El principal objetivo al entregar la administración de las aduanas a la Sedena era combatir la corrupción, al menos, así lo expresó Andrés Manuel López Obrador en múltiples mañaneras. Sin embargo, esa misión no se ha logrado en la franja norte del país, que no solo mantiene algunos de los viejos vicios, sino que también ha logrado corromper tanto a generales como a verificadores.
El presidente más querido, López Obrador, anunció este 12 de octubre del 2022 la salida del mexiquense Horacio Duarte Olivares como titular de la Administración General de Aduanas (AGA) -dependencia parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT)-, para realizar “una tarea” en el Estado de México. Va con la Maestra Delfina a romper los casi 100 años de Grupo Atlacomulco.
Aunque en aduanas, las cosas no van bien.
La tentación
Casi todas las labores administrativas y ejecutivas están a cargo de militares y sus generales. Más de 12 millones mensuales en mercancía se han disputado. Prácticamente, en gobiernos previos, las aduanas han sido una gran caja chica que no recibe tantos ingresos presupuestales como los que recibe por su operación, contemplando lo lícito pero principalmente lo que no lo es. Así como el jugoso fideicomiso del Senado, el fideicomiso aduanero se encuentra en una justa de titanes. El aspirante morenista a la gubernatura, Duarte Olivares, deja su espacio a casi cuatro meses de que López Obrador decretara la autonomía de la Agencia Nacional de Aduanas. Pero lo que sucede entre pasillos de la honestidad no dista mucho de los peores momentos de la administración pública.
¡Que el comercio fluya!
Fueron las palabras de Elizabeth Cortés, una antigua trabajadora de la aduana principal en Ciudad Juárez, mientras ordenaba a sus ex compañeros -actuales subalternos tras la salida de Elizabeth Cortés-.
La funcionaria tuvo ha tenido dos grandes privilegios: el primero, que, por instrucciones del Señor Leyva, se le informara al General Cecilio Martínez Arcos que ella podría dar órdenes desde donde se encontrara, así fuera su casa, para todos los empleados al cargo,
La segunda que presumiblemente, podría existir una relación de pareja entre ella y el famoso señor Leyva.
Un video compartido por el ciudadano Martín Andreu en grupos de empleados de la aduana que ha llegado a redes sociales, exponen a un verificador presuntamente de nombre Ramón Amatán contando pacas de dólares, al parecer, decomisados, pero no informados.
Sorprendentemente en este caso, para tratar de aminorar el daño, el General Cecilio “N” lo manda a descansar en oficinas jurídicas. Según fuentes internas, la jefa de departamento Blanca “G” acata las órdenes de Elizabeth Cortés.
Los asuntos están bajo investigación militar, pues mientras la primera dama de Zaragoza, que es nombrada así a partir de su noviazgo con el General, las ciudadanas Michelle “N” y Cinthya “N” presuntamente agilizan el flujo del comercio negro. Tan es así, que el Mayor Mata ya no sabe dar explicaciones y vulnera sus propias responsabilidades.
Otro empleado de la aduana llamado Federico “N”, encargado del puente Guadalupe cercano a acelerar la operación, aseguró que se mantienen con vehículos varados en el famoso árbol por el simple hecho de que llego la semana pasada. Una jugosa curva de aprendizaje.
La batalla maestra y la batalla pendiente
Fue 1 de mayo del 2020, con 29 votos a favor y 6 en contra, el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión ratificó el nombramiento de Horacio Duarte Olivares, como nuevo titular de la Administración General de Aduanas (AGA), en sustitución de Ricardo Ahued Bardahuil, que hace poco presentó su renuncia para reincorporarse al Senado y hacer funciones de partido con Morena.
Previamente, fue titular de la Subsecretaría del Empleo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), donde fue responsable de la operación del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”. Horacio Duarte intentó ser candidato a gobernador, pero las cartas ya estaban echadas en favor de la maestra, misión en la que ahora tendrá que garantizar el éxito si aspira, al menos, a estar contemplado en ese gabinete o a sucederla en caso de éxito.
La Agencia Nacional de Aduanas (ANAM) mantuvo una revisión de personal proveniente del centro del país y detuvo por unos días sus operaciones de contrabando por dicho punto estratégico, pero apenas se fueron los sospechosos, se reanudaron las operaciones. Qué buenos jefes son los militares estratégicamente hablando para continuar con viejos vicios de las aduanas del país, empezando por el General Cecilio Martínez Arcos, actual Administrador de la aduana de Ciudad Juárez y su equipo, que encabezan las quejas por actos de corrupción. Ni Ricardo Ahued, ni el mexiquense César Alejandro Reyna, que en los últimos años logró encargarse de tareas clave, han logrado domar al tigre, ya sea mediante inteligencia o mediante autoridad. Previo a su desempeño en la Dirección General de Tecnologías de la Información, fungió como administrador de la aduana de Tijuana y coordinador de las aduanas fronterizas, en donde lo más grande sucede en “cash”.