En esta vida no hay plazo que no se cumpla. Está muy cerca la fecha para saber si continuaremos degradados en Categoría 2, o por fin podremos respirar como país, y obtener de nuevo la tan ansiada Categoría 1.
La Agencia Federal de Aviación norteamericana (FAA) tiene una cita con la Agencia Federal de Aviación Civil del país (AFAC) para evaluar si las observaciones hechas por la FAA sobre la aviación nacional han sido subsanadas de forma satisfactoria por la AFAC, o si todavía falta camino por recorrer.
Para nadie, de los que estamos dentro del medio, es desconocido que mucho antes del nacimiento de la AFAC, cuando era Dirección General de Aviación Civil (DGAC), ya existía un largo historial de corrupción y malas prácticas administrativas. Aunque todos lo quisiéramos, es imposible que al comenzar una nueva administración gubernamental, todo el personal se renueve, para cortar de tajo cualquier práctica corrupta, pero no es así. A veces las directivas cambian, pero el personal administrativo de la dependencia ha visto pasar ante ellos varios sexenios, y de diferentes colores.
Por eso es ingenuo pensar que cambiando de nombre, de DGAC a la AFAC, se arreglarían todos los problemas de una burocracia corrupta y muy enquistada. Muchas veces se ha hablado de los problemas que hay tanto en las oficinas de Medicina de Aviación como la oficina de licencias. El último escándalo lo protagonizó la demora en la entrega de licencias al personal de vuelo y técnico, que acarreó inevitables complicaciones para la aviación comercial y la privada.
En los últimos 4 sexenios hemos sido gobernados por 3 partidos diferentes, y ninguno ha podido erradicar la corrupción imperante en el organismo encargado de la aviación civil; y para ejemplo, los galenos que aceptan revalidar exámenes médicos de tripulantes que no cumplen con todos los requisitos. No comulgo con la plataforma política, ni militancia “confesional” del Partido Acción Nacional, pero reconozco que uno de los pocos aciertos durante el sexenio de Vicente Fox fue agilizar la tramitación de los exámenes médicos y licencias, en la DGAC, combatiendo a los médicos y personal corrupto; desafortunadamente una vez que Felipe Calderón llegó al poder, regresaron las viejas prácticas.
Medicina de aviación
Pongo el contexto: el examen médico para revalidar la licencia, en mi caso de sobrecargo, era anual. Así que cada año iba a Medicina de Aviación; lo normal era visitar 7 u 8 consultorios, cada uno con su especialidad. Al llegar a Medicina General, respondía preguntas sobre mi historial médico, y era el último punto antes de recibir por escrito los resultados del examen médico. Sin excusa ni pretexto, esto se hacía año tras año. Pero durante el primer año de la presidencia de Felipe Calderón, una doctora de Medicina General “escuchó” (con su estetoscopio) que me había “aparecido” un soplo en el corazón; me puso en observación y detuvo el trámite de mi licencia para seguir trabajando. Eso sí, fue tan magnánima que me dejó en libertad de acudir con un médico particular si no confiaba en su diagnóstico, recién espetado.
Salí del edificio de Medicina de Aviación toda consternada. Por supuesto que acudí con mi cardiólogo, quien me dijo que tenía el corazón más fuerte y sano, sin rastro alguno de un soplo; así que regresé con el segundo diagnóstico y la doctora tuvo que quitar la observación para poder liberar mi examen, y con ello poder revalidar mi licencia.
¿Qué fue lo que pasó?, se estarán preguntando. Y la respuesta tiene que ver con el tiempo. La gran mayoría de mis compañeros, cuando van al examen medico o a la revalidación de licencia, siempre van con prisa; y por la urgencia de tener listos los documentos, ante un evento así, la opción de sacar una nueva cita, después de acudir con otro médico que emita una segunda opinión, y regresar con el diagnóstico se traduce en una perdida de tiempo, monserga que puede evitarse con un empuje pecuniario, es decir, con una mordida.
