Acaba de ocurrir un hecho bastante curioso con los comentaristas de ultraderecha tanto en medios tradicionales, como los todavía “creyentes” en el dogma del “libre (sic) mercado”,  bots y trolls en redes sociales.

Las instalaciones de Iberdrola en México, adquiridas por nuestro gobierno en lo que se trata para todo propósito de una segunda nacionalización de la industria eléctrica, se convirtieron, de un día para otro en “fierros viejos” y “chatarra”, según estos fachitos a quienes les puede más el hígado que el cerebro.

El colmo del despropósito fue una portada aparecida este jueves en Reforma, donde según ellos, plantas generadoras de energía con entre 18 y 4 años de edad ya eran “viejas”. Ah bueno, pa’ saber. (Ya quisiera el que esto escribe y varias de mis lectoras y lectores volver a tener “18 años otra vez”, como aquella legendaria comedia del ya fallecido comediante George Burns).

La realidad es que Andrés Manuel López Obrador dobló a una de las empresas más rapaces y expoliadoras del mundo en un contexto de reacomodos geopolíticos y energéticos en donde la soberanía energética y alimentaria son más importantes que los delirios dogmáticos de los “Chicago Boys” y el resto de sus cohortes neoliberales y asesinas.

Iberdrola nunca fue “más eficiente” ni logró que con esa inexistente “eficiencia” producto del mítico “libre mercado” se redujeran los altos costos de la energía eléctrica. Al contrario. Si quieren ver una imagen del futuro que querían el PRIANRD y el resto de los politiquillos en la bolsa de los oligarcas pro “globalización”, ahí está España con tarifas de energía eléctrica que varían según la hora del día. Vaya eficiencia. Vaya libre competencia.

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La nueva maroma de la oposición es que Iberdrola invertirá los casi 6 mil millones de dólares de esta transacción en “energías limpias”. Sí, cómo no. Como si no supiéramos que Europa sobrevivió este invierno gracias a la reactivación de plantas de carbón y que Francia se moviliza para volver a rehabilitar sus plantas de energía nuclear. Ese dinero se irá a pagar dividendos y enriquecer más a los oligarcas españoles.

Por cierto, las ganancias de Iberdrola en 2022 fueron de 4 mil millones de dólares. Gran parte de estas provenían de México. ¿En cuánto tiempo creen que se “pague” la inversión de esta adquisición, así como ocurrió con la refinería de Deer Park? ¿En 2, o 3 años?

Mientras aquí la oposición le llora a una empresa extranjera que se llevaba a presidentes (espurios) y funcionarios a trabajar para ellos, el resto del planeta sigue realinéandose entre las viejas ideas, caducas y fracasadas, del neoliberalismo y el verdadero “mundo libre”, representado por BRICS+ y otras nuevas asociaciones de países soberanos.