El tema del INAI está envuelto en una polarización de quienes lo ven con buenos ojos y quienes no. Es decir, el punto está dividido para poder resolver el asunto. Hay legisladores que están en esa disyuntiva, sobre todo por apegarse a la línea presidencial. Recordemos que, en ese sentido, hay manifestaciones claras del propio mandatario federal, incluso del secretario de Gobierno, que han dejado entrever que el INAI es una institución superflua.
Es muy respetable la posición del gobierno, sobre todo en una República democrática donde debe existir una auténtica división de poderes. En ese sentido, tenemos muy claro que, la designación que hizo el Senado hace algunas semanas, fue aprobada por el órgano colegiado. Esto significa que, los nombramientos, estaban avalados por la mayoría de senadores cuando se inclinaron por Yadira Alarcón y Rafael Luna. En otras palabras, la decisión que se tomó en el colectivo fue la correcta, pues ambos perfiles cumplen con los requisitos., motivos suficientes para que el INAI comenzara a sesionar en aquel momento.
Eso cobra mayor sentido de por qué el presidente utilizó el recurso constitucional para invalidar los nombramientos. No se trataba de los perfiles, sino simplemente de una decisión personal. De hecho, en muchas ocasiones hizo pública su desaprobación por el INAI, incluso ha mantenido esa posición en la propia conferencia de prensa de las mañaneras. Eso ha hecho que el tema no haya podido aterrizar, pues la situación está en un terreno político de quienes muestran simpatía por alguna corcholata en específico.
Sin embargo, hay quienes no. Muchos otros senadores han mostrado su preocupación por que ven con buena percepción qué un órgano como el INAI, enfrente la tarea para que fue creado. De hecho, varios legisladores muestran voluntad para sacar adelante la designación de los comisionados pendientes, y poder alcanzar acuerdos más allá de la división que ha generado. Hay, sin duda, una responsabilidad legislativa que tienen que atender, sobre todo en un país donde se han cimentado las bases de la democracia.
La transparencia debe ser un asunto primordial, sobre todo para el combate de la corrupción. Además, es un derecho ineludible. En ese sentido, hay que aplaudir la firmeza que ha mantenido el coordinador de los senadores de Morena, que ante la presión que existe, continúa empujando el tema no solo con todas las fuerzas que integran el pleno, sino como el mismo gobierno. De hecho, esa interlocución se nota por las visitas constantes de Adán Augusto, titular de gobernación.
Los buenos oficios de Ricardo Monreal, como operador político, salen a flote. Es decir, inmediatamente después de que el presidente utilizó el recurso constitucional para vetar los nombramientos, el coordinador de los senadores retomó el tema. Su deseo, en ese sentido, es la designación de los consejeros para que su operatividad se ponga en marcha, y el INAI cumpla su función de garantizar el acceso a la información pública. De hecho, el mismo Monreal ha propuesto mecanismos para fortalecer esa institución, especialmente porque ha quedado demostrado el papel clave que juega el INAI.
A raíz de ello, se ha dado un gran paso para que los canales de comunicación permanezcan abiertos. Pese a que el gobierno ha fijado su posición, el tema no está agotado. El mayor ejemplo fue la disposición del Secretario de Gobierno, que hace un par de días se reunió con Monreal, quien arregló un encuentro con el líder de la fracción del PAN, como una muestra cordial para encontrar una salida favorable al tema de la designación de los consejeros pendientes.
Y desde la presidencia saben que, en ese sentido, Ricardo Monreal es responsable en su trabajo. Incluso, el mismo López Obrador ha reconocido el profesionalismo del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Esto significa que, la decisión que se tome, más allá de las posturas, será respetada, sobre todo porque el legislativo federal, es un poder autónomo para tomar decisiones. De hecho, esa emancipación la han defendido los propios legisladores que integran el pleno.
Por ello, si los nombramientos salen en unas semanas, estaremos hablando de que, el legislativo federal, cumplió su responsabilidad para dar vida orgánica a una institución como el INAI.
Notas finales
A propósito del equilibrio de poderes, el senado de la República ha puesto muy en alto esa autonomía en la toma de decisiones. De hecho, Ricardo Monreal recordó en el pleno a personajes como Benito Juárez, Guillermo Prieto y Francisco Zarco, que pensaban que “la base de prosperidad de un país es la unidad nacional”. Así lo mencionó el líder de la fracción de Morena en la Cámara Alta.
Asimismo, recordó la desaparición del Senado en esa época, porque, a pesar de que era una pieza consolidada del Poder Legislativo, no se incluyó su discusión en 1857, y la razón le fue otorgada a los defensores del sistema bicameral, pero años después.
Benito Juárez fue parte de una generación que había heredado las preocupaciones, las carencias y las pugnas que por más de tres décadas buscaban identidad nacional. De hecho, el presidente de la junta de coordinación política habló de esa generación, y de las adversidades que sortearon como la invasión extranjera de Estados Unidos, con la dolorosa pérdida de más de la mitad de nuestro territorio nacional.
Desde la tribuna, Ricardo Monreal celebró que, aunque un poco tarde, se escribió su nombre en el Muro de Honor de la Cámara de Senadores: “la justicia es tardía, pero siempre llega”.
En ese sentido, recalcó las reformas religiosas, la clara definición del Federalismo y los alcances para el desarrollo social y económico del país.
“La base de prosperidad de un país, según aquellos hombres, era la unidad nacional. Yo afirmo: ahora, en el siglo XXI, que la base de prosperidad de nuestra nación es la unidad y la reconciliación mexicana”.