga aquello de “la maldición del superlíder”; pocas veces el líder del torneo regular puede tener la misma suerte en la liguilla, y simplemente el América no fue una excepción.

Pero viene aquí la explicación y las razones por las que veo a los TUZOS cómo campeones: el DT uruguayo Guillermo Almada no está dispuesto a perder su segunda gran final al hilo y mucho menos, cómo se ha dicho, en casa, así que tanto el cómo su portero, Oscar Ustari, estarán trabajando en no cometer ambos, los garrafales errores de sus respectivos homólogos, del Santos (Eduardo Fentánes) y del América (Guillermo Ochoa) que sin más, regalaron las series de cuartos de final y semifinal respectivamente; el primero ajustando a su equipo, Santos Laguna, para el segundo tiempo del partido de vuelta en Torreón, en el cual (innecesariamente, ya que su equipo dominaba ampliamente el partido) envió demasiado alegremente al ataque a sus dirigidos, dejando así espacios en la zona defensiva, que el Toluca cómo es obvio simplemente aprovechó y capitalizo, misma circunstancia del portero (ya inexplicablemente) titular del América, porque tienen sentado en la banca a un arquero mexicano de primer orden cómo lo es Oscar Jiménez (y también, por cierto, Ochoa titular de selección nacional, por si fuera poco), y que sin más, regaló a los diablos el primer partido, el de ida en Toluca y en el de vuelta, en el gol del defensa choricero Torres Nilo siquiera movió un dedo, más que para pedir al árbitro un fuera de lugar inexistente.

Guillermo Almada es un Director Técnico extraordinario, que ya conoce a la perfección el fútbol mexicano, y el charrúa sabe cuáles son los errores que no debe cometer el, cómo timonel, y el argentino Ustari cómo su cancerbero, si es consciente de ello, que lo es porque su método de trabajo es disciplinado (rescató a una joya de futbolista cómo lo es Eduardo “La Chofis” López, por ejemplo) y no deja cabos sueltos, el próximo fin de semana veremos al Pachuca alzarse con el título de la LigaMx.