“Adiós, adiós, princesa

Espero que hayas hecho lo mejor

Y tengas lo que yo te he dado tanto

Amor, amor y amor

Adiós, adiós, princesa

Que el mundo entero gire para ti

Espero que no tengas que acordarte

Jamás, jamás de mí.”

José José, ‘Adiós princesa’

“I’m onto you, yeah, you

I'm not your number one

I saw you with her

Kissing and having fun

If you're giving all of your money and time

I'm not gonna sit here wasting mine on you, yeah, you

Ciao, adiós, I'm done (I'm done)

Ciao, adiós, I'm done (no, no, no, no)

Ciao, adiós, I’m done.”

Anne-Marie, ‘Ciao, Adiós’

Al igual que Claudia, Marcelo, Adán y quienes se apunten esta semana, Ricardo quiere ser presidente por Morena (o, de a perdis, jefe de gobierno de la capital; pero ya llegaré más adelante en el texto a esa otra historia)… ¿La diferencia entre ellos? Que el zacatecano no ha sido nombrado como una de las corcholatas favoritas de Palacio.

El senador morenista, senador por Morena y líder de Morena en la cámara alta, refrendó su militancia en Morena (ya sé, es repetitivo; ya verán después por qué). Primero advirtió “si se me sigue excluyendo, nada tengo que hacer en esa organización”. Para aclarar que siempre no, que él niega la posibilidad de abandonar Morena. Uno de tantos ejemplos que dejan ver que Ricardo Monreal está herido en su amor propio y por ser excluido de las corcholatas de presidencia.

Más tarde, en lugar de quedarse callado, pasó a avisar que él no está dispuesto a participar en el proceso de elección del abanderado presidencial morenista si se insiste en el método de “la encuesta” para elegir por parte del mencionado instituto político al candidato presidencial.

¿Por qué? Tal vez porque sabe que esta toma la opinión de una sola persona; la del inquilino del Palacio Nacional, la cual no le favorecerá. Agregaría yo: también intuye —y con razón— que mismo una encuesta transparente y justa no le serían suficientes. Lástima, ya sabemos que la popularidad, el apoyo de la sociedad y un gran número de votos NO garantiza un buen gobierno.

Hasta hace y unos días, Ricardo criticaba eso de los actos anticipados de campaña de los compañeros de partido que van tras la Presidencia de la República, pero ahora ya hasta tiene su canción. Una que, a ritmo de rap, habla de su historia, de sus ventajas y de la maleta de sueños que tiene para mejorar al país.

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Tal vez sea en ese veliz donde van algunas de sus razones para decirle ciao, adiós a Morena y con ello ser el primer suspirante a la Presidencia de ese color en abandonar el barco. Tal vez orillado, tal vez casi obligado o tal vez porque empieza a escuchar, junto con nosotros, que lo están proponiendo como posibilidad para que sea el candidato guinda pero para ser jefe de gobierno de la Ciudad de México.

Pero mismo en ello, Claudia Sheinbaum ya se decanta por su propia candidata para la capital. Aun no tienen el pastel y ya se lo están repartiendo. O tal vez, no sea el pastel, sea el cancionero…

En todo caso, la pregunta es, si es el primero en despedirse de Morena, ¿hacia dónde emigrará? ¿Optará por irse al PVEM? Porque si eso sucede, significaría que al 2024 en busca de la presidencia, Morena iría sola. Podemos visualizar al PT apoyando a Gerardo Fernández Noroña y el PVEM —o Movimiento Ciudadano—a Ricardo Monreal.

O, bien, que a partir de que la primera corcholata salga de Palacio, las otras corcholatas también le digan adiós a Morena. Y, en esa posibilidad, en búsqueda de la presidencia Ebrard podría decantarse ¿por MC?, ¿por el Partido Verde?, ¿por ambos partidos políticos en coalición? Un escenario donde trabajarían en mancuerna personajes, Marcelo y Ricardo —como candidato a la CDMX—. Una dupla, para MC-PVEM en alianza o para MC yendo solo con ambos morenistas.

Preparando su camino, Monreal se ha ido acercando a todo aquel que ha sido despreciado por la Cuarta Transformación (otros se han acercado a él, ¿verdad Gibrán Ramírez) Después de todo, en el Senado sus colegas morenistas han tratado de quitarle el liderazgo. Fueron también parte de una injusticia al permitir que el secretario técnico de la JUCOPO fuera encarcelado por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.

Porque lo cierto es que Monreal sí tendría los suficientes votos para garantizar el registro tanto del PVEM o del MC.

La desbandada está a punto de iniciar. Los electores que se lleven Monreal, Ebrard, ¿podrán desfondar a Morena? Aún no lo sabemos.

La pregunta que queda es si la despedida de Monreal será a ritmo de rap o solo un ‘Adiós princesa’.