En este espacio le hemos hablado de los problemas que enfrenta la armadora norteamericana Boeing. ¿Cómo estarán las cosas? A tal grado que el famoso Capitán Sully ha salido a dar una serie de declaraciones. El llamado “héroe del río Hudson” es actualmente ex embajador de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y ha manifestado su oposición a que se amplié el plazo que tiene la armadora Boeing para poder certificar los aviones modelos B737MAX-7 y B737MAX-10.

Esto a raíz de que la Allied Pilots Association (APA), el sindicato más grande de pilotos norteamericanos, que tiene afiliados a los de la aerolínea American Airlines, alertó que no pueden certificarse estos equipos si antes no hacen cambios en las alertas de la Cabina de mando.

El Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica exigió como fecha límite para tales modificaciones el próximo diciembre, plazo en el que la armadora se comprometió a incorporar un nuevo sistema de alerta en la cabina de pilotos. Sin embargo, a la fecha no se ha realizado.

Y eso, señores, no ha sido nada sencillo para Boeing; al contrario, se ha convertido en un grave problema, ya que los modelos del Boeing 737MAX, tanto el 7 y como el 10, todavía no logran ser certificados, y de plano considera que no podrá hacerlo antes de la fecha límite (Diciembre), por eso han solicitado al Congreso de su país que les amplíen el plazo.

No hace falta que diga que esto no es como reagendar una cita con el dentista, sino que se traduce en retrasos en las entregas de equipos a las aerolíneas que llevan meses en lista de espera; cambiar el plazo para la certificación de los equipos representa gastos que Boeing tendrá que sufragar, pues de lograr que se les otorgue se verá obligada a modificar, una vez más sus equipos y brindar un nuevo adiestramiento a los pilotos que vayan a volar estos aviones.

Las columnas más leídas de hoy

Lo anterior abriría al interior de la armadora una brecha entre sus equipos de la familia B737, ocasionando una diferencia significativa con los otros modelos de avión: los B737 MAX 8 y el B737 MAX 9.

Esto pone en riesgo la viabilidad de la familia B737, pues uno de sus más grandes atractivos fue precisamente que operativamente se manejan “igual”, y que en el caso de los modelos 7 y 10 tendría ciertas diferencias, lo que puede ser riesgoso en lo referente a la seguridad aérea.

El tema ha escalado a un punto en el que Boeing ha amenazado, diciendo que va a cancelar parte del proyecto. Esto es a todas luces una desesperada medida de presión para el Congreso norteamericano. Pero es que hasta el sindicato de pilotos APA respecto a este caso ha dicho que Boeing debe iniciar un proceso de instalación de avisos mucho más modernos, con la finalidad de evitar confusión con los tripulantes de cabina de pilotos.

Además, exigen que Boeing brinde un adiestramiento adecuado para conocer y aplicar este nuevo sistema de alertas, corregir los fallos de forma adecuada, y con ello salvaguardar la vida de los pasajeros. Tan vehemente exigencia es resultado de que Boeing está pasando por una profunda crisis de credibilidad en materia de seguridad aérea.

El Capitán Sully, hoy retirado de la aviación comercial, además de pasar a la historia como un brillante piloto de Airbus A320, también le tocó operar en US Airways aviones modelo 737-300 y 737-400, por lo tanto, en su opinión considera que los aviones deben tener los mejores y más eficaces sistemas de alerta para las tripulaciones, ya que esto permite, tomar decisiones más rápidas y adecuadas, para evitar un accidente.

El célebre Capitán Sully no duda en ponerse del lado del sindicato APA, y alza la voz en contra de la ampliación que está solicitando la armadora Boeing. Incluso va más allá, pues pide a la Agencia Federal de Aviación norteamericana, (FAA, por sus siglas en inglés) que se instale el mismo sistema de alerta en todos los aviones de la familia Boeing 737MAX, que ya se encuentran operando en líneas aéreas de otras latitudes. En la página de Facebook del Capitán Sully podemos ver el video completo de su declaración sobre este caso.

Si Boeing realiza todos los cambios que son necesarios, sin tratar de salirse con la suya, recobrará la confianza de la marca, y también de los usuarios; pero debe aprender que “apresurar procesos”, y ahorrarse dinero, se traduce en accidentes fatales, y no creo que Boeing pueda aguantar un descalabro más.

Aunado a todo lo anterior, el pasado 12 de octubre, la FAA emitió una carta dirigida a la Boeing donde expresa que algunos de los documentos presentados por la armadora, que conforman parte del proceso de certificación de los aviones modelos B737 MAX 7 y 10, están incompletos y que otros necesitan ser sometidos a una segunda evaluación, de acuerdo con información proporcionada a Reuters.

Si hay alguien que sabe y conoce la importancia de que las alertas y la seguridad en el avión funcionen a la perfección, es precisamente el Capitán Sully; por eso considero calificada su opinión, independientemente de los procesos que realice la armadora Boeing, y de los reclamos que la FAA le haga a la empresa.

La seguridad tanto de tripulantes, como de pasajeros debe ser siempre una prioridad y ello requiere de aviones seguros, para que en caso de una emergencia, los pilotos puedan actuar de la mejor manera, con la mente puesta en salvar las vidas de los pasajeros. Ojalá que Boeing escuche las voces como la del Capitán Sully, y sobre todo, aprenda de sus errores.