El último respiro para que la industria cinematográfica no pierda los estímulos y fomentos para crear arte está en mano de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de un amparo. Asociaciones de cine defienden la importancia del FIDECINE ante la confusa narrativa de la nueva figura de la 4T, el programa FOCINE.
Uno de los daños más grandes a la industria del cine ha sido la reforma que elimina de la Ley Federal de Cinematografía la asignación de recursos mediante fideicomiso para crear películas mexicanas. Esto se aprobó en 2022 como parte de la agenda presidencial, con la mayoría de Morena y aliados.
El FIDECINE es un fideicomiso creado en el año 2001 como resultado de las reformas a la Ley Federal de Cinematografía y su estatus legal hizo del fomento al cine mexicano una política de Estado obligatoria, esta figura permite la multianualidad de los recursos públicos, es decir, que los fondos asignados puedan mantenerse, acumularse y ejercerse más allá del año fiscal; lo anterior se adapta perfectamente a las necesidades temporales y financieras de la cadena de producción y promoción de nuestro cine mexicano. Este fideicomiso fue disuelto como muchos más a través de una reforma legislativa impulsada en la Cámara de Diputados por Morena.
Ante su aprobación, varias organizaciones promovieron un amparo, que bajo el rubro 357/2022 establece la inconstitucionalidad de la extinción del FIDECINE en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde hace casi tres años, la obligación del Estado mexicano de fomentar la industria cinematográfica nacional a través del FIDECINE ya no existe, lo que ha motivado a un grupo de miembros de la comunidad e industria cinematográfica a emprender acciones legales para proteger y restituir estas garantías.
El FOCINE, al ser un programa presupuestal anual no contemplado en la Ley Federal de Cinematografía, carece de garantías para la continuidad de los recursos, poniendo en riesgo nuevas producciones, la conclusión de las películas ya apoyadas y hasta el programa en sí mismo. Esa fue la alternativa que propuso la 4T para fondear algunos proyectos, sin embargo...
Las asociaciones de cine defienden la importancia del Fondo de Inversión y de Estímulos al Cine (FIDECINE) ante la confusa narrativa que contrapone al Programa de Fomento al Cine (FOCINE) y al FIDECINE, han manifestado que no confrontan al FOCINE, sino que se limitan a defender la existencia del FIDECINE únicamente, y que la Segunda Sala de la SCJN al estudiar la inconstitucionalidad de la extinción del FIDECINE legitima la lucha por la defensa de los derechos humanos y culturales de todas y todos los mexicanos.
Eliminar el FIDECINE de la Ley Federal de Cinematografía, significa una regresividad prohibida en la Constitución que implica el retroceso y perjuicio de los derechos humanos y culturales de las y los mexicanos.
Si se llega a extinguir el FIDECINE, se creará un vacío legal para la figura que fomente el cine y que tenga al menos el mismo nivel de protección de esos derechos humanos.
Algunas de las organizaciones peticionarias de una mesa de trabajo o reunión son:
ASOCIACIÓN MEXICANA DE PRODUCTORES INDEPENDIENTES, A.C. UNIÓN DE PRODUCTORES, A.C. RED NACIONAL DE CINEMATOGRAFÍAS ESTATALES (RENACE), ASOCIACIÓN NACIONAL DE PRODUCTORES Y DISTRIBUIDORES DE PELÍCULAS, A.C. SECCIÓN PRODUCTORES DE LA CÁMARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA TINTA, SOCIEDAD DE ESCRITORES AUDIOVISUALES Y CINEMATOGRÁFICOS MÉXICO, ENTIDAD DE GESTIÓN DE DERECHOS DE LOS PRODUCTORES AUDIOVISUALES (EGEDA), ASOCIACIÓN DE DIRECTORAS CINEMATOGRÁFICAS, RED DE DOCUMENTALISTAS, SOCIEDAD MEXICANA DE AUTORES DE FOTOGRAFÍA CINEMATOGRÁFICA, UNIÓN NACIONAL CINEMATOGRÁFICA (UNC), RED MEXICANA. FESTIVALES CINEMATOGRÁFICOS, A.C. RED IBEROAMERICANA DE FESTIVALES REDIBEROFEST, MOVIMIENTO COLECTIVO POR LA CULTURA Y EL ARTE EN MÉXICO
Por cierto. Algunos critican a los ministros de la Suprema Corte por ser tan sólo once ministros que, según ellos, amedrentan la voluntad de 53 millones de votantes, sin embargo, quienes critican a la Corte parecen olvidar que las y los ministros representan a los millones de mexicanos que por generaciones, votaron a representantes que aprobaron la Constitución de 1917, las reformas, legislaciones y disposiciones posteriores que condensan el derecho vigente así como los principios constitucionales que mandatan lo más básico: que los legisladores lean y discutan reformas antes de aprobarlas. Once son los guardianes garantes de poco más de un siglo de paz y democracia en México, guardianes de quienes hoy ya no están y que sentaron las bases para que, justamente, una mayoría tan grande pudiese elegir como eligió.