Se corrió el Gran Premio de los Estados Unidos; la carrera celebrada en el Circuito de las Américas no decepcionó en lo absoluto y nos dejó grandes momentos que serán recordados en años posteriores. De entrada, la fanaticada en Austin, Texas, se hizo presente y abarrotó las gradas alrededor de la pista para ver una carrera sublime.
Además, ya desde el arranque las emociones empezaron apenas a la primera curva donde Max Verstappen, quien largaba segundo, se hizo de la primera posición porque prácticamente se comió al Poleman, Carlos Sainz, quien no tuvo capacidad de reacción cuando el semáforo señaló el inicio de la carrera; y por si fuera poco, después de haber perdido el liderato en los primeros metros del trazado, en un intento por retomar la posición, tomó muy mal esa primera curva y fue embestido por el Mercedes de George Russell, condenando al español a abandonar la carrera en definitiva y dejando un muy mal sabor de boca en Ferrari, quienes estaban confiados en que Carlos haría una gran carrera.
A partir de ahí, las esperanzas de los de Maranello se centraron en Charles Leclerc, quien tampoco estaba haciendo una buena carrera en el inicio de la misma, pero que con la llegada del Safety Car, pudo posicionarse por detrás del Red Bull de Sergio Pérez, que en ese momento estaba en la tercera posición, y en un rebase fenomenal por parte del monegasco, este se hizo del último lugar en el podio; más allá de que hasta el final, el mexicano intentó sin éxito alcanzarlo y retomar el lugar, en una batalla que iba fuera de lo que pasará en la pista, porque tanto Pérez como Leclerc están manteniendo una lucha encarnizada por obtener el subcampeonato de pilotos. En esta ocasión, el del Principado salió avante y ya está a dos puntos de distancia del piloto de Jalisco, cuando faltan sólo tres fechas para concluir la temporada 2022 de la #Formula1.
Sin embargo, ya la próxima semana viene el #GranPremioDeLaCDMX, la carrera de casa de Checo, en donde Red Bull le dará todas las herramientas al mexicano, no solo para que se luzca ante su gente, sino porque desde Milton Keynes -y como ya se ha mencionado -, tienen el objetivo claro de llevárselo todo en este año deportivo. Con el resultado de ayer, ya se proclamaron campeones del mundo en el tema de los constructores, por lo que ya van dos palomitas a su checklist de objetivos en la temporada; falta uno solo, el hacer el uno dos en la tabla de pilotos, y por eso Pérez tendrá que ser, sí o sí, protagonista en el Autódromo Hermanos Rodríguez el próximo fin de semana.
Hablando del campeonato conseguido por Red Bull como equipo, este es el quinto título mundial en su historia en la máxima categoría; pero también es un campeonato más que emotivo conseguido por los de las bebidas energéticas. El sábado, en el contexto de la Qualy para la carrera de ayer, se anunció la noticia -ya esperada-, pero que nadie quería que llegara; el dueño y fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, falleció en Austria a la edad de 78 años.
En las últimas semanas, era un secreto a voces dentro del paddock, que la salud del visionario y empresario era por demás complicada; y aunque el tema no se hablaba en público y se trataba con total hermetismo, se sabía que la fatídica noticia llegaría más temprano que tarde. Desafortunadamente, el creador de la bebida energizante ya no pudo ver por quinta ocasión a uno de sus dos equipos siendo campeón, razón por la cual el festejo de los Toros Rojos al obtener el campeonato del mundo en el COTA, fue bastante discreta y con rostros desencajados como los de Christian Horner y Helmut Marko en la celebración.
Sin embargo, qué mejor manera de rendirle homenaje a quien creyó que una compañía de bebidas austríaca podía llegar a la Fórmula Uno y convertirse en un equipo protagonista y ganador. El homenaje, por sí solo, fue entregar el campeonato de manera póstuma a quien soñó que esto podía ser posible. Descanse en paz, Dietrich Mateschitz (20 de mayo de 1944 - 22 de octubre de 2022).
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