El próximo 10 de abril y en medio de la polémica, México realizará la primera consulta de revocación de mandato de su historia. Los resultados de este ejercicio son inciertos. ¿Qué pasaría si en diez días, además de poder revocar el mandato del presidente de la República, pudiéramos revocar el mandato de los gobernadores y el de la Jefa de Gobierno de la CDMX? ¿Cuántos serían ratificados y cuántos tendrían que dejar el poder?
Considerando los resultados de las encuestas y aplicando un modelo que pondera variables, como el contexto estatal y el contexto nacional, los resultados de gobierno, la evaluación de sus equipos de trabajo y cualidades como honestidad, austeridad y transparencia, los resultados de este ejercicio serían:
En Aguascalientes, Martín Orozco no sería revocado, de hecho el probable triunfo de Teresa Jiménez el próximo 5 de junio apunta en este sentido. En Baja California, María del Pilar Ávila, lleva poco tiempo en el cargo, la luna de miel terminó, pero no avanzaría la revocación. En Baja California Sur, el gobierno de Víctor Manuel Castro es gris, pero libraría la revocación. En Campeche, Layda Sansores enfrentó una fuerte oposición, en una eventual consulta de revocación, volvería a batallar para permanecer en el gobierno.
En Chiapas, el gobierno de Rutilio Escandón decepcionó, sería revocado. En Chihuahua, María Eugenia Campos tiene unos meses en el gobierno, en una eventual consulta de revocación sería ratificada. En la CDMX y dados los resultados de la elección del 6 de junio del año pasado, donde Morena perdió la mitad de las alcaldías, a Claudia Sheinbaum le costaría mucho esfuerzo ganar una eventual consulta de revocación de mandato.
En Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, pese a lo complicado del escenario podría ganar la revocación. En Colima, Indirá Vizcaino llegó con un gran apoyo popular, pero los recientes hechos de violencia, que mantienen a la capital en un virtual Estado de sitio podría llevarla a perder una consulta de revocación. Situación similar enfrentan en Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla y en Zacatecas, David Monreal.
En Durango, José Rosas Aispuro forzando la maquina lograría la ratificación, lo cual de alguna manera se expresará en las próximas elecciones. En Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez ganaría la revocación de mandato. En Guerrero, aunque el inicio de gobierno de Evelyn Salgado es complicado, ganaría una eventual revocación de mandato. En Hidalgo, por su desempeño en la pandemia Omar Fayad lograría su ratificación. En Jalisco, Enrique Alfaro sería ratificado. En el Estado de México, Alfredo del Mazo perdería la revocación. En Morelos, sin duda Cuauhtémoc Blanco perdería la revocación, su gobierno fracasó. En Nayarit, Ernesto Navarro lleva poco en el gobierno y sin duda permanecería en el cargo; lo mismo ocurriría en Nuevo León con Samuel García.
En Oaxaca, Alejandro Murat y en Puebla, Miguel Barbosa ganarían la consulta de revocación. En Querétaro, Mauricio Kuri, ganaría la consulta de revocación. En Quintana Roo, el mandato de Carlos Joaquín González sería revocado. Mientras que en San Luis Potosí, Ricardo Gallardo; en Sinaloa, Rubén Rocha y en Sonora, Alfonso Durazo, serían ratificados a pesar de la mediocridad con la que iniciaron sus gobiernos. En Tabasco, Carlos Manuel Merino no fue electo y no sería ratificado. En Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca perdería la consulta de revocación. En Tlaxcala, Lorena Cuéllar sería ratificada. En Veracruz, Cuitlahuac García perdería la consulta de revocación y en Yucatán, Mauricio Vila ganaría una eventual consulta de revocación de mandato.
Este simple ejercicio de ponderación, permite ver la importancia que la figura de revocación de mandato puede adquirir en un futuro cercano. La política es de bronce.
Onel Ortíz Fragoso en Twitter: @onelortiz