La semana inició con el aliciente de la visita presidencial. El gobernador utilizó su tribuna en la conferencia semanera. No rehuyó tema alguno. Hasta a las preguntas que a priori para el espectador pudieran ser incómodas, las atendió con naturalidad. Lo he dicho en otras entregas. Rocha actúa y se mueve como el que se sabe con la experiencia y pericia en el quehacer político.

No dejó nada en el tintero. Destacó el convenio con el IMSS a través de su Director General Zoé Robledo. El Plan de Salud para el Bienestar atenderá a la población que no cuenta con afiliación al ISSSTE ni al propio IMSS. Una inversión de 1,700 millones de pesos. La gente ya no regresará a casa sin medicamentos. Anunció que CFE invertirá en las presas Picachos y Santa María. Serán hidroeléctricas para dar servicio a más de 85 mil viviendas en el sur del estado. En otro tema abordado, reconoció que la pandemia puso los planteles educativos en el abandono y a merced de vándalos. La cereza del pastel, son otros 1,700 millones de pesos para rehabilitar escuelas de todo el estado.

El mandatario continúa reacio a obras faraónicas. Primero lo más básico. Sin escuelas y sin servicios públicos de calidad, el tejido social es más complejo de sanar.

Rubén Rocha moya en Ahome

Este mismo lunes el gobernador estuvo en Los Mochis, en el norteño municipio de Ahome. Visitó “la ciudad esmeralda” para dar el banderazo de inicio de obra de un drenaje. El mismo colector que en 3 años un alcalde de Morena no quiso o no pudo atender. Los Mochis es ciudad joven, moderna. Se ha distinguido por diversos indicadores, llegar a ser de las mejores ciudades para vivir en México.

A ese evento me di la tarea de asistir. Quise ser testigo del estilo del Doctor Rubén Rocha Moya en su manera de comunicar, gobernar y ofrendar obra. El evento lo convirtió en acto de audiencia pública. A pesar del calor, se dio tiempo de escuchar, sin tiempo y sin prisa. Escuchó todos los reclamos. Hablaron vecinos, indígenas, maestros, una señora enferma de cáncer, gente de las comunidades rurales y colonias populares. Ahí mismo se comprometió cuanto pudo. Justicia social rápida y expedita para la gente. El pueblo necesita eso, compromiso y soluciones. No papeleo.

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En el evento nos regaló varias frases dignas de recalcar. El gobernador tiene experiencia, pero es un político moderno. “Somos gobierno de todas y de todos, no podemos castigar a nadie que haya ejercido la democracia”. Cito esa frase, porque el discurso y los hechos van de la mano. El gobierno es parejo, sin revanchismos y con visión de futuro.

“¡No se la perdonen a nadie!” les dijo a los asistentes. En respuesta a un vecino que reclamaba a gobiernos de antaño del PRI, del PAN y al más reciente de Morena. Como dice el Presidente, el pueblo pone y el pueblo quita.

De primera mano pude notar la calidez con la que el mandatario se dirige a quien se debe. Se asumió un indígena más e hizo el compromiso con los pueblos originarios del norte de aterrizar una política pública de infraestructura social que le mejore las condiciones a sus ‘hermanos’ indígenas.

Por cierto, Ahome estará en el epicentro de la grilla a finales de junio por la consulta popular a los pueblos indígenas a fin de saber si quieren que se construya o no, la famosa planta de fertilizantes. Por el bien de Ahome y Sinaloa, ojalá el resultado sea favorable.

Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix