Luego de que el gobierno de México firmó un convenio con Cuba para incorporar 2 mil 700 médicos más a los ya presentes en el país, ha resurgido el fantasma del ‘Cubagate’, figura que se dio durante la pandemia por COVID-19, cuando el gobierno bajo la égida de Andrés Manuel López Obrador hizo venir médicos de la isla para supuestamente atender la emergencia y según se comprobó, muchos ni siquiera contaban con título que los identificara como galenos.

Fue en propio Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien hizo el anuncio. Detalló que se busca fortalecer la operación de 282 hospitales ubicados en zonas rurales o de alta marginación.

Actualmente, 950 médicos especialistas cubanos ya laboran en 23 estados de la república y de acuerdo con Robledo, los nuevos médicos cubrirán especialidades como medicina interna, pediatría y medicina de urgencias.

“De este modo, la plantilla laboral subirá de 4 médicas y médicos, a un promedio de 12 en los hospitales prioritarios”, explicó el funcionario durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por su parte, López Obrador agradeció al gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, por su cooperación en materia de salud.

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“Agradecer mucho el apoyo del pueblo y del Gobierno de Cuba porque nos están ayudando, enviándonos médicos especialistas”, expresó el mandatario mexicano.

La contratación de médicos cubanos ha generado críticas de la oposición mexicana, entre ellas, las de Xóchitl Gálvez, senadora y excandidata presidencial, quien prometió durante su campaña presidencial no contratar a estos profesionales.

El gobierno mexicano justifica estas contrataciones debido a la escasez de médicos en el país. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México cuenta con 2.4 médicos por cada 1.000 habitantes, cifra superior al promedio de 2 por cada 1.000 en América Latina, pero inferior a la media de 3.5 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Además, la administración de López Obrador ha sostenido que muchos médicos mexicanos no desean trabajar en zonas rurales o marginadas. Sin embargo, el personal sanitario mexicano ha indicado que en algunas áreas es difícil laborar debido a la violencia.

“Ahora podrán llevarse a cabo intervenciones quirúrgicas con personal completo”, señaló Robledo, subrayando que este incremento en la plantilla especializada permitirá mejorar la atención médica en regiones necesitadas.

México importó médicos desde Cuba en los últimos años debido a la necesidad de cubrir déficit en áreas rurales y comunidades marginadas con insuficiente acceso a servicios de salud. Estos médicos cubanos tienen experiencia en trabajar en condiciones difíciles y en zonas con escasos recursos.

Por su lado, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, informó el pasado 2 de julio que se reunió con el ministro de relaciones exteriores de Cuba, Eduardo Rodríguez, para abordar la continuidad del apoyo de médicos cubanos durante su administración.

Sheinbaum indicó que se discutieron también otros temas importantes para la relación México-Cuba.

“Cuba es una nación hermana y hablamos, por ejemplo, del apoyo que nos están dando con los médicos cubanos y la posibilidad de mantenerlo para el próximo año”, expresó.

En una de mis publicaciones para este medio informativo, abordé el tema de los médicos cubanos, que extrañamente hizo venir el presidente de la República, en una acción que no estuvo distante de sospechas y especulaciones. Aquí comparto aquel texto, que hoy retoma vigencia.

“En euros, México pagó a la dictadura cubana sumas millonarias por los médicos que ofrecieron sus servicios en nuestro país para hacer frente a la pandemia por COVID-19. Lo grave del asunto, es la posible ilegalidad que lo envuelve, siendo que se ha cuestionado si los mencionados galenos cuentan con título profesional, pero aún más delicado, es que se podría haber constituido un delito, de encontrarse que este convenio que los gobiernos de la Ciudad de México y el régimen cubano firmaron, forma parte de las “misiones médicas” o un mecanismo parecido, que desde años atrás ha sido denunciado como formas de esclavitud a que son sometidos los médicos de la isla.

El pasado lunes, los legisladores del PAN acusaron que la administración de la Cuarta Transformación, contrató a médicos cubanos sin título profesional, pagando por ellos sumas millonarias y relegando a los especialistas de salud mexicanos. A este presunto caso de corrupción le llamaron el “Cubagate”.

Con información oficial, sustentaron que se pagaron 255 millones de pesos por los servicios de 585 médicos que trabajaron en México durante tres meses, es decir, por cada uno se cubrió una suma de $437 mil 390 pesos en total.

El tema cobra relevancia, al recordar una publicación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en 2020 retomaron algunos medios de comunicación, y en la cual se menciona la explotación laboral y abusos que sufren médicos cubanos en sus misiones por el mundo: “Dos relatoras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviaron el 6 de noviembre de 2019 una carta al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, donde expusieron de manera ‘urgente’ una relación de presuntos abusos de derechos humanos sufridos por médicos de Cuba que participan en misiones internacionales, como las contratadas entre abril y mayo en México por los gobiernos estatales de Veracruz y CDMX para atender la pandemia de COVID-19.

En su carta de noviembre, las relatoras se mostraron preocupadas por las “condiciones de trabajo y de vida que estarían afectando a los médicos cubanos” enviados a esas misiones, al presumir que “muchos” de ellos “estarían expuestos a condiciones de trabajo y de vida explotadoras, (y) pagos salariales inadecuados. Además, muchos de estos profesionales estarían sometidos a presiones y a seguimiento por parte del Gobierno de su Excelencia”.

De acuerdo con el Diario de Cuba, el reclamo de las relatoras vino después de que en mayo de 2019 la organización Cuban Prisoners Defenders presentara ante la ONU diferentes pruebas y 110 testimonios de médicos cubanos que han desertado de dichas misiones y que han narrado los supuestos abusos a los que fueron sometidos por las autoridades cubanas.

Se mencionan además al menos nueve malas prácticas en estas misiones. En una de ellas se cita:

-En los países donde el gobierno anfitrión paga directamente al trabajador cubano, éste debe devolver al Gobierno de Cuba un porcentaje de su salario que aumentaría al 75% o hasta el 90% de su salario mensual. En muchos casos, el salario entregado a los trabajadores médicos no permitiría vivir dignamente; Además, el Gobierno de Cuba estaría “congelando” una parte del salario que los médicos pueden acceder únicamente tras su regreso al país pero, según información recibida, muchas veces no reciben de la totalidad del monto que les corresponde.

De manera que, no sería extraño que la dictadura cubana, que cobró en euros, se haya quedado con un alto porcentaje de esos más de 437 mil pesos que habrían correspondido a cada médico. Y siendo así, efectivamente podría constituirse una forma de esclavitud que, no por ser una conocida práctica cubana, deja de tratarse de un acto ilegal e inhumano”.

A cuatro años de distancia, Andrés Manuel López Obrador vuelve a contratar médicos cubanos; esta vez para heredarlos al gobierno de Claudia Sheinbaum, quien deberá asumir costos y consecuencias de este nuevo capricho del inquilino de Palacio Nacional, que antes de irse pretende dejar bien protegidos a los gobiernos de sus amigos, como es el caso del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel.

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