El novelista de nacionalidad estadounidense y británica fue acuchillado luego de una sentencia de muerte que se ha mantenido durante las últimas cuatro décadas.
De forma inesperada, incluso sospechosa según mi percepción, el novelista Salman Rushdie ha sido atacado con un arma blanca mientras se presentaba en un foro literario en la localidad de Chautauqua, Nueva York.
Rushdie, novelista con una obra amplia, será recordado para bien o para mal por su controversial texto “Los Versos Satánicos”, una novela que contiene material considerado polémico para fundamentalistas islámicos por referencias consideradas ofensivas al Corán y al Profeta Mahoma.
A fines de la década de los noventa, una era en donde muchos de los lectores de este portal aún no nacían, Salman publicó la polémica novela, misma que fue galardonada por el establishment literario de occidente y fuertemente condenada por líderes religiosos islámicos, incluyendo el Ayatolá Ruhollah Jomeini, autor de la fetua, o fatwa en contra del novelista, ofreciendo una cantidad de 3 millones de dólares por su cabeza.
Lo que siguió fue una serie de atentados contra un atribulado Rushdie, quién terminó por divorciarse de su esposa y quién tuvo que ocultarse durante casi dos décadas bajo identidades falsas, a salto de mata y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Casi 4 décadas después de la aparición de “The Satanic Verses” (su nombre original), un tal Hadi Matar, ciudadano norteamericano de 24 años de edad, logró “la gloria” de culminar el atentado contra un adulto mayor que le triplica la edad.
Vale terminar este espacio señalando por enésima ocasión que nada justifica un atentado contra un escritor o periodista, ni con la libertad de las personas.
La creatividad no equivale a discurso de odio.