Tengo otros datos
El dictamen que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas fue desechado por la mesa directiva de la Cámara de Diputados, este miércoles 2 de octubre luego de que la iniciativa legislativa estuviera detenida en el Congreso desde finales de 2023 tras haber sido aprobada en comisiones.
El motivo para que los legisladores desecharan la reducción de la jornada laboral es que esta reforma, podría ser inflacionaria ya que los empresarios tendrían que contratar a más personal o pagar horas extras, lo que aumentaría sus costos y estos se trasladarían al consumidor, lo que provocaría un aumento de los precios de los productos y servicios; sin embargo, la verdadera causa es la poca productividad que hay en México que hace que no sea prudente reducir las horas de labor.
Las perspectivas de recuperación y crecimiento económico de México para el próximo año y poder reducir la jornada laboral podrían tener un freno debido a la baja productividad que existe en la actualidad. La economía mexicana no cuenta con el soporte productivo que permita afirmar con certidumbre que tiene la capacidad de generar más valor año con año, lo que permitiría vislumbrar tasas de crecimiento más altas con menos horas de trabajo.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó hace unas semanas los resultados del Indicador Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE) del primer trimestre del 2024. el cual mide la relación entre el Producto Interno Bruto (PIB) trimestral en términos reales con el número de horas trabajadas. Dicho informe mostró que, si bien hay un aumento de la productividad, este aumento es marginal lo cual podría influir negativamente en las metas de crecimiento planteadas por el gobierno del segundo piso cuarta transformación (4T), para este año y el próximo.
En los tres primeros meses del 2024 por sector de actividad y con series desestacionalizadas, “la productividad laboral con base en las horas trabajadas en los establecimientos manufactureros creció 2.3%. La productividad con base en el personal ocupado total en las empresas de servicios privados no financieros incrementó 0.8%. En las de comercio al por menor retrocedió 1.4% y en las constructoras, 4.0%. En las de comercio al por mayor no presentó variación a tasa trimestral”.
La productividad laboral de México es una de las más bajas del mundo: es uno de los países que más horas trabaja en el mundo, con una jornada laboral de 2,124 horas al año, sin embargo, su producción por hora es muy baja
En 2022, México se ubicó en la mitad de los países de la OCDE con los niveles más bajos de productividad. En ese mismo año, la productividad laboral de México fue 9% más baja que en 2017, cuando alcanzó su nivel más alto.
Algunos factores que debilitan la productividad laboral en México son: falta de incentivos para invertir en tecnología, capacidades de gestión, entorno empresarial, acceso al financiamiento y un alto número de trabajadores en la informalidad.
Uno de los problemas principales que reduce el índice de productividad en las empresas es la falta de capacitación del personal. Si los empleados no están actualizados en las áreas que ejercen, no tendrán suficiente motivación, y las técnicas que lleven a cabo para ejecutar sus tareas serán obsoletas; por lo que sus jornadas laborales tendrán que ser más largas para de esa manera producir lo suficiente.
Las cifras sobre productividad que presenta cada tres meses la institución que preside Araceli Márquez, muestra que el PIB por hora trabajada se mueve en forma paradójica: disminuye sensiblemente cuando la economía se encuentra en franco proceso de recuperación y es altamente positivo en etapas recesivas, como la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19. La productividad es mayor unitariamente por hora en los periodos de estancamiento económico, y en la medida que se van incorporado los empleos perdidos, la curva se desplaza hacia una variación negativa.
Los cambios en el mundo del trabajo y las crisis económicas han tenido expresiones particulares y complejas para la población. La situación laboral en México de por sí era adversa en la etapa previa al surgimiento de la pandemia del Covid-19; no obstante, se vio aún más afectada durante el periodo de confinamiento y distanciamiento social por efectos de la emergencia sanitaria. Dicha crisis ha tenido un severo impacto principalmente en la educación, así como en las políticas sociales y económicas; por lo tanto, marcado desde sus estructuras por la informalidad, la precariedad y la pobreza laboral.
Según datos del INEGI en el primer trimestre de 2024, la tasa de informalidad laboral en México fue de 54.3%, lo que representó una disminución de 0.8 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. sin embargo, en el segundo trimestre de 2024, la informalidad laboral se mantuvo igual a la del trimestre anterior.
A pesar de que en la informalidad se concentra el mayor número de trabajadores de la Población Económica Activa (PEA), este sector tan solo contribuyó con el 23% del PIB de México del 2020, lo que lo hace un sector altamente improductivo.
En cualquiera de las modalidades donde se desenvuelvan los trabajadores informales, son personas con una alta vulnerabilidad laboral. Las personas que están en la economía informal no cuentan con las herramientas para tener una productividad adecuada, por lo tanto, tienen que someterse a largas jornadas para poder producir lo suficiente; esta dinámica laboral provoca una alta improductividad.
La informalidad y la precariedad laboral que tanto afectan a la productividad no surgieron en México con los gobiernos de la cuarta transformación, sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum; si tiene la responsabilidad de encontrar políticas públicas para que estos problemas se reviertan.
Las políticas de regulación de protección social, laborales y tributarias no acordes con la realidad y los sistemas legales deficientes, que han perpetrado en México durante muchos años, han provocado que las empresas sigan siendo improductivas y se fomente la informalidad.
El gobierno del segundo piso de la 4T tiene la obligación de contar con un plan integral para elevar la productividad del país, disminuir el número de trabajadores en la informalidad para que de esa manera no se ponga en riesgo el crecimiento del PIB del próximo año.