En medio del fracaso de la política de seguridad del presidente AMLO, y ante el alza incontrolable de los homicidios dolosos (apenas el domingo se registraron 107 homicidios dolosos, el segundo día más violento del año) un enorme número de voces críticas se han pronunciado contra “los abrazos no balazos” del actual jefe de Estado. Entre ellos se encuentra Ricardo Anaya, quien busca, para sorpresa de nadie, convertirse en el candidato de la alianza opositora que obstaculice la continuación de Morena a la cabeza del gobierno federal.
En su más reciente vídeo, Ricardo Anaya responsabiliza al presidente AMLO de haber conducido al país a un callejón sin salida; un país carcomido por el crimen organizado que se campea a diestra y siniestra en el territorio nacional, que controla a las policías municipales, que contamina a la juventud mexicana, y que pero aun, tiene de rodillas a un gobierno federal que opta por liberar a sus cabecillas (como fue claramente el caso de Ovidio Guzmán) y que decide protegerles pues son -AMLO dixit- seres humanos que merecen respeto y derecho a la vida.
Anaya - prosigue en su vídeo- propone, en oposición a AMLO, combatir a los delincuentes. ¿Planea el joven maravilla en caso de llegar a la presidencia de México revivir la guerra contra el crimen organizado iniciada por Felipe Calderón? ¿Buscaría el presidente Anaya volver a sacar al ejército de sus cuarteles para lanzarles a las calles para combatir a los cárteles de las drogas? ¿Optaría Anaya por emular la política de su correligionario panista dirigida a descabezar a las bandas del crimen organizado?
Si bien a todas luces la política de AMLO ha sido un fracaso rotundo, la vuelta a la política de Calderón de combatir frontalmente a los cárteles de las drogas levanta miedos y serios cuestionamientos. En este tenor, ha sido probado que tampoco la política calderonista resultó exitosa, pues su guerra contra el narco ensangrentó a México, debilitó algunos grupos pero fortaleció a otros, contaminó a las Fuerzas Armadas, y al final, resultó insuficiente para resolver el sempiterno problema de la inseguridad en el país.
Ricardo Anaya podría ser el candidato de la alianza. Al día de hoy todo queda aún en la esfera de la especulación. Sin embargo, sí que el panista debería definir la hipotética estrategia de su gobierno, pues una vuelta a la guerra de Calderón contra el narco se antoja como una estrategia violenta, fracasada y sanguinaria. En todo caso, ni “los abrazos no balazos” de AMLO ni los “balazos” de Calderón han dado buenos resultados.
No es una tarea sencilla, desde luego, pues la inseguridad responde a una debilidad estructural del Estado mexicano. Por lo anterior, exige una estrategia inteligente. Anaya debe, rumbo a 2024, definir su plan de seguridad pues “combatir al crimen organizado” encierra temores que evocan la guerra contra el narco que tanto lastimó al país.