Frente a la crisis ambiental por el cambio climático, la ciudad ha logrado mejorar la calidad del aire de manera histórica. Mientras que en 2018 se registraron tan solo 62 días de aire limpio, este 2022 se alcanzaron hasta 120 días, duplicando una estadística de salud ambiental que se consideraba pérdida. ¿El secreto? Un profundo e intenso plan de reforestación en el emblemático Bosque de Chapultepec, que será un ejemplo de justicia ambiental para todo el país, acompañado de diversas medidas para contener las emisiones de contaminantes.

En el parque urbano que es patrimonio cultural y uno de los lugares más importantes de nuestro país por su historia, se realiza el saneamiento y rescate de las áreas verdes por parte del gobierno de la Ciudad de México a través de la Dirección Ejecutiva del Bosque de Chapultepec. El plan para su recuperación ha implicado un despliegue de esfuerzos ambientales, comunitarios, especializados y colectivos que han logrado implementar acciones que cuentan también con recursos del gobierno federal, mediante el “proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura”, con una inversión sin precedentes en décadas. Quien fuera una gobernante ambientalista, supo encontrar a los mejores aliados para lograr que Chapultepec sea un pulmón más fuerte y también, más social.

Es importante mencionar que, en dicho proyecto, el medio ambiente ha sido una prioridad atendida por las autoridades locales y federales mediante el saneamiento, reforestación y rescate hídrico en todo el Bosque de Chapultepec.

Gracias a este proyecto de rescate ecológico, se han reforestado en lo que va del actual gobierno más de 25,000 árboles de especies nativas y para este 2023 se piensan introducir 6,500 árboles más en las cuatro secciones del bosque, que reemplazan árboles muertos que puedan causar algún daño a los visitantes, esto como medida de seguridad y compensación ambiental.

Castillo y Bosque de Chapultepec

Este hecho sin precedentes se trata de un acto de justicia ambiental que enaltece a los ecosistemas urbanos, abriendo el debate sobre si estos pudieran ser considerados como titulares de derechos a efectos de garantizar que no haya ningún retroceso en estos planes. Para comprender esto, en esta columna nos hemos dado a la tarea de investigar paso a paso cómo es que el rescate ambiental y la reforestación impacta positivamente en la calidad de aire.

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1. Soltar lo viejo para recibir lo nuevo. El retiro de árboles muertos es una acción muy importante de rescate de esta área natural, ya que implicaban un alto riesgo de incendios forestales, así como de contagio de plagas y enfermedades al resto del arbolado. Retirar los árboles que murieron por diversas causas fue parte de las acciones para prevenir un peligro para la seguridad de miles de familias que recibe el Bosque de Chapultepec cada semana.

Pero todo sirve. La madera de los árboles que se sustituyen se transforma en astilla y en composta dentro del mismo Bosque de Chapultepec y se utiliza como abono natural de los árboles nuevos y en obras de recuperación y conservación de suelos, logrando así un índice mayor de sobrevivencia en los más de 25,000 árboles reforestados en todo el Bosque de Chapultepec.

2. El saneamiento forestal amoroso. Este realizado es un conjunto de acciones orientadas a mejorar la salud de los árboles, arbustos y hierbas que conforman el Bosque de Chapultepec. Las tareas de poda, aclareo, remoción y sustitución se llevan a cabo con supervisión de profesionales expertos en la materia. Pero ¿de qué hablamos a la hora de las labores básicas?:

Poda: mejora la estructura, balance, salud y aspecto de los árboles a través de la eliminación selectiva de ramas muertas, plagadas, enfermas, podridas o mal ubicadas.

Aclareo: es el retiro de rebrotes en troncos o el traslado de árboles que están muy juntos para que tengan más luz solar y no compitan por espacio y nutrientes.

Remoción y sustitución: los árboles son susceptibles al ataque de plagas, enfermedades o vandalismo. En áreas urbanas, un árbol muerto es un riesgo para las personas, ya que sus raíces se reblandecen y corren el peligro de caerse. Por ello se contempla la remoción y así mismo la sustitución de estos árboles muertos y en malas condiciones.

Triturado y esparcido: los árboles que son retirados se trituran para producir el astillado o mulch, un material orgánico que resulta de las hojas, las ramas y los troncos y que se usa para nutrir el suelo.

3. Apropiación y recuperación del espacio público. El Bosque de Chapultepec alberga cultura, con el ballet clásico del Lago, el histórico museo, las largas jornadas comunitarias de cine al aire libre y la Bodega de Arte con la Cineteca Nacional. En el Bosque de Chapultepec se construye y fortalece el tejido social con acciones como estas, puntualmente, se han logrado restaurar y garantizar la permanencia de más de 600 ha de áreas verdes con el objetivo de ofrecer un espacio público digno y seguro, donde todas y todos puedan disfrutar de la naturaleza, en las cuatro secciones del Bosque de Chapultepec.

Cabe destacar que este proyecto en el Bosque de Chapultepec es una oportunidad única para “crear un bosque urbano para el siglo XXI que contribuya a la justicia social urbana y que genere una mayor conciencia ambiental y cultural”.

Ejemplos de recuperación del espacio se pueden disfrutar de inmediato en El Parque Clausell y el Paso del Conejo, en la Tercera Sección, son espacios que permiten la infiltración de agua de lluvia y evitan inundaciones en la zona. Así como el Parque Cri-Cri que ahora tiene una pista de patinaje, resbaladillas, una terraza mirador, circuitos, andadores, plazoletas y dos auditorios al aire libre.

La visión de la directora ejecutiva del Bosque de Chapultepec, Mónica Pacheco Skidmore, es saludada y abrazada por las organizaciones de la sociedad civil y activistas en defensa del medio ambiente que han luchado por proteger al bosque.

Un acierto reconocido el pasado julio, fue cuando el ahora jefe de gobierno, Martí Batres Guadarrama realizó un recorrido junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador en el que destacaron 80 mil metros cuadrados para la preservación y difusión de la cultura. Antes de terminar esta administración podrá disfrutarse la “Bodega Nacional de Arte” que ya alcanza un 73% de avances y acumulará destacadas obras mexicanas. Un paso más cerca de la Agenda 2030 para la Ciudad.