Contexto y realidad política 2010-2022

Me siento conmovido pero contento al escribir estas líneas. El 9 de febrero de 2010 publiqué mi primera colaboración en SDPnoticias, “Invictus: El factor humano y las circunstancias político sociales” (desgraciadamente desaparecida de la red; debiera publicarla de nuevo), un análisis y una analogía a partir de la película de Clint Eastwood entre la manera en que Nelson Mandela había llegado a la presidencia en Sudáfrica en 1994 contando con la permisibilidad de los factores de poder, y la forma en que esos factores en México impidieron, mediante un fraude electoral, que López Obrador fuera presidente del país en 2006. Y naturalmente, también un registro de los costos trágicos de tan aciago fraude: la “guerra contra el narcotráfico” lanzada por Calderón Hinojosa para tratar de legitimarse y el baño de sangre consecuente que aterró al país, las ejecuciones, matanzas, torturas, “daños colaterales” –como le llamó el autor de la guerra-, los desaparecidos, los desplazados y autoexiliados; en fin, los criminales al mando de la seguridad del país, según confirma García Luna preso en Brooklyn. Ese fue el contexto en que, por invitación de Federico Arreola vía twitter, empecé a colaborar en el entonces Sendero del Peje, hoy SDPnoticias; sitio que se convertiría en uno de los más visitados en formato digital compitiendo incluso el primer lugar con fuertes grupos mediáticos de entonces que aún lo son hoy.

Esa primera colaboración fue un análisis sobre el proceso para lograr la unidad en una sociedad dividida racial, económica, política y socialmente. La película se centra básicamente en el mundial de rugby de 1995 y el papel que este juega en beneficio de Mandela y su política de unidad nacional (personaje admirado por López Obrador, por cierto). Establecí en ella que Eastwood desdeña en su película las circunstancias de 1994 en Sudáfrica, las que hicieron posible respetar el triunfo de Mandela, que el poder financiero, político y militar le consintiera gobernar. A diferencia de Sudáfrica en 1994-95, en México no se dieron las condiciones para que la oligarquía dejara pasar el triunfo del candidato opositor en 2006.

Han transcurrido 12 años. Al principio –y como consecuencia de previos años de convicción sobre la democracia- deseaba contribuir a esclarecer la realidad nacional que los medios convencionales y el poder llamado neoliberal querían hacer confusa y presentarla como exitosa cuando los datos y la vida cotidiana a nivel de calle mostraban la tragedia, la corrupción y la miseria (y en las calles, la marcha). ¿Se logró el propósito? Con el triunfo de 2018 puede afirmarse que sí; aunque no sea un proceso aún terminado.

Habiendo sufrido como millones el fraude de 2006, hacia el 2010 se intensificaba el debate hacia lo que sería otro duro golpe para la democracia con el regreso del PRI en 2012. La lucha no cejó, pues tanto las circunstancias como el liderazgo de la izquierda electoral a cargo de López Obrador hicieron creer posible el cambio de rumbo en 2018.

La convicción de la que hablo se remonta a los años universitarios. Cuando el hoy presidente aún militaba en un PRI que quiso reformar en Tabasco y no pudo, yo marchaba en la UNAM contra las reformas de Jorge Carpizo. Posteriormente, también contra el fraude de 1988 a Cuauhtémoc Cárdenas. Votamos por este en su triunfo en Ciudad de México en 1997 y asimismo en el 2000, su tercer intento presidencial fallido. Pero ese año se afianzó el liderazgo carismático de López Obrador al ganar la jefatura de gobierno de la ciudad. Desde allí ya no lo perdería. Lo que Cárdenas, Muñoz Ledo, Heberto Castillo, Rincón Gallardo y otros políticos que se asumían como izquierda no pudieron, lo materializó López Obrador desde entonces y hasta llegar a la presidencia en 2018. Él concitó a las fuerzas políticas múltiples incluso, por supuesto, anteriores a mi generación que siempre quisieron un cambio encauzado no por la ideología sino por el ímpetu democrático. Y en ese proceso estamos, es lo que AMLO llama –con su lógica histórica y su ambición política- Cuarta Transformación; la 4T.

