El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha decidido dejar sin clases de educación física a miles de niños y niñas en plena crisis de obesidad tanto en menores de edad, como en la población en general.
Y es que entre los estragos de la pandemia por Covid-19, los niños y niñas de Nuevo León se han sumado a la lista de personas con obesidad que ahora lidian con esa nueva realidad mientras regresan a la “normalidad” antes del bicho.
Lo más preocupante de todo es que Samuel García cancela un programa de educación física por supuestos vicios, pero no anuncia alguna medida que reemplace ese espacio vacío en la salud de los niños, niñas y adolescentes.
¿Por qué el gobernador da marcha atrás en la salud de las infancias cuando tanto presume, o presumía porque ya no se levanta temprano, de sus horas en el gimnasio junto con su esposa Mariana Rodríguez?
En un comunicado, el gobierno de Nuevo León anunció el fin del “Programa de Educación Física y Deporte Escolar”, el cual era operado por el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte (INDE) a través de la contratación de más de 300 maestros. Con esa medida, la administración de Samuel García pone fin a un programa lanzado en 2015 que, según sus conclusiones, no cumple los objetivos para los que fue creado.
De acuerdo con el gobierno estatal, el gasto total del programa era de 63 millones de pesos, y de 2015 a 2018 los recursos fueron entregados por la tesorería, pero una vez concluido el proceso electoral, fue el INDE quien asumió ese gasto.
El programa inició con 461 maestros y poco a poco se redujo hasta llegar a 307 maestros con actividad en 405 escuelas públicas. Se atendieron a más de 84 mil alumnos.
El contrato del INDE con los 300 maestros concluye el 31 de marzo y no se renovará. Según el gobierno de Samuel García, en la evaluación del programa se encontraron diversas irregularidades como: nepotismo, selección de perfiles no adecuados y hasta supuestos “aviadores”.
La verdad es que con la suspensión de las clases de educación física, Samuel García se va ahorrar “una buena lana” que posiblemente destine a otras áreas de atención poblacional.
Los niños, niñas y adolescentes de Nuevo León no se van a quedar sin clases de educación física: la Secretaría de Educación local mantendrá sus cursos, pero la suspensión del programa específico sí supone una contradicción con el supuesto enfoque de “vida saludable” que tanto promueve el gobernador.
Samuel García se olvido de su filosofía del “5-11″
En Nuevo León todos se quedaron con la premisa “5-11″ de Samuel García: despiértate a las 5 de la mañana para echarle al gym y vete pa’l jala a ser productivo hasta las 11 de la noche, cuando ya sea hora de dormir.
En los primeros meses de su gobierno, Samuel siguió al pie su filosofía “5-11″ y en Instagram nos acostumbró a compartir sus rutinas mañaneras. Pero ahora parece que gobernador ya siente la presión de la investidura y no está muy motivado para entrarle los miércoles “de pecho.”
De acuerdo con estudios recientes, del millón de niños y niñas que cursan la educación primaria en Nuevo León, al menos 400 mil viven con obesidad y han desarrollado algún tipo de enfermedad crónica por esa condición.
Si a Samuel García no le gustó el programa extraordinario de educación física para escuelas públicas, tiene todo el derecho de ordenar su cancelación, pero por favor que no deje en el desamparo a los niños y niñas que necesitan de su apoyo para una vida más saludable.
Tal vez Samuel no quiere saber nada del gimnasio porque ya no alcanza a levantarse temprano, la luna de miel como nuevo gobernador se está acabando y ahora, antes de irse a dormir, tiene que lidiar con las denuncias de inseguridad, la crisis del agua y el hartazgo ante sus publicaciones en Instagram. Que alguien le pase la toalla.