Hoy, nuestra aviación nacional es una vorágine, una verdadera aglomeración confusa de sucesos, de gentes y de cosas en movimiento. Si no habíamos tenido suficiente con todo lo que sucede, ya podemos sumarle un nuevo actor en este cuento de terror: la Sección 15 de la CTM, que comanda Joaquín del Olmo.

Mientras continuamos, como país, degradados a Categoría 2 -y no se ve como para cuándo regresemos a Categoría 1-, nuestra aviación comercial está dando tumbos sin sentido y, lo peor, sin una estrategia clara y definida que aporte certeza.

El escenario es complicado, y es lo que sucede cuando, en lugar de hacer un estudio y análisis de la información que ya es pública, todo se deriva de una filtración o hackeo. A raíz de esto, el Presidente de la República se ha visto “obligado” a responder. Pero desafortunadamente, para él, para la industria y para los que llevamos años cubriendo este tema, sus respuestas generan más dudas que certezas, y reaccionar a sus dichos no es nada sencillo.

En días anteriores, hemos usado este espacio para referirnos a los casos de Mexicana de Aviación, así como la pretensión del presidente de utilizar dicha marca o nombre en la aerolínea que se está planeando la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). También hemos escrito de Aeromar y la situación por la cual atraviesa, en la que la propia Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) ha desmentido que el gobierno “la requise” y se convierta en la multicitada aerolínea gubernamental, impulsada por el ejército.

Y hace algunos días -como ya es costumbre-, Carlos Del Valle, Director Adjunto de Interjet hizo declaraciones en torno al supuesto regreso de la aerolínea, de la cual ahora son dueños él y su familia, asegurando que el próximo año, aunque no esté volando, estará en “operaciones”. Yo agradecería mucho que un alma piadosa la explique al buen Carlitos que el negocio se trata de que los aviones vuelen, eso es tener “operaciones”, no sueños guajiros. No es lo mismo una línea aérea que un Call Center.

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Pues bien, dentro de las muchas declaraciones que ha realizado a diferentes medios, una de las principales gira en torno a la reestructura y a las supuestas pláticas que Carlos Del Valle ha mantenido vía “WhatsApp” con los trabajadores, quienes -según sus palabras- ya están casi listos para regresar, incluso aporta inverosímiles detalles diciendo que “algunos se encuentran haciendo dieta para entrar de nueva cuenta en sus uniformes”.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. Una cosa es declarar que se avanza en un plan de reestructura (¡al 95%, dice!), y otra muy diferente, que tal documento realmente exista en el expediente del Juicio de Concurso Mercantil. Lo que sí sabemos que es una realidad, es que ya fue nombrado el conciliador. La Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) está a cargo de los trabajadores de Interjet, y ha salido a dar la cara y a realizar varias aclaraciones que son pertinentes.

Primero, que tal y como yo se los había estado comunicado, la empresa Interjet no tiene una intención real de darle solución a la huelga estallada un mes después del paro de operaciones de la aerolínea. Por el contrario, el equipo jurídico de la empresa no ha dudado en utilizar todos y cada uno de los recursos disponibles a su alcance para zafarse de sus obligaciones patronales.

En el comunicado de fecha 10 de octubre dirigido a sus agremiados, la Sección 15 puntualiza que: a pesar de que Interjet promovió ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un recurso de revisión, el sindicato fue notificado por el Tribunal Colegiado de Circuito que el máximo poder judicial había rechazado este, catalogándolo de improcedente.

Esto quiere decir que sigue en firme el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), que declara a Interjet culpable del estallamiento a huelga y condena a la empresa a pagar la cantidad que asciende a más de 2 mil millones de pesos a los trabajadores.

Así que la empresa ya no tiene pretexto alguno para no pagarles a los empleados la deuda que mantiene con ellos por concepto de salarios, cuyo monto tendría que ser depositando ante la JFCA, y acto seguido, reabrir operaciones.

Sabemos que este último rubro es prácticamente imposible, a menos que el imaginario plan de reestructura de Carlos Del Valle sea avalado por otra entelequia, la que habita la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes. Un alma en pena que va arrastrando cadenas en las instalaciones abandonadas de Xola y Eje Central, en lugar velar por el buen uso de las concesiones de las líneas aéreas.

