La boda de Carla Humphrey y Santiago Nieto fue un evento privado que debe quedar marginado de la conversación pública, sin importar dónde y a qué costo se realizó.
La consejera del INE y el titular de la UIF son dos personas con dinero para pagar un evento como el del fin de semana pasado, y sanseacabó. Cualquier crítica a la boda queda fuera de lugar aun si se argumenta que no cumplió con la austeridad republicana, sencillamente porque ese es un principio público, y no privado.
Ahora sí, hablemos de lo público: Santiago Nieto, Ealy Ortiz y Paola Félix
Dicho lo anterior, lo que sí llama la atención es que uno de los invitados a la boda haya querido ingresar a Guatemala con 35 mil dólares en efectivo.
Ealy Ortiz ya mandó publicar en El Universal una explicación que poco convence. ¿Quién viaja en estos tiempos con 35 mil dólares en efectivo? ¿Acaso el magnate de los medios desconfía de los cajeros automáticos? ¿No le gusta usar plástico?
Como sea, viajar con grandes cantidades de efectivo es justo el tipo de conductas que a la Unidad de Inteligencia Financiera le interesa indagar a fondo. A Santiago Nieto no le queda más que abrir un expediente en contra de Ealy Ortiz y despejar las dudas sobre el origen de ese dinero, sin importar la cercanía con el personaje que supone su invitación a la boda.
Sobre Paola Félix, la ahora ex secretaria de Turismo de CDMX, vale recordar que no es la primera figura pública del gobierno capitalino que pierde su trabajo por viajar en avión privado. Si aceptó un empleo con ciertas restricciones de movilidad, pues debe atenerse a las consecuencias.
Lo que sí resultó deplorable fue el intento por hacer ver a la funcionaria como la persona que portaba los 35 mil dólares. Pese a que Ealy Ortiz admitió públicamente que el dinero era suyo, hay miles de ciudadanos que se quedaron con la idea equivocada y pensarán por siempre que Félix cometió un delito. Una muestra más de que la mala leche le gana a la verdad.
Alberto Rodríguez en Twitter: @_rodriguezduran