Les platico:
Uno de los cuadros que Alberto Baillères Jr. más ha visto en su vida es el de Goya que se exhibe en el Museo Del Prado, “Saturno devorando a su hijo”, impresionante y grotesco fresco de 143.5 x 81 centímetros pintado por el genio español en 1823.
En esa sombría escena de canibalismo filial, el dios Saturno o Cronos, se come a uno de sus hijos, pues tenía el temor de que éstos lo destronaran en el futuro, tal como había hecho con él su padre Urano, al que además castró con su hoz.
La historia detrás de ésta obra nos habla de que -menos mal- otro de sus hijos -Júpiter- se salvó de ser un aperitivo para Saturno, pues con ayuda de su madre se escondió y el padre glotón terminó comiéndose una roca envuelta en pañales, sin sospechar nada.
Con el tiempo, Júpiter se convirtió en el jefe de los dioses y efectivamente, destronó a su padre, obligándolo antes a regurgitar a sus hermanos.
En el cuadro de marras, Goya pinta al dios con una terrorífica mirada de locura en su rostro, mientras mastica una masa informe, la del cuerpo sanguinolento de su hijo, al que agarra -porque sus manos parecen garras- con fuerza clavándole los dedos en la carne.
A diferencia de la misma escena pintada por Rubens, el cuerpo del hijo del Saturno de Goya es ya adulto.
Comparado con la barbaridad goyesca, el cuadro de Rubens parece parte de una película de Walt Disney.
La historia que Alberto Jr. me contó en los días que estuve en su casa de La Jolla, California, es -para él- una manifestación traída al tiempo actual de la historia detrás del cuadro de Goya.
Cedo la palabra para que nos siga contando:
“Mi padre es (fue) mi acosador, en vez de mi mentor.
Lo que Goya cuenta en ese cuadro ocurre más en nuestras vidas de lo que la gente se imagina.
Mi papá fue un fifí desde que nació y yo me salí de ese molde, porque no quise seguirlo y me atreví a trabajar en empresas que no eran suyas.
Su nivel de inseguridad es (era) tan grande, que mediante medios artificiales basados en el poder del dinero, ha opacado a todos los que le rodean y llevan de una manera u otra su sangre.
Gracias a sus malos oficios, ninguno de mis hermanos -nietos de Raúl Baillères Chávez- ninguno de los primos -que son hijos de las hijas de mi abuelo- ninguno es conocido, y mira que tengo 9 primos de la hermana mayor de mi papá y 4 primos de su hermana menor.
Somos 7 los hijos que tuvieron mis papás: Raúl, Alberto, Alejandro, Mauricio (+), Juan Pablo, Xavier y Teresa.
Gonzalo Hevia Romano, el calumniador
A diferencia de otros, mi padre siempre ansió tener una hija y ésta llegó al final: Tere.
Por cierto, mi cuñado Gonzalo Hevia Romano ha sido el elegido favorito de mi padre para calumniarme por todos los medios a su alcance.
Mi padre lo tiene (tenía) en su nómina con el único propósito de acosarme y tratar de hacerme la vida difícil.
Y contra lo que muchos amigos me sugieren, tengo ganas de toparme con mi cuñado, darle un abrazo y decirle que hace muy mal en venderse a mi papá porque él mismo puede ser víctima del tirano.
(Actualización a enero 2024: Gonzalo Hevia Baillères, hijo de Tere, la única hermana de Alberto Jr, se ha hecho famoso por su supuesta relación con la cantante Belinda, ex novia de Christian Nodal y otras personalidades del mundo artístico).
Quería que me casara con mi sobrina, hija de Pedro Aspe
Cuando cumplí 19 años mi papá me corrió de la familia y prohibió a la sociedad que se comunicara conmigo, porque me atreví a no querer trabajar para sus empresas y porque no lo obedecí en sus intenciones de que me casara con Sofía Aspe Bernal, sobrina mía e hija de mi primo Pedro Aspe Armella, sí, el que fuera Secretario de Hacienda con Carlos Salinas de Gortari, sobrino a su vez de mi papá.
Y para que veas cómo en México los ricos viven como las más rancias monarquías europeas, en vista de que yo preferí casarme con la gringa Robin y no con Sofía, mi hermano Alejandro -un año menor que yo- terminó casándose con ella.
Trabajé en Bancomer y en lo que era Banca Cremi.
De ahí brinqué a Serfin, donde llegué a ser gerente de la sucursal que está en Palmas, de Lomas de Chapultepec.
Trabajaba de día y estudiaba de noche en el ITAM.
Mi papá nunca trabajó
Todo lo heredó y fue una afrenta que yo le hubiera desobedecido.
Se hizo un poco el desentendido aceptando a regañadientes que fuera empleado de otros negocios ajenos a los suyos, pero colmé su paciencia cuando no quise casarme con mi sobrina.
Mi último trabajo en México fue en Serfin, que en esos años formaba parte del Grupo Visa, hoy Femsa, y quise ir a despedirme a Monterrey de quien era su principal accionista, don Eugenio Garza Lagüera.
Cuando le expliqué que no tenía más remedio que irme de México, me dijo que era una pena que me hubiera tocado un padre tan hostil y tan severo, porque apreciaba mis logros y que cualquier papá tendría recompensas suficientes de sus hijos si aplicara la meritocracia”.
Cajón de sastre:
· Mañana, el 5º Episodio: “Banco de los Pobres”, idea de Alberto Baillères Gual en 2019, que no alcanzó a proponerle a AMLO.
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