Yo solía hacer estos trámites durante mis vacaciones, así el tiempo no jugaba en mi contra. Eso lo ignoraba la doctora que me habló del soplo, por eso pensó que yo era una buena candidata para sacarme dinero. No tenía urgencia de obtener mis documentos, sí tenía tres cosas: el tiempo necesario, el ánimo suficiente para consultar un médico especialista, y sobre todo la tozudez necesaria para rechazar la complicidad en un acto de corrupción.
Este es el tipo de prácticas son las que siguen imperando en Medicina de Aviación. Y es que, además, no cualquier médico puede atender a los tripulantes y personal técnico, se requiere de profesionistas de la salud con estudios en medicina aeronáutica.
Hace ya muchos sexenios que Medicina de Aviación se fusionó con Caminos y Puentes Federales, y dejó de atender solo a tripulantes y ahora también realizan exámenes médicos a choferes de tráileres. No haber implementado buenas logísticas, conllevó a más caos dentro de la dependencia.
La FFA aplaza su visita para la Categoría 1
Estaba planeada para este este lunes la reunión en que autoridades de la FAA visitarían México. Incluso Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes del Gobierno federal, declaró en entrevista que sería una reunión “crucial” para lograr una nueva auditoría al Programa de Evaluación de la Seguridad Operacional de Aviación Internacional.” Sin embargo, unos instantes antes de cerrar esta columna, la FAA anunció que la reunión (Technical Review) sería “aplazada”, sin establecer una nueva fecha, tal y como se puede constatar en el sitio web de la SICT.
Esto entorpece el regreso a la Categoría 1, así como las especulaciones que se han dado en diversos medios; sobre los incidentes ocurridos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el propio Subsecretario de la SICT Rogelio Jiménez Pons, menciona: “Hay una serie de incumplimientos, esos se tienen que solventar, pero no le puedes sumar estos otros porque son de otro carácter. Sí afecta en cuanto a la imagen. La gente no tiene obligación de saber que es por separado, pero en percepción de la opinión pública pareciera que todo es un caos. Y sí, la autoridad lo ha reconocido así, que hay un desorden en este sector”.
Hay que dejar claro que el tema de los incidentes recientes, esto es las “idas al aire” o “go round” (en inglés) no tienen relación con los puntos que esta evaluando la FAA, aunque en el imaginario colectivo eso parezca.
Con la reunión aplazada por la FAA, se altera (una vez más) la calendarización que se tenía para la recuperación de la Categoría 1. Se suponía que para el mes de junio a más tardar julio podríamos cantar victoria. Sin embargo el propio Jiménez Pons, en diversas entrevistas ha manifestado que habrá un retraso, primero se estuvo manejando el mes de agosto y posteriormente algunos medios manejan que en realidad se recuperará la Categoría 1 si bien nos va hasta el mes de noviembre.
El 27 de mayo de 2021, Andrés Manuel López Obrador dijo que la Degradación a Categoría 2 “no es un asunto grave”, y que “no o afectará a las aerolíneas mexicanas ni a los viajes”. Si no ha sido grave, y tampoco es afectación, vaya que se le parecen, y mucho. La degradación ha traído pérdidas millonarias a la aviación nacional, por más de cinco mil millones de pesos, además de un crecimiento y expansión de las aerolíneas extranjeras, en especial las norteamericanas.
Estamos a la expectativa, y seguimos con la esperanza de que esta recuperación no se lleve más tiempo. Hay todavía un gran trabajo por hacer en materia aeronáutica, con respecto al reordenamiento, no solo del espacio aéreo, sino de las rutas y slots que hoy están en el limbo, como los de Mexicana, Interjet, Aerocalifornia, etc.
Nos urge como país fortalecer nuestra aviación, no solo porque el cielo es nuestro y nos pertenece a todos los mexicanos, sino porque el aporte de esta industria es de alrededor del 3% del Producto Interno Bruto del país, una cifra nada despreciable. Los vecinos del norte lo tienen muy claro; este aplazamiento no es mera casualidad.