“Lo que el salvaje que con torpe mano

hace de un tronco a su capricho un dios,

y luego ante su obra se arrodilla,

eso hicimos tú y yo.

Dimos formas reales a un fantasma,

de la mente ridícula invención,

y hecho el ídolo ya, sacrificamos

en su altar nuestro amor.”

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

¿Un nuevo distractor? Posiblemente. A pesar de ello, considero necesario escribir y comentar sobre la salvajada —y la ofensa— que ha sido matar a una gallina en pleno Senado de nuestro país. La cámara alta del Legislativo, en su terraza del piso 2, sirvió de escenario para un acto sangriento, de muerte, que no debía haberse realizado (menos aún en dicho recinto).

No se trató de una ceremonia de los pueblos originarios como luego los de Morena quisieron hacer creer. Tampoco fue culto a Tláloc (tip: no existían en América las gallinas cuando se le ofrecían sacrificios a esta deidad). Menos aún una “ofrenda por el día de la Tierra”. ¿Matar a un ser vivo para agradar al planeta? ¡Por favor!

No, señoras y señores. Aquí se cometió un delito que se castiga con seis años de prisión, tal y como está establecido en el Código Penal de la Ciudad de México. La cuestión es que el senador morenista Adolfo Gómez Hernández, quien organizó todo el espectáculo y dio justificantes baladíes a su actuar, sabe que cuenta con fuero y que nadie tiene los pantalones —y la coherencia suficiente— para denunciarlo y procesarlo como se merece.

De hecho, la presidencia del Senado ya se deslindó de los hechos, pero por cuanto a impedir esta atrocidad o castigar el acto, nada… o lo mismo que nada. Se le informó al senador Gómez que en el Senado no se pueden realizar ritos que impliquen maltrato a animales; se le señaló que eso sería un delito, pero él contestó que no le importaba y que asumía toda la responsabilidad. El ya tan característico “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley” por parte de Morena.

Se acercan las elecciones; el momento de depositar nuestro voto. Por lo mismo, momento también de preguntarse: ¿ese es el tipo de senador que queremos? ¿El que confirma saber perfectamente que está violando la ley, el que sacrifica a un animal en el Senado de la República, en una ceremonia que ni siquiera es autóctona o auténtico (mismo el Consejo Autónomo de Pueblos y Barrios Originarios se ha deslindado)? ¿Que arma un show con quién sabe qué significado fincado en la brujería?

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Más allá de la condena pública, ¿los senadores del PVEM, aliados del régimen, en un acto de congruencia con los postulados de su propio instituto político van a romper con la coalición? ¿Solicitarán la destitución del mencionado senador? ¿O esperaremos más silencio?

Lo que sucedió en el Legislativo merece el mayor escarnio y depositar nuestro voto para que todo cambie y nada siga igual.

Giros de la Perinola

1.- El lamentable espectáculo sirve de distractor para que no veamos el sacrificio que Andrés Manuel López Obrador, cortesía de Morena, está haciendo de todos los mexicanos con la reforma a la Ley de Amparo. Sacrificio es la palabra correcta: ahora, si el gobierno viola nuestros derechos constitucionales, no podremos defendernos si quiera vía el amparo y evitar los abusos de los poderosos.

2.- También de cortina de humo frente a la creación del ‘Fondo de Pensiones para el Bienestar’ y a la reforma a la Ley de Amnistía.

3.- Una pregunta para los “santeros” de Morena. ¿La gallina simboliza a Andrés Manuel? Y no, no es falta de respeto (esa es la que nos propinó a los mexicanos el senador de Morena). Lo que sucede es que en diversas culturas, la deidad humana (el gobernante) era sacrificada en beneficio de su pueblo…

4.- Por si fuera poco el acto de superchería, Morena y sus aliados impulsaron una reforma para que México considere como parte de sus áreas prioritarias el espacio, la luna, los planetas, las estrellas, los cometas y los meteoros. Esta ocurrencia, además de ser una pendejada, viola toda clase de acuerdos internacionales. Sí.

5.- Acuérdate de Acapulco. El bello puerto sigue sin poder superar Otis y, encima, anoche se observaba el dantesco escenario de fuegos que no cesan. El no tener Fonden ni presupuestos suficientes en materia de protección civil y bomberos, hacen que esta tragedia no se pueda controlar, dejen ustedes haberla prevenido.