México está en el ojo de la opinión publica internacional. El ascenso de Donald Trump ha provocado que este país esté de nuevo envuelto en una serie de escándalos cuyos protagonistas no son otros que el gobierno y los líderes de las entidades federativas.
Me refiero en particular a la declaración de la Casa Blanca de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y el supuesto vínculo con el gobierno mexicano. Lejos de retractarse o de pretender matizarlo, Donald Trump, JD Vance y Marco Rubio lo han reiterado en distintas ocasiones.
El gobierno mexicano, y más aun, Morena, no lucen especialmente preocupados por limpiar la imagen que envía Washington. Por el contrario, parecen empecinados en confirmar lo dicho por los estadounidenses, en una suerte de indolencia con una pizca de descaro.
El fin de semana pasado circuló en redes una fotografía del gobernador Rubén Rocha posando felizmente al lado de Andrés López Beltrán, secretario de Morena e hijo del ex presidente, con ocasión, según dijeron, de la afiliación oficial del sinaloense al partido oficial.
El lector recordará que el gobernador Rocha ha sido acusado de lazos con el cártel de Sinaloa, y ser el responsable de que continúe la ola de violencia que azota su estado.
Según ha trascendido, El Mayo Zambada, hoy preso en Estados Unidos, habría declarado que la organización habría financiado y operado la campaña del gobernador.
Por otra parte, dejando a un lado por un momento cualquier información noticiosa, resultaría bastante ingenuo -diría uno- imaginar el crecimiento del cartel en Sinaloa sin la complicidad de las autoridades públicas; amén de los reportajes conducidos por diarios internacionales donde ha quedado de manifiesto.
Ante todas estas sospechas, y mismo semanas después de que Trump declarase de manera oficial la existencia de un narcoestado en México, el secretario general de Morena hace pública la afiliación de Rocha y el respaldo implícito del partido al gobernador de Sinaloa. ¿No ha resultado una torpeza fundamental mostrar al mandatario estatal cuestionado al lado del hijo del ex presidente en medio de una embestida del gobierno de Estados Unidos? Según es evidente, no se ve así desde el oficialismo.