Cada que se acerca el fin de año, los seres humanos de manera natural pensamos en ir “cerrando ciclos”, y es justamente cuando las empresas entregan a sus trabajadores los fondos de ahorro y los aguinaldos, y para mí algo que es de capital importancia: realizar “convivios” donde se reconoce la labor de los trabajadores más destacados.

Y por supuesto, esto no es ajeno al ámbito aeronáutico, y quiero comentarles que sus festejos ya arrancaron. En el caso del taller de mantenimiento de Mexicana de Aviación, el famoso MRO, comenzaron el día domingo con una convivencia familiar. En el estacionamiento del lugar se colocaron juegos inflables para los hijos de los trabajadores, se llevaron a cabo diversas rifas y concursos, y los familiares de los trabajadores visitaron el hangar, pudiendo ver de cerca distintas aeronaves.

Quienes han estado en la base de mantenimiento, el hangar más grande de América Latina, sabemos lo imponente que es este espacio enigmático donde “arreglan los aviones”. Un lugar mágico al que cada año íbamos los sobrecargos por nuestros nuevos uniformes y maletas; pero también de vez en cuando asistíamos a sus instalaciones para consultas médicas, cuando no había servicio disponible en el Edificio de Servicios.

Festejos por fin de año en el MRO

En el festejo del MRO, aprovechando la cercanía de la fecha, el domingo también celebraron su ya tradicional misa en honor a la Virgen de Guadalupe, y no podían faltar los mariachis.

Pero no fue el único evento, el día 7 de diciembre encendieron el árbol de navidad, y en sus redes sociales lo informaron de la siguiente manera “¿Sabías que nuestro árbol de Navidad fue plantado hace casi 30 años? ¡Así es! Fue plantado por el Ing. Oscar Arguello en 1994, quien ahora es nuestro director general, acompañado del Ing. Javier Jiménez Espriú y el Ing. Miguel Ángel Yúdico. Es un orgullo para todos nosotros seguir desarrollándonos y creciendo con el tiempo, manteniendo vivo nuestro #legado ✈️🇲🇽”

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Encendido del árbol de navidad en el MRO

En el encendido participaron trabajadores y sus familias. Todas estas celebraciones se hicieron de la mano tanto por parte de la administración del MRO, como del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS).

Otro “huateque” llevado a cabo, fue el de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA); los miembros de la delegación de los pilotos de Mexicana de Aviación realizaron el viernes pasado una comida con los pilotos de dicha aerolínea, y además invitaron a los pilotos de Aeromar, que están atravesando por una huelga desde hace más de 10 meses.

La celebración se realizó en la sede sindical, y ahí estuvieron compartiendo de su tiempo mis compañeros pilotos. Por las fotografías que pude ver en redes sociales, todos se veían muy felices de estar conviviendo, y por supuesto, no dejaron pasar la ocasión para gritar a todo pulmón: “Mexicana, la primera siempre será la primera”.

También hay que dejar en claro que cada empresa tiene sus formas muy particulares de festejar a sus empleados; en el caso de VivaAerobus, están haciendo “Posadas” en su base Monterrey. En Volaris acaban de festejar la graduación de sus pilotos becados.

No podemos dejar atrás al caballero águila, es importante destacar el reconocimiento que recibió y que hizo público a través de redes sociales este 5 de diciembre:

“En Aeroméxico seguimos volando con orgullo! 🌈✈✨

Hemos sido reconocidos como uno de los Mejores Lugares para Trabajar por Equidad LGBTQ+ por la Fundación Human Rights Campaign.

Esta distinción es reflejo del camino que juntos hemos recorrido para construir un Aeroméxico en donde todos nos sintamos libres y seguros de ser quienes realmente somos.

Gracias a cada uno de nuestros colaboradores por ayudarnos a hacer posible este logro, ¡sigamos elevando nuestro viaje hacia lo extraordinario!”

Y esto es cierto; Aeroméxico tiene una sobrecargo trans y sin importar tu identidad de género o preferencia sexual no hay discriminación laboral, algo que en estos tiempos es verdaderamente importante, por eso no quería dejar pasar esta noticia. Los tiempos han cambiado y las empresas de transporte aéreo también deben de ir evolucionando a la par; Aeroméxico es un gran ejemplo de ello.

Ahora, no puedo dejar pasar la parte nada bonita, porque mientras veo cómo el SNTTTASS y ASPA celebran a sus agremiados, en el caso de mi sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), vemos una historia completamente distinta; en ASPA anunciaron con bombo y platillo la inauguración de las “recién remodeladas oficinas del Organismo de Pilotos Retirados de ASPA de México (PROA)” con la finalidad de que estos pilotos jubilados tengan un espacio de convivencia y pueda seguir estrechando lazos de camadería y compañerismo.

