Con lógica, la sociedad ha elegido la propuesta de transformación; es decir, ha optado por una alternancia en la que predominan la solidaridad y la empatía por causas equitativas, especialmente al asegurar un sistema de respaldo y acceso a los programas sociales. Es importante recordar que, previo a la llegada del exmandatario López Obrador, los gobiernos neoliberales despreciaron el sur del país, situando sus prioridades en la última línea de la toma de decisiones. En realidad, era habitual detectar señales de pobreza muy altas, en particular en comunidades que se habían acostumbrado a vivir ese abandono. Con gran ingratitud, la población civil fue marginada al impedirle el paso a las oportunidades. Por lo tanto, entre otros factores, eso limitó la calidad de vida de las entidades en ese lugar geográfico. Por ejemplo, Chiapas experimentó personalmente la indiferencia de las administraciones del PRI, tanto a nivel estatal como federal. Lamentablemente, esto obstaculizó que la transformación social, así como la educación y el crecimiento económico, experimentaran un auge en ese periodo. Efectivamente, las promesas de la derecha se convirtieron simplemente en justificaciones.
Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia y Morena ganó contundentemente en Chiapas, esa entidad, tras el triunfo histórico del 2018, experimentó un cambio significativo. Con la perseverancia y el compromiso del gobierno de la 4T, el sur del país, en particular el territorio chiapaneco, ha vivido prosperidad mediante el crecimiento económico. Por supuesto, existen visiones y áreas de oportunidad que, según la población, requieren un fortalecimiento y enriquecimiento. Es evidente que en esa enorme labor reside el sector de la educación, como un componente intrínseco para reconstruir el tejido social. En este escenario, esto se intensificará con la ampliación de la infraestructura en los entornos de enseñanza y aprendizaje. En el contexto de la transición, efectivamente, será Eduardo Ramírez, gobernador electo, el responsable de promover el trabajo que le han confiado, para ser precisos, el 80% de los votantes que se congregaron para tomar decisiones el pasado 2 de junio.
Para ello, Eduardo Ramírez está vinculado al enorme respaldo social que, especialmente, ha depositado su voto de confianza en la continuidad de las políticas públicas. Y Ramírez, al igual que cualquier otro líder del ejecutivo estatal, enfrentará desafíos y retos durante el inicio de su mandato. En términos sociopolíticos, las prioridades se centrarán en la seguridad y la educación, y lo que es más relevante, se movilizarán numerosos fondos que esta necesidad requiere. A tal fin, ha sido un avance significativo el anuncio de la edificación de la primera Universidad Rosario Castellanos. En esa línea, Chiapas será precursor en la expansión de un modelo educativo que, como observamos, fue un éxito absoluto en la CDMX.
Aunque están en la etapa de organización, han logrado un progreso considerable. En realidad, corresponderá al futuro titular de la Secretaría de Educación Estatal, Roger Mandujano, la coordinación de las acciones. Esto está relacionado con la relevancia otorgada a ese campo; en otras palabras, para que una sociedad se incorpore al universo de las oportunidades, es esencial proporcionar una educación de alta calidad. Por ello, es crucial incluir mecanismos e instrumentos que, en estas épocas de transformación, resultan imprescindibles. Es vital conocer cómo utilizar las estrategias en función del contexto. Como es bien conocido, la alfabetización, una de las promesas de la campaña, será indudablemente otra de las propuestas que trazará nuevas rutas, eso sí, acompañada de la retroalimentación eficaz del modelo cubano en ese tópico.
Roger Mandujano, el futuro responsable de la Secretaría de Educación en Chiapas, se presenta con todas las habilidades y la capacidad requerida para liderar una tarea de tal magnitud. Es evidente que Eduardo Ramírez, tras anunciar algunas posiciones fundamentales en el gabinete legal, consideró la habilidad de liderazgo en cada sector, pero también la astucia política para gestionar los asuntos relacionados con el universo educativo.
Como es bien sabido, Chiapas, con el paso del tiempo, ha sido uno de los territorios con mayor controversia en el ámbito sindical. Mandujano, con su experiencia en diversas trincheras, seguro que será un interlocutor esencial en la relación con la base trabajada. Se anticipa que esto suceda, ya que el pilar fundamental en esta nueva era es la edificación que, por decirlo de alguna manera, cuenta con las condiciones para realizarlo a partir del mes de diciembre, fecha establecida para la toma de protesta.
Además de la plataforma de infraestructura de gran envergadura para el sur de la nación, la educación, como el eje central del cambio, se reforzará con la llegada de Roger Mandujano. En pocas semanas, él tomará el desafío más significativo de su trayectoria profesional. Como referente, cuenta con el apoyo absoluto del gobernador electo, Eduardo Ramírez. Por lo tanto, con esto, Chiapas avanzará por la ruta de la transformación. Como mencionamos al inicio, la educación será una de las prioridades de la nueva era, principalmente, a través de un marco de proyectos que se dirigirán a los sectores que más necesitan atención. De hecho, la coordinación de Mario Delgado y Roger Mandujano, para efectos de mejorar los ambientes de enseñanza y aprendizaje, garantiza que se irán resolviendo los problemas que aún aquejan a la sociedad, básicamente aquellos que más requieren interés.
Si existe algo que también debe implementarse, que seguro Mandujano lo ha contemplado, es el asunto de la profesionalización y actualización pedagógica para los docentes de todos los niveles educativos. Con la finalidad de retroalimentar experiencias, el futuro responsable de la Secretaría de Educación en Chiapas ha examinado el modelo cubano que, evidentemente, ha probado ser, además de innovador y avanzado, uno de los más eficientes. En esa dirección se dirige el objetivo de la educación que, entre otras finalidades, busca asegurar una enseñanza de alta calidad con el fin de ascender en el ranking de rendimiento y evaluación en el desempeño.