Porque hay que decirlo, más allá de las quimeras y ficciones narradas, en los hechos, los “nuevos” dueños de la línea aérea Interjet carecen de aquello que la concesión federal exige; no hay solvencia económica, ni inversionistas, ni aviones y mucho menos, trabajadores, aunque Carlos Del Valle afirme lo contrario.

La Sección 15 ha sido sumamente clara en su comunicado, no ha habido ningún acercamiento serio para hablar del tema de la reestructura de la aerolínea. Tal y como ya se los había dicho en columnas anteriores, el proceso de huelga y el Concurso Mercantil van por cuerdas separadas. Dicen los representantes sindicales de los trabajadores de Interjet:

“Al respecto queremos comentar que los trabajadores no estamos obligados a participar en el proceso concursal de la empresa, ni tampoco a detener el proceso de remate de bienes. Lo anterior en términos de los dispuesto por el artículo 114 de la Ley del Trabajo que establece:

 Artículo 114.- Los trabajadores no necesitan entrar a concurso, quiebra, suspensión de pagos o sucesión. La Junta de Conciliación y Arbitraje procederá al embargo y remate de los bienes necesarios para el pago de los salarios e indemnizaciones.”

Si el objetivo es “revolver aún más las aguas del río”, hay que reconocer que la Sección 15 de la CTM lo está haciendo muy bien. Concluye su comunicado diciendo que como se ha hecho pública la intención del Gobierno Federal de crear una nueva aerolínea a través de la SEDENA, ellos hacen un llamado para que dicha Secretaría pueda participar como postor en la adquisición de los bienes de Interjet.

En el panorama a corto plazo se vislumbran varias aerolíneas, aunque en honor a la verdad, por ahora sólo Aeromar está operando. Si todas las buenas intenciones prosperaran., en el horizonte tenemos la chartera, la nueva Cooperativa Aviación Mexicana” que se encuentra esperando el espaldarazo del Gobierno Federal; ¿Quién mejor que ellos para invertir? La verdad es que siguen buscando un inversionista.

Hoy está en boca de todos la intención de tener una aerolínea estatal. Hay que hablar de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM). A ellos tampoco se les ha dado ninguna solución, y ya pusieron en la mesa un plan de arranque de la aerolínea haciendo usufructo de los bienes con los que todavía cuenta Mexicana de Aviación, así como de las rutas y los slots.

Aquí también levantan la mano los trabajadores de Aeromar, que aunque continúan operando, los adeudos de la empresa para con ellos y con el gobierno siguen subiendo como la espuma. Ellos también han propuesto un plan de negocios tripartita, donde los trabajadores, junto con el gobierno y un empresario inviertan en la aerolínea, ya que a diferencia de los casos antes mencionados, Aeromar sí se encuentra con operaciones aeronáuticas actualmente.

El gobierno hoy puede darse el lujo de elegir entre varias propuestas, si es que de verdad hay intención de solucionar el entuerto. Sobre su mesa están diversas propuestas: la de los jubilados de la AJTEAM, la de los cooperativistas de “Aviación Mexicana”, la opción tripartita que plantea ASPA para rescatar Aeromar, y la más reciente a cargo de la Sección 15 ofreciendo los bienes de Interjet a la SEDENA para arrancar la “nueva aerolínea del gobierno”.

Ya tenemos el río revuelto. Ya tenemos a los peces. ¿Quiénes son los pescadores, lo que siempre salen ganando? Estamos en medio de una degradación a Categoría 2, y sin una política seria en materia aeronáutica, con un charrismo descarado en los sindicatos aeronáuticos.

Es un “berenjenal”, y no veo por dónde se pueda tener una solución a corto plazo, y sobre todo, que cumpla con el sector que para mí, siempre es el más importante de todos: los trabajadores de este país, que están en la más profunda orfandad. No me desanima el “río revuelto”; al contrario, me obliga a estar más atenta a los detalles. Por ello no dejaré de exigir justicia, y la implementación de una verdadera política aeronáutica.