Las columnas más leídas de hoy
AMLO

Perfil de SDP

En doce años, los temas tratados en SDPnoticias –también en mi caso- fueron absolutamente todos los posibles y con plena libertad; algo de reconocer a Federico Arreola. De acuerdo al perfil del medio, el acento marcado ha sido sobre la política nacional y sus principales protagonistas, AMLO, uno de ellos y acaso el principal, pues se convirtió en la referencia obligada a cualquier asunto como opositor y hoy como presidente; (y lo sabemos, él es el “peje” de SDP). La oposición hoy no es otra que la derrotada en 2018 bajo el signo del PRIAN. Y lo es porque desea regresar al poder y los privilegios que ostentaron por muchos decenios. Afortunadamente para el proceso democrático, el apoyo popular al presidente ronda el 70%.

Entre 2010 y 2018, el ejercicio del periodismo fue sumamente intenso. Se estudiaban los temas a profundidad para el debate así fuera la educación pública, Petróleos Mexicanos, electricidad, partidos políticos, historia de México, políticos, medios de comunicación, corrupción, intelectuales, etcétera.

Cultura y Arte

Si mal no recuerdo el tiempo aproximado, en diciembre de 2011 recibí una llamada de Federico Arreola estando yo en Berlín –gracias a mi actividad como cantante-; me ofreció darme portada en el formato de SDP en ese tiempo. Con agrado acepté, lo que significó escribir 4 a 5 columnas por semana. Me comentó, “sé que tu perfil es más cultural, pero no haces nada mal el análisis político”.

Desde febrero de 2010 había combinado columnas políticas con las culturales y aun artísticas; no podía ser de otra manera de acuerdo a mi formación. En la convicción de un cambio democrático para México que nos liberara primero del PRI y luego del PAN, y luego del fraude de 2006, había escrito desde entonces de manera abundante en blogs. El paso a SDP fue natural. Mi formación es de internacionalista con especialidad en sociología egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; pero también he sido cantante de ópera. Y como periodista cultural, desde 1995 empecé a colaborar en esa sección de El Universal bajo la dirección de Paco Ignacio Taibo I. Así que combinar lo político con lo artístico no se me complica aunque haya podido tener consecuencias sobre mi profesión de cantante. Pero lo que ha importado esencialmente es el proceso de cambio, vivir al fin en una sociedad democrática, humana y en paz; y en eso estamos.

De todas maneras, aunque el objetivo mayor de mi participación en SDP ha sido contribuir a la lucha por un país democrático, en ningún momento dejé de lado la sensibilidad artística como cantante y como aspirante a escritor. He cantado sobre todo en el extranjero (tuve problemas para cantar en México después de haberlo hecho en el plantón Zócalo-Reforma de 2006 en 8 ocasiones; 3 en la Plaza de la República, 3 en el Hemiciclo a Juárez, 1 en el ex Monumento a Colón y la otra en el magno concierto del Monumento a la Revolución; había cantado como solista principiante en Bellas Artes entre 1999 y 2001), mas me he dado tiempo para publicar tres libros (dos más están en dictamen). Dos de ellos contienen material que he publicado originalmente en SDP. El más reciente, De Caruso a Juan Gabriel. Una mirada de la cultura en México (Laberinto Ediciones/UJAT; 2019) se trata de una colección de artículos escritos tanto en El Universal como en SDPnoticias.

De Caruso a Juan Gabriel. Una mirada de la cultura en México

Asimismo, obtuve Mención Honorífica en el Premio de Crónica de la Ciudad de México, 2020, “Las mujeres de la ciudad”, convocado por el Archivo Histórico de la Ciudad de México, y mi ensayo de tesis (actualizado) Jaime Torres Bodet, los Contemporáneos y la dorada prisión de la burocracia, fue uno de los seleccionados en septiembre de 2021 en la convocatoria “Tu Tesis en Memórica”, del Gobierno de la República.

Es decir, si bien considero que no he desarrollado aún todo el potencial que autocríticamente me concedo tanto en el canto como en el periodismo y la escritura (y en videocolumnas y conversaciones de distintos temas), no puedo quejarme, mucho menos cuando considero mi origen; pero ese es otro tema.

Contento, pues, escribo estas líneas de celebración de mis primeros fructíferos 12 años como colaborador de SDPnoticias. Agradezco a los dos Federico Arreola, padre e hijo. Y sobre todo, agradezco a los lectores.

Héctor Palacio en Twitter: @NietzscheAristo