Me preguntan unos amigos sobre los segundos pisos en la CDMX. Ayudan un tiempo y después de tiempo el tráfico sigue.

El viaducto elevado planeado desde Gonzalitos hasta el aeropuerto puede tener sentido, pero no es una obra esencial para disminuir el tráfico. Antes que esto hay que hacer muchísimas adecuaciones que tienen que ir montadas en un plan metropolitano de movilidad que brilla por su ausencia.

Estas obras de metros hasta el aeropuerto, de vías rápidas al aeropuerto, tienen un tono para tener todo antes del mundial del 2026 donde solo tendremos 3 míseros partidos de selecciones que no sabemos si serán atractivas para las personas de la ciudad y para que personas de otras ciudades vengan a verlos.

Si algún alcalde de la zona metropolitana de Monterrey dijo alguna vez que en “el bacheo está el ganeo” como estarán las cosas en la construcción de obras que no son tan necesarias como otras.

Antes que hacer esta vía rápida al aeropuerto, deberían de hacer un estudio para hacer algo en la carretera nacional, en Gonzalitos, en Constitución y en la misma Morones Prieto que es un suplicio al transitarla.

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Entiendo que al gobernador García le encantan las obras rimbombantes de esas donde puede decir que es algo que nadie había hecho. Durante la entrega de los carriles exprés reparados de Morones Prieto dijo que las obras de reparación del par vial habían tomado solo dos meses a diferencia de las del huracán Alex.

Habría que tomar en cuenta que el Alex fue un huracán categoría 2 y lo que paso este verano solo fue una tormenta tropical, tanto que pocos se acuerdan de su nombre.

Ahora veremos que el gobernador dirá que este segundo piso es el segundo piso más grande de algún lugar y que se construyó en tiempo récord.

¿Pero cuál es la prisa, Acelerino? Dirían los Polivoces. La prisa es que el 29 de septiembre es el último día de funciones del actual alcalde con licencia de Monterrey, Luis Donaldo Colosio y que a partir del 1 de octubre entrará un alcalde de un partido diferente al del gobernador, quien seguramente cuestionará el motivo y la utilidad de la obra y porque no se aplican esos recursos en otro lado.

¿Será que este paso elevado se convertirá en la primera negociación que tendría que hacer Samuel García con el alcalde electo y confirmado por el TEENL, Adrián de la Garza?

Pues parece que buscaran hacer algunos agujeros antes de que llegue Adrián a preguntar sobre la obra.

Esperemos que la obra del gobernador tenga un sustento técnico real y convincente para que se realice y que no solo sea un capricho.

¡Animo!