Todos los actores importantes de la Cuarta Transformación mostraron su respaldo al anuncio que hizo el presidente en la conferencia matutina en Palacio Nacional. De hecho, el proyecto ya se encuentra en la Cámara de Diputados a fin de reformar el esquema electoral en un paquete- cuya propuesta es modificar varios artículos de la Constitución en dicha materia.
Por ello, las reacciones positivas no se hicieron esperar tanto de los cuadros de Morena, así como de funcionarios y líderes de las fracciones en el legislativo federal. Todas de apoyo incondicional- ya que coinciden que, el proyecto, es una propuesta que intenta responder a la problemática acumulada y, con ese fin, no hay duda que mejoraría el sistema electoral mexicano, sobre todo en solidez de la democracia.
A raíz de ello, nuevamente el Congreso Federal tendrá una tarea titánica, pero no imposible, como lo mencionamos ayer en los fragmentos de opinión de este espacio. Con esas facultades, habrá mucho tiempo para construir puentes de interlocución con la misma oposición. A pesar de que el mismo contrapeso se ha pronunciado en contra del proyecto, puede haber entendimiento si se da la operación política adecuada.
El primer paso será convencer a los grupos de oposición. Por esa razón, debe predominar el diálogo y la flexibilidad, incluso, con las propias minorías que son, en términos cuantitativos, de suma importancia para alcanzar la mayoría calificada. Sin embargo, observo dos posibles escenarios que pueden tener ventajas y positivos para pensar que, el grupo de contención, tendrá apertura y logren ser, al final, un punto de apoyo para sacar adelante el proyecto y, en esa lógica, se envíe la minuta el Senado de la República que tiene una racha efectiva en circunstancias de aprobación y consenso.
Dadas esas circunstancias, la oposición puede abrir el compás y decidir, cuando llegue el momento, sentarse a platicar y negociar la propuesta. Recordemos que tanto PRI, PRD, MC y PAN, quedaron estigmatizados y señalados de la gran oportunidad de haber votado a favor de un proyecto en materia eléctrica que, sin lugar a duda, beneficiaría directamente al estado y a la población civil.
Lo más grave de todo, es que votaron con la consigna de propiciar un golpe al presidente López Obrador, más no por el contenido. Eso, por supuesto, no resolvió nada a favor de la oposición, sino todo lo contrario: se evidenciaron y siguen siendo, ante los ojos de la inmensa mayoría de mexicanos, como aquellos que defienden los intereses particulares y no colectivos.
Son conscientes de ello y, por esa razón, tienen en sus manos avanzar en un tema democrático como la propuesta en materia electoral que, al tratarse de un fortalecimiento a las bases de la participación ciudadana, lograrían asumir un papel coherente y responsable, sobre todo por el ahorro que representa al reducir el número de legisladores en ambas cámaras.
Además de ello, habrá mayor pluralidad en la designación de consejeros que, tal parece los que están representando, forman parte de un esquema de intereses y caprichos de personas ajenas al desarrollo del estado.
Dadas las condiciones, puede haber una esperanza de que, esta vez, la cosa sea distinta a lo que sucedió en la discusión del proyecto de Reforma Eléctrica. Deben, primero, ponderar el diálogo donde reine el respeto y la apertura a todas las voces sin confrontación para no escalar el asunto a la polarización y encono. Para hacer posible que la propuesta madure y prospere, hay que garantizar las posiciones de cada fuerza que integra la Cámara.
Si eso es posible, no tengo duda que- igualmente el Senado- saldrá victorioso con el antecedente que existe de pluralidad y respeto. Así pues, anunciaron que están atentos pensando, como lo han hecho siempre los legisladores de Morena, en el bien del pueblo y el fortalecimiento de la democracia del territorio nacional.
Finalmente, no tenemos duda la mayoría de los mexicanos que, con esa propuesta, se resolverán los problemas acumulados luego de excesos e irregularidades del órgano o árbitro electoral que, durante muchos años, ha sembrado muchas dudas de su “autonomía”.