Estimados lectores, para que ustedes tengan la mejor información, no hay nada mejor que acudir directamente a la fuente y preguntar; preguntar mucho hasta que quede perfectamente claro, y eso fue precisamente lo que hice el lunes pasado.
Para dejar los dimes y diretes, nada mejor que acudir directamente al Gobierno Federal para saber ¿cuál es la propuesta que hicieron a los trabajadores de Mexicana de Aviación? La cita fue a las 17:30 horas, así que tomé el transporte público -un maravilloso Metrobús- y llegué a unas cuadras de las oficinas de la STPS.
La plática fue con el Titular de la Unidad de Trabajo Digno de la STPS, el Maestro Alejandro Salafranca Vázquez. Malagueño de nacimiento, cuyo acento sureño lo delata cuando charla; se formó en nuestro país y estudió Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México. Hoy es candidato a obtener el grado de doctor en Historia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid.
Este punto, intrascendente para algunos, es muy importante y lo verán más adelante. El ser de formación historiador te permite observar el caso de Mexicana de Aviación desde diferentes puntos de vista, colocando en su contexto a todos y cada uno de los actores involucrados; esto permite avanzar en este limbo en el que los trabajadores llevamos casi 13 años.
La pregunta inicial que se hizo fue ¿Dónde estamos parados?, y la respuesta por parte de Salafranca fue corta pero contundente. Nos dijo que existe un acuerdo ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje entre la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los tres sindicatos: la Asociación Sindical de Pilotos Aviación (ASPA), la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), y dos grupos de trabajadores, refiriéndose a los que forman parte de la Coalición de Empleados de Confianza, así como los Asociación De Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de da Aviación Mexicana (AJTEAM).
¿En qué consiste ese acuerdo? le preguntamos al Maestro Salafranca. Como buen historiador se remontó a noviembre de 2022, cuando por el escándalo del “Guacamaya Leaks” se filtró en los medios la pretensión del Presidente de la Nación el adquirir el “nombre” de Mexicana de Aviación para la línea aérea que va a echar a andar vía la SEDENA.
Y es justamente ahí cuando comienzan las pláticas con los sindicatos y los grupos de trabajadores. Por supuesto, sabemos que a lo largo de estos más de 12 años, el caso de Mexicana de Aviación es una maraña de pleitos judiciales, que inician con la bajada de vuelo de la compañía aérea.
Una realidad es que el monto de los bienes que posee al día de hoy la aerolínea no alcanza para pagar todos y cada uno de los laudos que se tienen.
Se ha judicializado hasta la saciedad, el enarbolado principio de que “primero en tiempo, primero en derecho”. En los muchos expedientes tramitados, los sobrecargos jubilados fueron los primeros en obtener un laudo a su favor, eso es un hecho innegable, y por eso ellos consideran que están por encima de los derechos de los trabajadores activos de la aerolínea, pero en la realidad no es así, y es que, en todo este problema legal, son de aplicarse muchos otros aspectos y argumentos jurídicos además del de la “temporalidad”.
A algunos de los sobrecargos jubilados les pasa de noche que tenemos dictada una sentencia de quiebra desde el 4 de abril del 2014 (anterior a su laudo de 2016), y que de acuerdo con la ley, los primeros de la fila debemos ser los trabajadores. En lo personal, no pretendo desconocer su naturaleza como trabajadores, a pesar de estar en un rubro distinto: el de jubilados. No soy yo, sino la empresa, los sindicatos y las instituciones de seguridad social los que los colocan en otro apartado diferente al de trabajador. Y esto lo saben ellos perfectamente.
Continuando con la charla, el Gobierno Federal mandó hacer un avalúo a través del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN), que arrojó que la marca tiene un valor de 407 millones 441 mil pesos. Originalmente solo se iba a adquirir la marca, pero el Presidente de México, al ver el monto del avalúo, quiso “ponerle más carnita”, para hacer más grande la bolsa a repartirse no solo entre los trabajadores que estaban en activo hasta el 28 de agosto del 2010, sino incluyendo a los jubilados.
Esta medida salomónica evita dos grandes litigios: por un lado, les evita a los jubilados que tengan que pelear en tribunales su derecho a ser parte de este acuerdo, pues se les reconoce de origen. Por otro lado, los pone en igualdad de circunstancias que los trabajadores en activo, lo que les permite ser tomados en cuenta en esta acción que no pretende otra cosa sino resarcirnos “algo” de lo que perdimos con el fraude contra la aerolínea.
