Según la celebre definición de Clausewitz, la política es la continuación de la guerra por otros medios, pero la exhibición que hicieron el pasado martes 29 de junio Ulises Ruiz y Nayely al tomar y violentar las instalaciones del PRI, es la guerra; guerra sin adjetivos.
Ambos personajes llegaron al PRI reclamando violentamente la salida de Alejandro Moreno de la dirigencia del tricolor.
Las imágenes muestran golpeadores del grupo Ulises-Nayeli, con actuación alevosa y sin miramientos. La agresión inició con el encadenamiento que realizaron a las instalaciones de ese partido, impidiendo el acceso a las mismas, así como la salida de las personas que se encontraban en su interior.
Avanzada la tarde los manifestantes irrumpieron ocasionando heridos y una persona baleada en situación grave
Es la guerra como sustitución de la política, el acto no tiene calificación y es indefendible, aunque los autores de tales hechos buscan confundir los sucesos y su interpretación, pero no hay duda, la agresión inició cuando decidieron la toma de las instalaciones y su bloqueo, desechando los medios que existen para plantear quejas o inconformidades a través de las instancias que existen para ello.
Los manifestantes optaron por emplear medios que agravian y agreden a los priístas.
En efecto, en vez de la política como sustitución de la guerra por otros medios, es la política con los medios de la guerra. Es la búsqueda de obtener sus propósitos a cualquier costo, desconociendo la institucionalidad a la que se debían como supuestos militantes del PRI.
Ulises y Nayely rompieron con su condición de militantes, lastimaron a quienes sí lo son y afectan al PRI en un momento de gran importancia para la vida de la República, por el carácter del PRI como oposición y del papel que está llamado a jugar en ese carácter.