Ya sabemos que tanto el CEO, como los community managers de la aerolínea irlandesa son “la mar” de polémicos, tanto en la forma de administrar la empresa como en su forma de darle respuestas a sus clientes. Ryanair se ha caracterizado por ser “disruptiva”, y la verdad es que hasta el momento les ha ido bastante bien.
Ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de la nación norteamericana, los de Ryanair ni tardos ni perezosos “se pusieron de tapete” y manifestaron su total apoyo al nuevo mandatario, para que este impulse a la fabricante de aviones Boeing, empresa armadora que no ha estado pasado por sus mejores momentos, sobre todo en cuanto a la fabricación del modelo B737MAX, equipo que Ryanair usa como “caballito de batalla”.
El CEO de Ryanair, Micheal O´Leary, cree que con la llegada de Trump se acrecentará el sentimiento de competencia y esto sería sumamente positivo para Boeing. Cosa que no puede estudiarse de manera unidimensional, pues ustedes recordarán los nefastos resultados de la estúpida carrera que inició Boeing contra Airbus: dos accidentes fatales de la armadora gringa como resultado.
Dice el refrán: “Dios los hace y ellos se juntan”. O´Leary y Trump fueron cortados por la misma tijera, y dotados de ínfulas de dominarlo todo; en el caso de O´Leary los cielos, concretamente los de Europa, porque sabe muy bien que los norteamericanos no le van a “abrir sus cielos”; los hijos del Tío Sam son el mercado más proteccionista que existe, y eso se va a acrecentar todavía más con la llegada de Trump al poder.
Ryanair confía que con el nuevo gobierno estadounidense, por fin se logre certificar el Boeing 737MAX-10, según lo expresado en una entrevista a diversos medios por parte de Eddie Wilson, director ejecutivo de la aerolínea, pues dentro de sus planes de crecimiento está la incorporación de ese nuevo modelo para el año 2026, o sea, a la vuelta de la esquina.
Pero esto no es todo, además de mostrar su simpatía y apoyo al nuevo mandato del neoyorquino Trump, Ryanair ahora se está peleando con España, y en realidad con quien se deje.
Vayamos al meollo del asunto: en varias columnas les he comentado cómo es que funciona Ryanair, la aerolínea de bajo costo más grande del continente europeo. Después de pelearse tanto con los galos como con los germanos y los italianos, por los ajustes a las tarifas aeroportuarias, ahora tiene a los españoles en la mira.
Si acaso alguno no lo sabe, o no lo había leído en alguna columna anterior, vamos a explicar de manera breve y desenfadada la forma de operar de Ryanair. Imaginen a la empresa de aviación acudiendo con los gobiernos, y les dice: “yo te llevo el pasaje a esos aeropuertos que tienes subutilizados y francamente olvidados, y nosotros le damos vida, esto es, empiezas a ganar dinero cobrando el uso de aeropuerto, todo a cambio de un pequeño subsidio”.
Los gobiernos le pagan a Ryanair por operar en esos aeropuertos secundarios, que evidentemente no interesan a las aerolíneas tradicionales. Pero, si acaso al gobierno se le ocurre aumentar las tarifas aeroportuarias, a Ryanair no le va a temblar la mano, y sin empacho va a amenazar al gobierno, anunciar recortes como medida de presión.
En el caso español, la aerolínea ha anunciado que para este verano del 2025, reducirá sus operaciones, dejando de volar 12 rutas y recortando 800 mil plazas de trabajo, particularmente gente que trabaja para ellos en los aeropuertos ibéricos.
Los destinos afectados serían ciudades como Valladolid y Jerez, y se verían afectados por una reducción en las operaciones de destinos como Asturias, Vigo, Santander y Santiago de Compostela.
Ryanair argumenta que los aeropuertos españoles no son los suficientemente “competitivos” por las altas tarifas aeroportuarias. Sin embargo en España, el grupo “Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea” (AENA), en voz de su director Maurici Lucena, ha salido a los medios para desmentir a Ryanair.
Según Lucena, es todo lo contrario, pues los impuestos por uso de aeropuerto en España, son los más bajos de toda Europa, por lo que defendió el costo de las tarifas, manifestando que no cederá al chantaje de Ryanair.
El director de AENA ha dado en el clavo, la manera en cómo Ryanair se maneja es a base chantajes a los aeropuertos. Esto mismo ya lo hizo en Alemania, con las mismas amenazas: “si no bajan los impuestos por uso de aeropuerto van a recortar sus operaciones” con todas las consecuencias que conlleva.
De hecho en el país germano cerró las bases de Dresden, Leipzig y Dortmund, además de reducir un 60% las operaciones aéreas en el aeropuerto de Hamburgo. Mismo caso en Francia donde para este año habrá un recorte de la mitad de sus operaciones.
El argumento es el mismo, según Eddie Wilson de Ryanair, quien califica las tarifas de “insostenibles” y exigiendo “ajustes para mantener la competitividad”, como lo recoge el medio Aviación Online.
Argumento con sabor a amenaza, pues asegura que de continuar con esas tarifas tan “altas” se vería obligado a trasladar sus operaciones a países donde los impuestos sean “más bajos”, o sea que la conectividad y la oferta de asientos para los pasajeros a Ryanair le vale un comino, lo que quiere es operar vuelos y que le salgan “mega baratos”.
Por eso ahora está presionando en España, tanto a su gobierno como a operadores aeroportuarios para que bajen los impuestos, y aquí viene lo más “bonito”, y les pido que por favor tomen nota de este dato importante, porque solicitan que si no se bajan las tarifas, entonces les ofrezcan “incentivos” para no dejar al garete a los aeropuertos españoles.
Traducción: Ryanair pide subsidios para seguir operando, que el gobierno y/o los aeropuertos le paguen por volar en sus terminales aéreas. Lo cual el director de AENA considera un chantaje en toda regla, pero es así como se ha manejado durante muchísimos años Ryanair y ese ha sido parte de su gran éxito.
A toda esta polémica se le suma el caso con Italia, pues apenas acaba de anunciar Ryanair que va a detener su expansión en el segundo aeropuerto Roma, esto debido ¿ya adivinaron? ¿no? a los altos costos por el aumento a las tarifas de uso de aeropuerto y por si fuera poco, a que este 2025 es un año de “Jubileo”.
Lo cual significa que la demanda de vuelos aumentará, ya que según cálculos del Vaticano se esperan nada más por este evento más de 32 millones de turistas en Roma.
Además de recortar sus operaciones en los aeropuertos de la capital italiana, anunció que recortará la inversión de 100 millones de euros que tenía prevista para la terminal aérea de Fiumincino.
Según la Agencia Reuters “No hubo comentarios inmediatos de Aeroporti di Roma, la empresa que opera los dos aeropuertos.”, en el caso español AENA ya le ha respondido a Ryanair, en el italiano pues todavía no.
Pues así las polémicas que sigue desatando Ryanair, sabedor de que tiene la sartén por el mango y que además los usuarios van a terminar presionando a sus gobiernos para que la aerolínea haga lo que le venga en gana. Negocio redondo, sin duda.
X: @xime_garmendia