Festejos por fin de año en el MRO

Pero en ASSA, no conformes con haber desaparecido la delegación de los sobrecargos de Mexicana por dedazo y sin ninguna asamblea de por medio, la asociación sindical acaba de dejar de ser ese recinto de la defensa irrestricta de los derechos laborales de sus agremiados, y ha mutado en una “agencia de cobranzas”, donde pretende que los ya de por sí humillados sobrecargos de Mexicana de Aviación, sigan pagando los platos rotos de la pasada administración.

Ricardo Del Valle, el anterior secretario general, tomó el dinero de los ahorradores de la caja de ahorro y préstamos del sindicato para “invertirlo” y curiosamente la empresa donde metió ese dinero, ya quebró. Así que a la actual secretaria general “se le ocurrió” la fabulosa idea de cobrar a los sobrecargos los préstamos que se dejaron de pagar con la bajada de vuelo de Mexicana de Aviación.

Lo que no contempla Ada Salazar, la actual secretaria general -ahora convertida en una usurera-, es que en efecto esos préstamos no se pagaron (no por ganas de defraudar, sino porque nos quedamos sin fuente de ingresos), pero hay que dejar bien claro que a estos sobrecargos tampoco se le entregó el dinero correspondiente a su ahorro en la caja, y no hablemos de los intereses generados en más de 13 años. Durante todo este tiempo, no hemos tenido acceso a nuestro dinero.

El problema radica en que no hay dinero en la caja, porque fue “tomado” por el anterior secretario general. Mis compañeros que tienen préstamos, y que no los pagaron por la quiebra de Mexicana me han externado el mismo comentario: “pues que se cobren los préstamos de nuestros ahorros”.

Sin embargo, en una asamblea a modo, con gente manipulada por Ada Salazar, se tomó la determinación de afectar a todos los sobrecargos de Mexicana, tuvieran o no préstamo, fueran o no avales. Con esta decisión están siendo afectados no solo los compañeros que dejaron de pagar sus préstamos, sino que también están afectando a los compañeros que nunca pidieron préstamos, y que tampoco fueron avales de nadie. El sindicato alega que “no hay dinero en la caja”, pero no es cierto que el faltante se deba a la falta de pago de estos préstamos, sino por otras malversaciones de fondos. Ente esta situación, los compañeros pidieron se cobrarán de sus ahorros.

Pero esos ahorros ya no existen, por el desfalco hecho por el anterior secretario general. Y en lugar de esperar los resultados de las demandas en contra de la pasada representación sindical, para la nueva secretaria general la única y mejor manera de volver a tener dinero es presionando a los sobrecargos de Mexicana para que paguen sus créditos personales.

Con desfachatez (lo siento, no puedo llamarlo de otra forma), pretende que después de acusar a los compañeros de rateros, delincuentes y aprovechados -entre otras linduras- vayan directamente al sindicato a firmar documentos (pagarés) para que entonces puedan exigirles pagar “sus deudas”, y de esa manera le inyecten dinero fresco a la caja de ahorro, que, dicho sea de paso, opera de manera ilegal, pues no está registrada en la CONDUSEF.

Muy lamentablemente, para nuestro sindicato (ASSA) los sobrecargos de Mexicana de Aviación, de Click, y de Aeromar, somos vistos por nuestros pares de Aeroméxico como un lastre, olvidando que fue gracias a nosotros que se forjó el sindicato.

En lugar de que mis compañeros sobrecargos jubilados de Mexicana tuvieran un espacio en mi sindicato para convivir, lo que pretende la actual administración es borrarlos de la historia, como si nunca hubiesen existido, y peor aún, como si sus aportaciones hubiesen sido intranscendentes.

Así es, mis estimados lectores, mientras empresas y sindicatos en el mundo de la aviación reconocen la importancia de sus trabajadores y agremiados, ASSA de México nos da una patada, y además nos exige que paguemos los platos que otros rompieron.

El mensaje es tan claro como estridente, por contradictorio: la organización cuya naturaleza (jurídica y moral) es defender los derechos laborales de sus agremiados, hoy establece con cinismo rampante que un grupo de agremiados simplemente estorbamos.

Y no es que estorbemos, es solamente que como nuestras empresas no están operando, no hay manera de ejercer “terrorismo laboral” contra nosotros. Dicho llanamente: ni los sobrecargos de Mexicana, ni de Click, ni de Aeromar tenemos “algo que perder”, y sí mucho que opinar y qué exigir. Como no existe ninguna mordaza que nos puedan aplicar, nuestras opiniones son percibidas como “ácidas” e “hirientes”.

No existe razón alguna para expulsarnos, por eso Ada Salazar opta por señalarnos como “deudores”, y causantes de la crisis financiera por la que dice estar atravesando. ¿Quiere cobrarnos, o simplemente alejarnos? Cualquiera que sea la respuesta mi postura es la misma: Ada, estás optando por las vías incorrectas. Y en estas fechas de “cierre de ciclos” y reconocimiento a la labor y trayectoria de los compañeros, tu estrategia se ve cada vez más rastrera, errática e ineficaz.