Como parte de la industria aeronáutica, he seguido de manera puntual los debates presidenciales, sobre todo para ver qué es lo que ofrecen las candidatas y el candidato a los trabajadores de esta importante rama industrial.

Y reconozco que un evento me sacudió hasta la médula. Tengo que empezar por decir que en la aviación las reglas lo son todo y no exagero. Es indispensable seguirlas si quieres preservar tu vida, pues fueron creadas precisamente para ello.

Cuando volaba como sobrecargo de la antigua Mexicana de Aviación, no era nada extraño que en cada vuelo hubiese un pasajero que se quisiera “pasar de listo” con las reglas. Porque sentía que no tenía que seguirlas, que no era necesario, al contrario, incluso había quienes creían que eran muy simpáticos al evadir las reglas e indicaciones de los tripulantes de cabina.

Y hablamos de cosas sencillas, como colocar perfectamente el equipaje debajo de su asiento y que los pies se encontrasen libres, abrocharse el cinturón, o poner atención cuando los sobrecargos dan el anuncio de seguridad.

El domingo por la noche los recuerdos volvieron de pronto a mi mente, de golpe y porrazo, cuando vi a la candidata de la oposición siendo grosera y mal educada, pero sobre todo gandalla.

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Esa agandalles que caracteriza a varios compatriotas que se creen “muy listos” ya sea, por saltarse la fila, estacionarse en doble fila, o incluso, por no seguir las reglas de tránsito.

Y eso fue justamente lo que Bertha Xóchitl hizo, no respetar las reglas que habían sido previamente acordadas, dejando en claro que lo suyo no es la educación, mucho menos el respeto a los otros candidatos, y no hablemos de la falta enorme de respeto a quienes la vimos, cuando fue regañada en varias ocasiones y seguía sin hacer caso.

Así como el pasajero que cuando hay una emergencia a bordo, tiene que poner atención a las indicaciones que los tripulantes les dan, y que de manera totalmente premeditada opta por ignorarlos, y hace lo que se le pega la gana.

Ejemplos de qué sucede cuando los pasajeros ignoran a los sobrecargos tengo de sobra, desde heridos por una turbulencia severa, que no siguieron las indicaciones de no levantarse de su asiento, hasta aplastamientos fatales al agolparse -con todo y pertenencias- en las salidas de emergencia, por lo que terminan inhabilitando su única vía de escape.

No es solamente mi palabra, el libro “Algo espantoso está a punto de ocurrir” escrito por Pedro Carvalho, recoge muchos de los accidentes más terribles en la aviación, y recomienda que lo mejor que la gente puede hacer en caso de sufrir un accidente, en el cual se pueda evacuar la aeronave, es precisamente seguir las instrucciones de los sobrecargos.

Cada uno de los accidentes fatales en la aviación ha servido para ir mejorando los procedimientos en emergencia y que cada vez sean más eficaces, evitando en la medida de lo posible, las mayor cantidad muertes.

No es ninguna exageración hablar de la importancia de seguir las reglas, aunque a muchos le parezcan absurdas. Por algo están, no son porque una mañana a alguien se le ocurrió cómo importunar a los pasajeros.

En el caso del domingo, las reglas del debate se establecieron para que los candidatos se ciñeran a ellas y así los probables votantes elijamos por la propuesta que más nos agrade, o con la que tengamos más afinidad.

La actitud gandalla de Bertha Xóchitl Gálvez Ruíz, la candidata del PRIANRD fue más que mezquina; fue incapaz de ceñirse a lo acordado y de respetar unas simples reglas, lo que me da a pensar, ¿si no puede respetar las reglas de un debate, lo hará en el caso de los derechos humanos?

Porque si ella consideró que su falta de educación no iba a ser observada, y que su actitud “rebelde” iba a ser aplaudida, pues eso sucede (tal vez) solamente en su círculo más cercano. Su actitud deja al descubierto el México que no queremos, el gandalla, ese donde la máxima es “el que no tranza, no avanza”.

Esa forma de conducirse empata con esa parte del electorado que no considera importante seguir las reglas. Vi el debate con mi hija adolescente y ella me hizo varias observaciones que me parecen muy interesantes para compartirlas con ustedes.

Dijo que la candidata Xóchitl actuaba como “bully”, que hacía todo por llamar la atención de Claudia y eso le molestó profundamente. Nuestros actos repercuten en los demás ya sea de manera consciente o inconsciente, ¿cómo les decimos a nuestros adolescentes, que el bullying no es correcto?, si ven en el debate a una candidata que solamente se dedicó a ello.

¿Cómo erradicamos la violencia que hay en las escuelas, si los que están pretendiendo dirigir el país violentan a sus compañeros candidatos?, recurriendo a temas que ya se han debatido y sobre todo aclarado hasta la náusea: desde el ex marido, hasta el caso del Rébsamen, cuya dueña purga su condena en la cárcel.

Esto es, después de un debido proceso, hubo justicia para las víctimas, pero a Xóchitl se le pasa por completo el caso del edificio en la colonia Portales, Zapata 56, justamente en su bastión, la alcaldía Benito Juárez, donde fallecieron varias personas, recién levantado en 2016 y que ese día del sismo, el 19 de septiembre del 2017, se cayó.

Un edificio que es parte del famoso cártel inmobiliario de la Benito Juárez, donde la constructora “Canada Building Group” se lavó las manos, en las narices del entonces jefe de gobierno era Miguel Ángel Mancera; según reporta el diario Reforma en una nota del 28 de septiembre del 2017 “la constructora Canada Building Group, a petición de este diario, respondió que no se indemnizará a las familias porque el derrumbe se debió a un ‘infortunado siniestro’”.

Y así podría seguir, pero el punto de la columna es resaltar lo importante de respetar las reglas. No se vale argumentar “pero es que el otro no lo respetó”, porque eso es con lo que han salido varios de los defensores de Bertha Xóchitl, o quienes están en contra de la candidata de la 4T.

Lo que me recuerda algo muy básico, “si otros lo hacen ¿tú también?”. Para mí, fue muy notoria la incapacidad de respetar los acuerdos y sobre todo el comportamiento inmaduro, soez y vulgar de la candidata del PRIANRD, con su intención casi permanente de hacer enojar a la otra candidata, sin mostrar a la audiencia cuáles son sus propuestas.

Eso sí, volvió a sacar el tema del NAIM, para luego rematar con una reverenda tontería, donde la candidata Claudia Sheinbaum tuvo que intervenir y corregir: el lago de Texcoco es de agua salada.

Y yo añadiría, esa es una de las razones principales por las cuales el suelo de la zona del ex Lago de Texcoco no era apta para la construcción del aeropuerto, pues el suelo es salitroso y termina “comiéndose” el metal, eso aunado a lo fangoso del terreno que a pesar de llevar más de 20 metros de tezontle, nada más no se podía estabilizar el suelo.

El antiguo vaso sirve más bien como regulador en tiempo de lluvias, para evitar que la Ciudad de México se colapse, y por eso su relevancia de mantener el terreno como suelo de conservación.

Queremos propuestas, queremos que pase el tema de las 40 horas, donde quienes tienen que ser escuchados son los trabajadores, no los empresarios; más horas de trabajo no se traduce en mayor productividad, se requiere flexibilidad laboral. Ahora ya sabemos de qué lado está Bertha Xóchitl, del lado de la oligarquía, por eso no cree necesario que sea importante seguir las reglas.