Si fuera un periodista decente —dudo que lo sea— hoy mismo Carlos Loret de Mola tendría que disculparse con la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.

La historia es muy sencilla. Este lunes 9 de septiembre, Loret publicó en El Universal el artículo “La presidenta del dólar a 20″. Con muy mala leche, el mencionado columnista dedicó no pocos párrafos a culpar a Claudia de algo que no existe: un tipo de cambio arriba de 20 pesos.

No hay tal dólar a 20. Como me dijo un experto, la cotización tocó un día los 20.17 pesos por dólar, pero se debió a la fortaleza del yen. El peso ha estado alrededor de 19.86 por dólar, pero este mismo 9 de septiembre, cito una nota de la página de internet de Reforma, “se fortalece peso tras dato de inflación”.

El periódico de la familia Junco, siempre identificado con la derecha, reproduce un comentario de Monex: “La divisa mexicana se vio favorecida por el buen reporte de inflación de México, el cual mostró que la general disminuyó tras cinco meses seguidos de alzas, y la subyacente se mantuvo a la baja por 19 meses al hilo”.

Repito la cabeza de la citada nota del conservador Reforma: “Se fortalece el peso tras dato de inflación”. Esto ocurrió en el momento más complejo del debate sobre la más que polémica reforma judicial que podría aprobarse mañana.

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Claramente resulta falso el diagnostico de que ese proceso legislativo esté generando una depreciación de nuestra moneda.

La verdad de las cosas es el peso mexicano, como cualquier moneda, se fortalece o debilita en función de numerosos factores, nacionales y globales, pero prácticamente todos de naturaleza estrictamente económica o financiera.

Cito enseguida dos comentarios que me hicieron especialistas en economía y finanzas:

De alguien que trabaja en instituciones bancarias de Estados Unidos:

√ “Es lo que te digo… Aquí los inversionistas no lo ven tan fatalista”.

√ “También hay que considerar que México participa en un contexto globalizado donde los factores externos tienen que ver con la estabilidad cambiaria”.

√ “En términos generales, en México el tema está demasiado politizado, pero en EE. UU. los inversionistas no lo ven como catástrofe”.

√ “Preocupa más el tema de una posible recesión en Estados Unidos que impactara a México”.

√ “Lo del sistema judicial es más ruido que, hasta hoy, reacción de pánico”.

De un analista mexicano de primer nivel del sector empresarial:

“Sobre el artículo de Loret de Mola te puedo decir que la depreciación del peso ha obedecido a la combinación de factores internos y externos”.

√ “Internamente, debido a la perspectiva de una reducción continua de las tasas de interés por parte del Banco de México, así como a algunos factores políticos, como el logro de la mayoría legislativa de Morena en el Congreso y a las reformas que se han propuesto”.

√ “Externamente, obedece al debilitamiento de la economía estadounidense y la seguridad de una pronta reducción de las tasas de interés, así como a factores geopolíticos, a los que se ha sumado el endurecimiento de la política monetaria japonesa, lo que ha restado atractivo a las operaciones de carry trade que han beneficiado mayoritariamente al peso”.

√ “Los fundamentos macroeconómicos de México son sólidos (la cuenta corriente de la balanza de pagos está prácticamente equilibrada, mientras que las reservas internacionales alcanzan un máximo histórico de 224 mil millones de dólares, entre otros), por lo que es de esperar que una vez superada la coyuntura actual el tipo de cambio pueda registrar una apreciación un tanto más consistente”.

√ “El tipo de cambio no está arriba de 20 pesos. Tocó un día los 20.17, pero fue debido a la fortaleza del yen. En estos momentos se encuentra en 19.86 pesos”.

√ “El tipo de cambio a este nivel beneficia a los exportadores netos y al gobierno mexicano, así como a los receptores de remesas”.

√ “Los factores de riesgo hacia adelante tienen que ver con las elecciones en Estados Unidos, por lo que podría depreciarse aún más”.

√ “La debilidad que hoy se nota en la economía mexicana obedece principalmente a la caída de las exportaciones. El mercado interno ya ha comenzado a resentir los efectos de la política monetaria contractiva. El Banco de México estima que este año crezca la economía 1.5% y 1.2% el próximo”.

Aterrizar las reformas

En mi opinión, las reformas constitucionales propuestas por el presidente López Obrador, sobre todo la judicial, si no se procesan correctamente a partir del arranque del gobierno de la presidenta Sheinbaum sí podrían tener un efecto negativo en la inversión.

Pero, la verdad sea dicha, no hay ninguna razón para que Claudia permita un aterrizaje brusco de las reformas. Ella ha demostrado, desde mucho antes de la campaña presidencial, que lo suyo no es la confrontación, sino la búsqueda de acuerdos. Hoy mismo, en su conferencia de prensa, envió un mensaje de tranquilidad a los y las inversionistas.

Sobre la reforma al poder judicial debemos confiar en que las famosas leyes secundarias y la implementación de las mismas —será un proceso de al menos 12 meses— conduzcan a la edificación de una nueva judicatura con menos vicios de los que hoy tiene, desde luego corrigiendo lo que deba ser corregido de la reforma que, aceptémoslo, no goza del aprecio generalizado de los y las mejores juristas de México.

Convendrá que la presidenta Sheinbaum incluya a la gente que más sabe de derecho en el diseño del modo en que la implementación de la reforma se dé.

En cuanto a Carlos Loret de Mola, solo diré que este tipo es inmoral y que, ni hablar, continuará con su estrategia de insultar y mentir. El Estado de derecho en México le permite eso y más. Ya es decisión suya quedarse sin credibilidad.