Encuentro

De encontrar.

1. m. Acto de coincidir en un punto dos o más cosas, a veces chocando una contra otra.

2. m. Acto de encontrarse (dar con alguien o algo).

3. m. Oposición, contradicción.

4. m. Discusión, pelea o riña.

5. m. Entrevista entre dos o más personas, con el fin de resolver opreparar algún asunto.

6. m. Reunión de expertos en alguna materia con el fin de intercambiar opiniones y experiencias.

7. m. Acción y efecto de topetar (dar con la cabeza).

8. m. En el juego de dados y en algunos de naipes, concurrencia de dos cartas o puntos iguales; p. ej., cuando vienen dos reyes, dos doses, etc.

9. m. Ajuste de estampaciones de colores distintos.

10. m. Lance del juego del billar en que la carambola se produce por retruque.

11. m. Competición deportiva.

12. m. Ceremonia que se celebra por Semana Santa en algunos pueblos, consistente en que una imagen de Jesús y otra de la Virgen, después de recorrer calles distintas, se encuentran en una plaza.

13. m. Anat. axila (concavidad entre el brazo y el cuerpo).

14. m. Arq. Macizo comprendido entre un ángulo de un edificio y el vano más inmediato.

15. m. Arq. Ángulo que forman dos carreras o soleras.

16. m. Mil. Choque, por lo general inesperado, de las tropas combatientes con sus enemigos.

17. m. pl. En las aves, parte del ala, pegada al pecho, desde donde empieza esta.

18. m. pl. En los cuadrúpedos mayores, puntas de las espaldillas que por delante se unen al cuello.

19. m. pl. Maderos con que los tejedores de lienzos aseguran el telar para que no decline a una ni a otra parte.

20. m. pl. Impr. Claros que se dejan al imprimir para estampar allí letras con tinta de otro color.

“Ha habido encuentros entre grupos criminales y autoridades”. Así de fresco lo soltó ayer Rubén Rocha Moya, el aún gobernador de Sinaloa… Luego lo negó y dijo que lo entendimos mal. Que lo que había querido decir era “el significado que tiene la palabra como sinónimo de choques o enfrentamientos”…

Ricardo Monreal quizo echarle una mano diciendo que las declaraciones que el gobernador hizo se trataron de un… lapsus. Nos toman por idiotas.

Uno y otro presumen de ser maestros. El primero hasta ha escrito un libro sobre el narcotráfico. Por lo mismo, tiene claro y sabe —o uno supondría— sobre el uso del lenguaje. Y que utilizara la palabra ‘encuentro’ en sus diversas acepciones, nos hace ver que sí, es maestro, pero que buscaba primero conceder la realidad y luego tergiversarla.

Así, aceptando y reculando, siendo una versión 4t de Quevedo y su calambur con la reina, Rocha Moya aceptó una realidad conocida por todos y que él ya antes había esbozado durante su campaña. Poco importa que sepa moldear las palabras, tristemente no puede moldear la realidad.

Antes, en lo relativo a que para gobernar Sinaloa se deba pedir permiso a la delincuencia organizada, Rubén Rocha había pronunciado: “absolutamente falso que pudiera haber dicho eso”. Un juego más de palabras; falso el que lo pudiera haber dicho, no falso el hecho…

Las columnas más leídas de hoy

¿Y saben qué? Hoy a Rubén Rocha no le queda de otra. Ismael El Mayo Zambada ya comenzó a hablar. Allá, en una cárcel de Estados Unidos, implica a Rubén Rocha y este último se ve forzado a intentar vacunarse revelando lo más posible del cochinero, pero procurando no ensuciarse. ¡Menuda tarea cuando todo es mierda y horror!

Más tarde, el representante (in)popular volvió a mostrar su lado académico al recordar el ‘dilema del prisionero’; dos personas pueden no cooperar, dando por resultado lo peor para las dos partes… Al respecto, yo lo que digo es esto: lo mejor que les podía pasar a ambos es que uno y otro guardaran silencio. Pero, ante la cooperación de El Mayo con el gobierno estadounidense, a Rocha Moya no le ha quedado otra opción que también ir “soltando” lo que sabe. No es tonto; escucha con claridad ‘pisadas en la azotea’. Su gubernatura es ya insalvable. Quizá solo le quede convertirse él también en moneda de cambio… ¿de cambio de qué o de quiénes?

Verán ustedes, mis apreciados lectores: cuando Joaquín Guzmán López —pero sobre todo cuando Ovidio Guzmán Lópeztraicionó a Zambada, ¡también le dio la espalda al gobernador sinaloense! Y el problema es que la estrategia de Rocha Moya solo llamará (aún más) la atención de las autoridades estadounidenses.

La epístola del narcotraficante de hace algunos meses fue más creída que la palabra del gobernador; con mayor razón las confesiones que comienza a hacer a las autoridades norteamericanas.

Sí, Ismael Zambada ya comenzó a hablar en Estados Unidos y, lo que es más, Claudia Sheinbaum ya lo sabe. No en balde la presidenta ha dejado de cobijar al gobernador. Omar García Harfuch podría tener una detención más espectacular que la del Estado de México…

Giro de la Perinola

(1) Los integrantes de la 4t insisten que era imposible que Calderón no supiera de las actividades de Genaro García Luna. Pues bien, si es así, ¿cómo explican que Adán Augusto López Hernández no supiera que Hernán Bermúdez, su secretario de Seguridad en Tabasco, era líder de la Barredora CJNG? En lugar de dejar que siga haciendo borlote en el Senado y traición y media contra la primer mandataria Sheinbaum, ella debería solicitar que el senador sea investigado. Después de todo, no se trata de una “simple” relación autoridad-criminales, sino de un criminal designado como autoridad por el exgobernador.

(2) El cinismo no está peleado con el miedo; de hecho, no pocas veces son manifestaciones que vienen juntas. Lo menciono porque Rubén Rocha dice que Sinaloa “va mejor”. Quizá por ‘mejor’ se entiende que en Culiacán sean destrozadas por los carteles 80 cámaras de monitoreo de la vía pública. ¿Cómo dicen? ¿'Corazón que no ve, corazón que no siente’?

(3) Rubén Rocha Moya (y muchos cuatroteístas junto con él) esgrime que por ser maestro no se junta con los delincuentes. Servando Gómez Martínez, alías La Tuta, fue líder del cártel de los Caballeros Templarios en Michoacán y al mismo tiempo estuvo en la nómina de los docentes/maestros/profesores de la entidad…