Así que el Gobierno Federal preguntó si había más bienes de la compañía aérea de los cuales “echar mano”, y es así como se sumó a su propuesta la adquisición del Centro de Adiestramiento a Tripulaciones (CAT), del Edificio de Guadalajara, del Edificio de la CDMX (ubicado en Balderas esquina con Avenida Juárez), y dos simuladores de vuelo. Todos estos bienes juntos con la marca fueron valuados en la cantidad de 816 millones de pesos.
Sin embargo, uno de los simuladores que están en el CAT, ya es chatarra prácticamente (por falta de mantenimiento). Y tras descontar otras deudas ineludibles, después de varias reuniones, los sindicatos y grupos de trabajadores llevaron esta información a sus respectivas asambleas. Finalmente, el acuerdo de compra de la marca y los bienes fue depositado ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
¿Qué ha pasado con el acuerdo? cuestionamos, y la respuesta fue: ¡nada, no ha pasado nada! Entonces preguntamos ¿Cómo es que se piensa adquirir la marca y los bienes? La adquisición de estos, de llegarse a concretar la compra, sería a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, por parte a su vez de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y Aeropuertos y Servicios Auxiliares, quienes harán la adquisición vía el Fideicomiso del MRO (Ojo, no a través del MRO, sino del Fideicomiso). A más tardar se tiene contemplado que en 3 semanas la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tenga los recursos.
También señaló Salafranca que en el Fideicomiso del MRO se tiene un adeudo de 15 millones de pesos con Invex. Pero que a pesar de eso ve el panorama positivo, ya que calcula que de darse todo, estaría listo para entregarse el dinero a los trabajadores entre dos a tres meses.
Un punto importante a resaltar es que el dinero de esta adquisición, tanto de la marca como de los bienes de Mexicana de Aviación, serán entregados directamente a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y que serán los sindicatos y los grupos de trabajadores, quienes entreguen a esta dependencia el listado de los trabajadores con los respectivos montos a pagar.
Por supuesto que hay un escollo: un grupo de sobrecargos jubilados que interpusieron dos amparos; uno de estos amparos fue sobreseído -así nos lo dijo mientras estaba platicando-, y que el segundo amparo tiene fecha de resolución para el 13 de marzo, oponiéndose a que se levante el embargo, pero da la casualidad de que este grupo, representado por un abogado, no tiene trabado embargo alguno sobre la marca o los bienes.
Es importante que sepan que poco más de 200 sobrecargos jubilados no pueden perjudicar a más de 8 mil 500 trabajadores y 450 sobrecargos jubilados, ya que el acuerdo es que se compran los bienes y la marca sí y solo sí el dinero se reparte entre todos los que fueran empleados de Mexicana de Aviación, y no solo un pequeño grupo. Este acuerdo no es una resolución sobre los múltiples laudos que hay en este caso, sino que es una salida que encuentra el Gobierno Federal para darle un poco de justicia a los trabajadores, y de eso están muy conscientes.
Por supuesto que pregunté ¿qué pasa en el caso de los trabajadores que tienen demandas y aún no han ganado su laudo?, a lo que el Maestro Salafranca respondió que la propuesta del Gobierno no es sobre la resolución de los laudos, sino que se les pague a todos los trabajadores, y que los montos dependerán de los listados que manden los sindicatos y los grupos de trabajadores a la JFCA.
Agradecimos el tiempo brindado y que permitiera todos los cuestionamientos.
Con sus respuestas queda claro que:
Sí y solo sí se comprarán la marca y los bienes si se reparte el dinero por este concepto entre todos los trabajadores de Mexicana y los sobrecargos jubilados, esto es, entre 8,500 activos y 650 jubilados.
La compra se hará a través de la SICT por medio del Fideicomiso del MRO.
El dinero para la dispersión se le dará a la JFCA y los sindicatos y grupos de trabajadores tendrán que mandarle a ella los listados con los montos de cada trabajador.
Si en la tramitación, se ve que la venta es para beneficiar a solo un grupo de trabajadores, como lo pretenden los que solo tienen hoy un amparo por resolver, no habrá venta.
Creo que más claro, imposible. No soy una persona de quedarme con dudas. Busqué una cita con el Gobierno Federal y las puertas las abrió el Subsecretario del Trabajo, Maestro Alejandro Salafranca, quien dejó claro dónde estamos parados, hoy por hoy, con el tema de la venta de la marca y los bienes de Mexicana de Aviación.
En un punto importante, Salafranca fue contundente: no se les está pidiendo a los trabajadores que se desistan de sus demandas, pueden seguir con ellas si esa es la vía que quieren, pero que esto es totalmente independiente de la maraña jurídica. Sobre lo que versa el multicitado acuerdo, es sobre desistirse de los embargos que constan en los expedientes correspondientes.