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El gobierno de la Cuarta Transformación (4T) le está apostando a la rehabilitación de los trenes de pasajeros, esto a pesar de que la oposición argumenta que este tipo de movilidad es costosa para el erario, y con muy pocas posibilidades de ser rentable, sin embargo, la apuesta que está haciendo la actual administración federal es correcta ya que el transportar personas ya sea con fines turísticos o de negocios, contribuye al desarrollo económico de las comunidades y del país.
El proyecto de rescate de las rutas del ferrocarril de pasajeros tendría que ser con trenes de alta velocidad que contribuyan a que la gente viaje en menor tiempo y mayor comodidad, pero esto es bastante costoso; cálculos de Federico Arreola, nos hablan que:
“El problema de la alta velocidad es el costo. El más reducido en Europa es el español: unos 18 millones de euros en promedio por kilómetro, esto es, algo así como 19 millones de dólares o 325 millones de pesos”.
Federico Arreola
La forma que tendría que buscarse para financiar las rutas del ferrocarril de pasajeros sería que el sector privado invierta en este tipo de movilidad y que el gobierno contribuya con proporcionar apoyos tanto fiscales como de infraestructura, pero no como lo hacían los gobiernos neoliberales que daban tantas facilidades a los particulares que esto se volvía un saqueo al erario público y los resultados para el consumidor generalmente eran deficientes.
Los países de mayor desarrollo económico en el mundo tienen una amplia red de ferrocarril tanto de carga como de pasajeros que han contribuido a la bonanza en sus regiones. La longitud de las redes ferroviarias ha situado a Estados Unidos como el país con más extensión de todo el mundo con unos 250 mil kilómetros. Las líneas de carga constituyen aproximadamente el 80% de la red ferroviaria de ese país, mientras que la de pasajeros abarca 35 mil kilómetros.
China, tiene el segundo lugar en longitud de redes de ferrocarril con más de 100 mil kilómetros. De hecho, la rápida expansión de la red ferroviaria de alta velocidad del gigante asiático en los últimos años la convierte en la más grande del mundo.
El tercer lugar en extensión de rutas de ferrocarril en el mundo lo tiene Rusia, con 85 mil kilómetros; incorpora 12 líneas principales, muchas de las cuales proporcionan conexiones directas a los sistemas ferroviarios nacionales europeos y asiáticos como Finlandia, Francia o China.
El transporte ferroviario en Japón es el medio de movilidad principal, especialmente para las masas y viajes de alta velocidad entre las grandes ciudades y para viaje diario de transporte en áreas urbanas. Este medio de movilidad es usado muy poco para transporte de carga, contabilizando solo el 0.84% del movimiento de bienes. La red privada es altamente eficiente, requiriendo bajos subsidios y con un funcionamiento extremadamente puntual.
El Reino Unido tiene un sistema ferroviario muy deficiente por el cual en el 2020 el gobierno conservador de Boris Johnson tomó la decisión de pasar al Estado la gestión de las concesiones ferroviarias privadas. La decisión que se tomó a fines de junio de 2020, fue precipitada por insistentes protestas de asociaciones de usuarios de los trenes y principalmente por la crisis sanitaria del Coronavirus. El gobierno británico lleva gastados 4 mil 200 millones de dólares en subsidios estatales para las empresas concesionarias privadas en los meses de marzo a mayo de hace tres años.
El modelo español de ferrocarriles es exitoso y es el que debería usarse en México. La empresa hispana, AVE se inauguró en 1992 y circula, como máximo, a 310 km/h. Sus ofertas y sus múltiples destinos le han convertido en una de las opciones más recurrentes de los turistas españoles y extranjeros que deciden moverse dentro del territorio ibérico.
Son varias las ventajas para México de rehabilitar el tren de pasajeros para fomentar el turismo ya que este tipo de movilidad es una forma de comunicar un territorio en su sentido literal y, por lo tanto, de conocerlo. En este sentido, se convierte en una plataforma que permite que el territorio muestre sus características a los viajeros. El itinerario entre dos o más lugares da pie al conocimiento sobre la cultura y las identidades de una región, de su sentido de lugar; un aprendizaje que los paisajes locales transmiten a los turistas a medida que estos recorren sus geografías.
Las infraestructuras de transporte son fundamentales para la práctica turística y han tenido una importancia significativa en el desarrollo internacional del turismo. Sin embargo, esta relevancia no se limita solo a los desplazamientos entendidos como la conexión entre los lugares de origen y los distintos destinos; el transportarse en tren es también una parte esencial de la propia experiencia turística. Los cruceros o los ferrocarriles turísticos son los más claros ejemplos de destinos en sí mismos, donde transporte y turismo se unen en un servicio simultáneo.
Desde los ferrocarriles rápidos hasta los lentos tranvías turísticos, viajar sobre las vías sigue siendo muy atractivo para los turistas.
El gobierno de la Cuarta Transformación está haciendo una apuesta muy acertada con el rescate del transporte de pasajeros en México y ejemplo de esto es el Tren Maya que seguro será una gran obra que fomentara el turismo en la zona de la península de Yucatán, Tabasco y Chiapas, y los trenes México-Toluca; la ampliación del Tren Suburbano de Lechería al AIFA contribuirán a la movilidad de millones de pasajeros.
Tendrá el próximo gobierno federal el que complete el proyecto de rescatar el tren de pasajeros para los mexicanos y que este medio de transporte contribuya a el desarrollo económico del país.