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El diario Reforma publicó en su primera plana de este martes 25 de julio que Petróleos Mexicanos (Pemex) está en “quiebra técnica” desde 2017 “por el hecho“ de que las obligaciones financieras de la empresa se han comido sus activos, según el estudio El empobrecimiento de las empresas públicas, realizado por la organización México Evalúa.
Lo que no aclara la nota del periódico de la familia Junco es que se llegó a esa situación de quiebra en la hoy empresa productiva del Estado debido a las erróneas políticas económicas del gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa y la reforma energética que llevó a cabo la administración de Enrique Peña Nieto y tampoco habla de los esfuerzos y avances para el rescate de la petrolera en el gobierno de la Cuarta Transformación.
La mala situación financiera que enfrentó en 2017 Petróleos Mexicanos fue el resultado de años de descuido y de las erróneas políticas energéticas de los gobiernos neoliberales sobre todo de las administraciones de Calderón y Peña Nieto.
En la administración calderonista la venta de petróleo en el exterior fue muy elevada con ingresos totales de 545 mil 496 millones de dólares por la comercialización de 5 mil 891.10 millones de barriles en 6 años, a un precio altísimo de 92.56 dólares por barril, el más alto en el periodo.
Con esos ingresos de la exportación de crudo el gobierno panista pudo haber pagado la deuda total de Pemex con un sobrante de más de 300 mil millones de dólares, pero en lugar de eso la administración de Felipe Calderón decidió pedir más prestamos para la empresa, el crecimiento de la deuda de la petrolera estatal en el sexenio fue de 72.5%, equivalente a unos 33,408 millones de dólares, al pasar de 46,100 millones de dólares contabilizados en el primer año de gestión a 79,508 millones de dólares al cierre de 2012.
Ahora bien, la producción de petróleo crudo en el sexenio de Calderón se desplomó 22%, al pasar de una extracción promedio de 3 millones 256 mil barriles diarios en 2006, primer año de su administración, a 2 millones 543 mil barriles por día en 2012. El volumen de exportación disminuyó también 6.5% en términos anualizados, equivalente a unos 87 mil barriles menos por día.
En el periodo 2000 - 2017, el déficit nacional entre producción y consumo de petrolíferos se profundizó: el consumo creció a un ritmo de 1.3% anual y la producción cayó a una tasa de 2.8%. Como resultado, la balanza comercial petrolera de México se volvió negativa.
Las exportaciones de petróleo crudo mexicano ya no alcanzaron para cubrir las importaciones de productos derivados. En 2018, Pemex gastó 32,593 millones de dólares en importar refinados. Se alcanzó así un monto de 3,288 millones de dólares como saldo negativo de la balanza comercial petrolera.
El gobierno calderonista vio la necesidad de invertir en la modernización y la ampliación de la capacidad de refinación, pero esos recursos no fueron positivos durante esa administración. La producción de gasolinas y diésel disminuyó 11.5% y 11.1%, respectivamente, mientras que las importaciones de gasolinas aumentaron 20.1% y las del diésel se incrementaron 180.1% para atender la demanda interna.
Desde 1998 a 2009 Pemex reportó ingresos antes de impuestos y derechos por 442,000 millones de dólares, pero al restarle los gravámenes que ha tenido que pagar en ese periodo (479,000 millones de dólares), la utilidad neta ha sido de (-) 37,000 millones de dólares, según datos de la hoy empresa productiva del Estado.
La corrupción fue una constante dentro de la petrolera estatal del 2007 al 2012 por casos como Odebrecht, Oceanografía y Oro Negro además del aumento en el robo de combustible.
El hecho es que, a pesar de estos malos números de Pemex en la administración del esposo de Margarita Zavala Gómez del Campo y que ese gobierno no concretara ningún plan para la petrolera estatal, la calificadora Fitch ratificó en su informe de junio de 2012 la calificación de la hoy empresa productiva del estado en ‘BBB+’ y sus notas nacionales a largo plazo de AAA.
Por supuesto, el sexenio de Enrique Peña Nieto no fue mejor para la petrolera estatal, ya que dejó una deuda de 786 mil 859 millones de pesos, sin embargo, la entregó al nuevo gobierno con un apalancamiento de dos billones 70 mil millones de pesos, es decir, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió a la empresa productiva del Estado con una deuda que es 163.1% mayor a la de hace nueve años, de acuerdo a cifras de la misma empresa.
