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La decisión de dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de declarar inconstitucionales las modificaciones de marzo de 2021 a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), aprobadas por una mayoría simple en el Congreso de la Unión, provocará que el país retorne a un mercado eléctrico que favorece la concentración de las empresas privadas en la generación de electricidad.
La Segunda Sala de la Corte concedió este miércoles 31 de enero el primero de cientos de amparos promovidos por el sector privado, al establecer que los siete artículos principales de la reforma violan las reglas sobre generación y mercado eléctrico mayorista, previstas en la Constitución desde 2013.
El mercado eléctrico que surgió con la reforma energética impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto estaba lejos de fomentar la libre competencia y generar mejores tarifas para los consumidores, fomentar el empleo y la inversión en el sector, ya que con esa legislación los subsidios a las empresas privadas distorsionaron el mercado.
La libre competencia resulta del acceso sin obstáculos al mercado de dos tipos de actores: los vendedores que ofrecen bienes o servicios; y los demandantes quienes compran lo que desean para satisfacer sus necesidades o ejecutar sus proyectos. Para que un mercado funcione correctamente se requiere que los participantes tengan acceso a la información equitativamente, considerando aspectos relevantes como las características de los productos, su calidad y por supuesto los precios; pero en la reforma del 2013 esto no sucedía en el mercado eléctrico mexicano debido a distorsiones que favorecían a ciertas empresas privadas.
En febrero de 2021 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó por medio de Miguel Santiago Reyes, director de CFE Energía internacional, que la hoy empresa del Estado tiene pérdidas por 412 mil 400 millones de pesos, debido a los contratos impuestos por la reforma energética con los Productores Independientes de Energía (PIE).
Los datos expuestos por el funcionario durante el parlamento abierto de la Cámara de Diputados para abordar el proyecto de reforma de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), echaban por tierra el mito de que las energías ofertadas por los privados tienen costos más bajos; revelando así que los consumidores finales son los principales afectados. Los únicos que se beneficiaban con ese esquema de negocio eran las empresas generadoras de energía privadas, y en este caso, principalmente las compañías de origen español Iberdrola y Naturgy.
El directivo señaló ante los legisladores, que la Comisión Federal de Electricidad destinaba importantes recursos a subsidiar las compras garantizadas de las empresas generadoras particulares.
La empresa productiva del Estado debió pagar en ese entonces 52 mil 587 millones en tarifas crecientes a un periodo de 300 meses; 88 mil 047 millones de pesos por riesgo cambiario durante el mismo plazo, 11 mil 568 millones de pesos por peligro de inflación de 2000 a junio de 2020; 209 mil 130 millones de pesos por subsidios de 2020 a 2024 y 60 mil 209 millones de pesos por bajo despacho durante el mismo lapso de tiempo señaló Reyes Hernández.
Los subsidios a empresas privadas se daban mediante las tarifas que CFE cobra a las generadoras de electricidad de fuentes renovables para incluirlas a la red de transmisión; mismas que no se actualizan desde 2010. Además de la inversión en la red eléctrica y del respaldo de la empresa productiva del Estado a los renovables por el orden de 13 mil MW; dada la intermitencia de estas últimas y sin recibir pago alguno por este servicio.
Las tarifas de la empresa que actualmente dirige Manuel Bartlett tenían en el 2021, 14 contratos con diferentes Productores Independientes de Energía (PIE) que estaban en constante aumento, al contrario de los costos del energético que están decayendo a raíz de una sobre oferta.
Según cifras del director de CFE Energía internacional, la empresa estatal otorgó subsidios a los privados entre 2018 al 2020, vía las tarifas de porteo por 28 mil 765 millones de pesos, de los cuales Iberdrola se adjudica 2 mil 600 millones de pesos, es decir el 9% del total.
Santiago Reyes señaló que la Comisión Federal de Electricidad tenía pérdidas por 20 mil 841 millones de pesos debido a los clientes que preferían como proveedores de energía eléctrica a los generadores bajo el esquema del autoabasto; en donde Iberdrola tenía ganancias de 10 mil 75 millones de pesos. En tanto, los ingresos no percibidos por la compañía estatal por suministro básico eran del orden de los 200 mil millones de pesos; y de esta cifra, 43 mil 500 millones de pesos ingresaban a las arcas del corporativo hispano.
El total en subsidios que le otorga la CFE a los productores independientes de energía asciende a 249 mil 606 millones de pesos, en donde Iberdrola recibió 56 mil 175 millones de pesos, ya que la hoy empresa productiva del Estado permitía a las compañías privadas de autoabasto poder vender su electricidad hasta en un 10% más barata, esto sin considerar que se trata en realidad de un dumping que bien podría haber provocado un panel de controversia dentro del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Los precios de la electricidad para el consumo doméstico tenían una marcada tendencia al alza desde la implementación de la Reforma en el Mercado Eléctrico (RME) en el 2013, hasta por un 35%, que fue citado por algunos analistas como evidencia de su fracaso, parte de las modificaciones hechas por el gobierno de Enrique Peña Nieto y esto se debió a los subsidios para los generadores privados que les otorgaba la CFE y que impactaron en el precio final al alza para el consumidor final.
El director de la Comisión Federal de Electricidad Manuel Bartlett Díaz, señaló durante la conferencia mañanera del 26 de marzo del 2021, que los Certificados de Energías Limpias (CELs) eran otra jugosa ventaja para los generadores privados de energía eléctrica, ya que estos títulos tienen un valor en el mercado y que la institución que actualmente dirige está obligada a pagar esa energía limpia (eólica y solar) a los particulares, además de que a la hoy empresa productiva del Estado que genera el 55% de energía de fuentes renovables no se le concede esta canonjía.
El funcionario agregó que “a las centrales privadas sí (les pagan los títulos); y con ello, la CFE Suministro Básico ha pagado hasta ahora seis mil 159 millones de pesos por concepto de CEL a los privados, a los mismos que no pagan el transporte ni el respaldo porque es clarísimo que, y lo hemos dicho una y otra vez, que las intermitentes cuando no hay sol no hay electricidad, cuando no hay viento no hay electricidad”.
Las plantas hidroeléctricas de la CFE que generan energía limpia y renovable no tenían el beneficio de Certificados de Energías Limpias, por no estar reconocida esta fuente en la reforma eléctrica del 2013.
El mercado eléctrico mexicano estaba muy lejos de fomentar las libre competencia en el sector, que llevará a mejores tarifas de la energía para los consumidores; tampoco ayudó para la generación de energía limpia, ya que bloqueaba la transmisión de la electricidad generada por las plantas hidroeléctricas de la CFE y por último existe una gran carga administrativa con reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que no pone orden en un mercado que tiene distorsiones que impiden la libre competencia.
El retornar al mercado eléctrico planteado por la reforma eléctrica del gobierno de Enrique Peña Nieto del 2013 y que fue apoyada por los legisladores del Partido Acción Nacional, no es una buena noticia para los consumidores ya que las empresas privadas serán preponderantes en la generación de electricidad lo que impactara directamente en los precios de la electricidad.