Ridículo y vergüenza, dos palabras que resumen a la perfección el torneo Frankenstein que se armó el pelotari, itamita y funcionario público rapaz pañanietista Mikel Arriola. Suspender la Liga Mx por un mes, cuando ni siquiera los mercados de fichajes han cerrado, jugando los clubes mexicanos, todos, de visitantes y en condiciones de abierta desventaja (arbitrajes dudosos incluidos), donde incluso las televisoras mexicanas seguro están perdiendo dinero en favor de la plataforma APPLE TV, que es más, dudo mucho que le resulte un gran negocio y mantenga el entusiasmo y la intención de renovar para la organización de otra porquería similar.

Hay descontento de parte de todos: directivos, DTs, dueños de Clubes, jugadores y lo más importante (lo menos para gente como el sr. Arriola, por cierto), la afición, que se ha visto privada del deporte nacional y entretenimiento por excelencia, el  futbol, cumpliéndose la profecía/advertencia qué hizo el presidente AMLO en el inicio del sexenio: el futbol corre el riesgo de no llegar al pueblo, de volverse elitista, y como respuesta los dueños nombran a un total improvisado para el futbol (que no para sustraer dinero de donde sea, siendo de preferencia el Estado, como es propia del ITAM dicha formación a sus alumnos).

Y no es que jugadores y equipos mexicanos en general estén peor que la MLS, simplemente que A NADIE le importa ese pinche torneo, y los estadios vacíos (excepto en los partidos de Messi y el América) sí lucen fantasmagórocamente VACIOS. Ojalá el multicitado Mikel Arriola se largue al PRI de regreso, ente político que por cierto contribuyó a dejar agonizante, si es que alguna vez supo lo que significa el agradecimiento y/o lealtad partidista, y no vuelva al futbol mexicano, donde es ya evidente, NADA tiene por aportar, que no sean bestiales retrocesos.

Nadie parece decirle a Arriola que en el futbol todo está inventado ya, UEFA y Conmebol tienen Copas dentro de sus ligas (la Copa Mx se liquidó), una forma inteligente de organizar copas continentales paralelas, y lo más importante: un sistema más que competitivo de descensos y ascensos, que bien gestionados estos, no solo suman (y mucho) en lo deportivo, sino también en lo económico, por ejemplo, con un torneo -liguilla de promoción- que posibilite hasta tres ascensos y tres descensos por año.

En el extranjero, cuando se enteran de que en México no existe el descenso se burlan. No Mikel, con fuegos artificiales y las luces en los estadios apagándose y prendiéndose al ritmo de la música NO se avanza ni un milímetro en lo deportivo; aquí no es Estados Unidos, aquí no se juega al “soccer”.