En 2022, por segundo año consecutivo, Pemex disminuyó su deuda, ahora 7 por ciento en términos nominales, según demuestran las cifras oficiales de la empresa productiva.
Al cierre de 2022, la deuda financiera de la firma petrolera alcanzó 2 billones 91.5 mil millones de pesos (107.7 mil millones de dólares), mientras al cierre de 2021, la cifra reportada era de 2 billones 243.7 mil millones de pesos o 109 mil millones de dólares.
Resulta innegable que la producción de petróleo y de productos refinados, disminuyeron en el sexenio pasado y la corrupción dentro de la empresa petrolera aumentó, lo que es una prueba del fracaso de la reforma energética, pero a pesar de ello, “Fitch en su informe de octubre del 2018, ratificó la calificación de Pemex, en ‘BBB+’ y sus notas nacionales a largo plazo en AAA.
Hace unos días Fitch Ratings bajó las calificaciones de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) en moneda local y extranjera a ´B+´ desde ´BB´-. La empresa que mide los riesgos de deuda también disminuyó la calificación de aproximadamente 80 mil millones de dólares de las notas internacionales en circulación de la hoy empresa productiva del Estado a ‘B+’/’RR4′ de ‘BB-’; mientras que la medidora de riesgos Moody’s ratificó en B1 la calificación crediticia de la petrolera estatal y las apreciaciones senior quirografarias de las notas existentes de la compañía, así como las basadas en la garantía, pero pone la nota de la paraestatal en perspectiva negativa.
La degradación de las notas crediticias de Pemex impacta negativamente en la emisión de bonos de deuda de la petrolera que tendrán menos aceptación entre los inversionistas ante el riesgo de impago y mayores problemas para renegociar sus débitos, sin embargo, la actitud de las calificadoras que disminuyen la nota de la deuda de la empresa parece obedecer más a una antipatía a las políticas del gobierno de la Cuarta Transformación que a criterios técnicos.
Lo que llama la atención de la baja en la calificación de la deuda de la petrolera estatal es que no haya tomado en cuenta que por segundo año consecutivo Petróleos Mexicanos reportara una utilidad neta en los primeros tres meses del año. Entre enero y marzo de 2023 la paraestatal tuvo una ganancia de 56.7 mil millones de pesos, lo cual habla de una estabilización financiera de la empresa petrolera que no se tenía en las pasadas administraciones.
En la administración del presidente Andrés López Obrador por segundo año consecutivo Petróleos Mexicanos reportara utilidad neta en los primeros tres meses del año.
La empresa productiva del Estado logró ganancias por primera vez desde que hay registro en la compañía subsidiaria encargada de la refinación de petróleo y fue en el gobierno de la Cuarta Transformación.
Pemex Transformación Industrial (TRI), subsidiaria encargada de procesar el petróleo y producir combustibles, reportó a principios de este año una utilidad neta de 12 mil 837 millones de pesos, los primeros beneficios desde que se ordenó la concentración de negocio de proceso de crudo y gas en abril de 2015 con la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto.
La paraestatal elevó su producción de hidrocarburos líquidos a 1.9 millones de barriles diarios durante abril de este año, el nivel más alto en el actual sexenio.
La producción petrolera de la hoy empresa productiva del Estado incrementó 1.4% mensual o 27,000 barriles diarios comparando con marzo. En su comparación anual, Pemex aumentó 8% o 138,000 barriles diarios.
En septiembre del 2021 el secretario de hacienda Rogelio Ramírez de la O dijo que Pemex aporta al país más de lo que recibe señalando que el apoyo del gobierno a la petrolera estatal era hasta esa fecha del orden de 420 mil millones de pesos, pero en el mismo espacio la empresa petrolera ha dado un billón 200 mil millones de pesos de derechos y aportaciones federales.
En conclusión, podemos afirmar que la nota del diario Reforma donde señala que desde el 2017 Pemex está en quiebra técnica, no explica las causas del porque se llegó a esa situación y no responsabiliza a las pésimas políticas en materia energética de los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, además no reconoce los esfuerzos y avances que se hacen para recatar a la compañía petrolera por parte del gobierno de la Cuarta Transformación.