La próxima unción de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz como la virtual candidata presidencial del bloque opositor ha dinamitado la hipótesis de Dante Delgado en cuanto a la inevitabilidad de una disolución y derrumbe de la coalición opositora.
Que los partidos de oposición hayan logrado los consensos encausados en afianzar una cohesión sólida de cara a los comicios federales del próximo año ha materializado un bloque de contención contra el proyecto emecista de minarle simpatías a los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática para crecer en presencia y representación legislativa el año que viene.
Las opciones de Dante no paran de extinguirse. Ya no existen posibilidades de que el Frente Amplio por México rompa.
Si bien esto pudo ser una posibilidad, pues el desenlace de la consulta que se hubiese llevado a cabo el próximo domingo sí pudo haber sido desastroso por diversas razones; entre ellas, una movilización antidemocrática y estrictamente partidista de las estructuras priistas a favor de una de las contendientes; o que la maquinaria electoral oficialista se hubiera organizado para reventar la elección; o una baja participación ciudadana. Escenarios adversos los había. Sin embargo, el pragmatismo de los protagonistas y liderazgos del FAM ha sido clave para evitar cualquier tipo de desastre.
El dueño de MC aún puede insistir en su quimérica tercera vía persuadiendo al gobernador de Nuevo León, Samuel García, para que se preste al ridículo de contender por la presidencia.
No obstante, esta alternativa se enfrenta a múltiples obstáculos. El primero, es que el niño de los ojos del veracruzano no cuenta con las simpatías del congreso local neoleonés, dominado por el PRI y el PAN. Esto quiere decir, que, de prestarse a la farsa de postularse a la presidencia, Samuel no podría elegir a su gobernador interino. O incluso podrían los legisladores locales de su estado negarle la licencia e impedirle candidatearse al ejecutivo federal.
Ahora bien, de lograr la licencia, la mera postulación de Samuel García a la presidencia, implicaría de manera inherente la pérdida de Nuevo León, que, con la ruptura con Alfaro en Jalisco, significaría que MC se quedase sin gobernadores en funciones.
Otra opción para Dante radica en una eventual ruptura dentro de Morena. Quizás aún mantenga esperanzas de sumar a Marcelo Ebrard a su partido. Empero todos sabemos que de postularse Ebrard Casaubón por MC a la única persona que beneficiaría sería a su única y real contrincante, Claudia Sheinbaum. Por lo que no creo que el excanciller se preste a garantizarle la presidencia a quien—según sus dichos—se la está robando a él.
Así las cosas, Dante Delgado solamente tiene un sendero: que sea él quien se postule a la presidencia por su partido. Su candidatura no solamente sería estrafalaria y absurda, sino que podría implicarle a su partido la pérdida del registro.
Delgado Rannauro tiene más de setenta años. Con más historia que carrera, probablemente se anime a cualquier despropósito. Pero Samuel García sigue siendo un hombre joven y con mucho potencial. Por consiguiente, resulta imperativo que, al igual que su correligionario, Enrique Alfaro, se sume a la candidatura de Xóchitl Gálvez, quien no milita en ningún partido político.
Samuel García se garantizaría un futuro brillante si ofrece su estructura a la oposición.
Son tiempos en que los políticos deben mostrar vocación democrática y no fidelidad partidista. Ya van muchos que han venido poniendo el ejemplo.