Tengo de vicio ver cualquier partido de fútbol. Pueden ser niños jugando en la calle con una lata y dos piedras como porterías hasta la Champions. Lo que siempre he buscado es ver a equipos que tengan algo de espíritu y si esto se mezcla con técnica y habilidad con el balón me hacen el día.
Consumo tanto fútbol que me avente los dos últimos juegos de la Selección Mexicana, a pesar de los narradores y comentaristas de los diferentes canales. Les di la vuelta, y mire que pensé en bajarle el volumen y poner canciones de Bad Bunny (que no me gusta) para poder ver bien el juego sin enojos por comentarios que solo son para enganchar a la gente.
Vi a un equipo arrogante pero sin herramientas para serlo. La selección de los Estados Unidos los vacuno rápido y conciso por lo que la desesperación le llegó a los pocos jugadores que tienen algo de sangre y no atole corriéndoles por las venas. Pienso que la reacción de Montes es el resultado de la frustración de no poder jugar a algo efectivo y lo mismo le pasó a Arteaga. Cuando sale el “barrio” en los jugadores es que no saben como hacerle para cambiar el resultado. Prefiero mil jugadores como Montes y Arteaga que como a los extremos del Tri que salen riéndose porque la gente los abuchea.
En el juego contra Panamá, jugaron con la alineación de la gente. Entraron jugadores que llevan todo el proceso sin jugar más de 10 minutos y el gol lo metió el único jugador constante en los últimos procesos de la selección, Gallardo.
Después de la derrota y de la victoria por la mínima se escuchó una declaración altanera y sin humildad de un técnico que entendía que sobreviviría el proceso mundialista completo. Imagino a Cocca pensando, “si no corrieron al Tata siendo malísimo, a mi menos” y ayer lo corrieron de tajo y sin dar mayor espacio a explicaciones. Creo que las mismas declaraciones faltas de autoanálisis y humildad fueron las que sirvieron a los nuevos directivos de la Selección Mexicana para cortar un proceso que se veía lleno de excusas desde el principio.
¿Qué fue lo que mandó a su casa a Cocca? Juan Carlos Rodríguez e Iván Sisniega se dieron cuenta que el proceso no iba a dar para más. Nunca hubo comunión entre el cuerpo técnico de Cocca y los jugadores mexicanos. Después de cuatro años de estar con un técnico extranjero que no ganó nada, ni con el Barcelona de Messi, llegó otra garrapata a querer sangrar a la gallina de los huevos de oro y eso no le gusto a la gente de la Selección.
Esto va más allá de los resultados. Si tenía años que México no recibía más de 3 goles de los Estados Unidos en un torneo oficial, se quedó corto con el reclamo de la gente con el grito homofóbico complementado con la inasistencia de la gente a ver a su querida Selección Mexicana.
Muchos técnicos han ido y venido con buenos y malos resultados, pero ninguno había vaciado la tribuna. Con equipos malísimos y resultados paupérrimos, la gente seguía yendo al estadio. Fue Cocca el que asfixió a la gallina de los huevos de oro. La gente de la Selección Nacional de México espera que este cambio de DT haga que la gallina vuelva a respirar y vuelva a llevar a la gente al estadio a ver al Tri.
Usted puede oír miles de teorías sobre la derrota del Tri. Desde la composición física de los jugadores hasta el número de extranjeros en la liga. Todas son tan válidas como los resultados de los verdes. Lo que es cierto es que teníamos mucho tiempo con una selección reflejo de su director técnico, altanera, arrogante e ineficiente. Echaron al mejor goleador de todos los tiempos, no pudieron convencer al mejor jugador mexicano del momento y pensaron que con tener a jugadores mexicanos en equipos de medio pelo en Europa podrían hacer que la selección jugará medianamente bien. No fue así.
Esperemos que con el interinato de Jaime Lozano se logre algo y que se pueda construir para los próximos torneos internacionales. Sí Lozano encuentra la combinación para que la selección juegue bien nos podremos quitar, por fin, los comentarios de tanto sabihondo del fútbol y nos podremos concentrar en lo divertido que es el juego.
Me gustaría que Jaime Lozano fuera el DT de la selección, si, ahí tendrá más recursos que en los últimos equipos en los que ha estado. Además conoce bien el fútbol mexicano y tiene buena idea de la mentalidad de los jugadores.
Ya me dieron ganas de ver la Copa Oro y espero que los resultados respalden a Lozano. A diferencia de muchos “expertos” pienso que el principal mal de la Selección Mexicana en los últimos años siempre ha sido el director técnico, esperemos que lleven a un mexicano y que no anden inventando con extranjeros tan balines como los últimos dos que se tuvieron.
Lo que me queda como duda, es como con un equipo tan limitado como el Atlas pudo quedar campeón Cocca y con la Selección Mexicana no logró nada, absolutamente nada.