Dos de los problemas más graves que observamos en la contratación de los llamados “seguros de gastos médicos mayores” es que los precios aumentan considerablemente conforme el asegurado envejece. A partir de los sesenta años y sin importar los años de antigüedad pagados, el costo de un seguro médico incrementa de tal manera que, para gran parte de la población, se vuelve impagable.
Así, una vez que brincas los sesenta años, la póliza del seguro puede aumentar hasta ¡el doble! cada año. Esto coincide con la edad en la que eres menos productivo y más enfermedades tienes. Desafortunadamente esto no es una desagradable coincidencia, sino una estrategia de las compañías para dejar de tener clientes más viejos y enfermos que les cuestan más.
Eso explica por otro lado, que el sistema de salud público esté sobrecargado con adultos mayores que durante toda su vida no asistieron a éste pero que se ven obligados a regresar a él por los costos de los seguros privados.
Actualmente, sin importar que las personas hayan pagado por décadas su seguro, pierden los derechos que fueron acumulando en razón de su antigüedad en el servicio. Además, a diferencia de los seguros de vida, no existen seguros de gastos médicos de largo plazo, con primas niveladas, que protejan al asegurado de estos incrementos siempre que permanezca con la misma compañía. Esto es injusto, ¿por qué las aseguradoras no hacen un estudio actuarial de sus asegurados para que éstos puedan permanecer ahí?
Un seguro de gastos médicos mayores no es capricho, sino que es esencial pues ayuda a proteger nuestro patrimonio en caso de que nosotros o algún familiar contraiga una enfermedad grave que implique un costo altísimo e imposible de pagar.
Por eso, ante el Congreso local impulsé una iniciativa que tiene como objetivo congelar el precio de las primas de los seguros y gastos médicos mayores cuando el asegurado haya renovado el contrato respectivo por más de veinte años, y cuando el asegurado tenga más de 60 años de edad, incrementando sólo conforme a la inflación. También incluí que las Instituciones de Seguros determinen sobre bases técnicas, las primas netas de riesgo garantizando el cumplimiento de las obligaciones señaladas en la Ley sobre el Contrato de Seguro.
La iniciativa no tiene como finalidad dañar a las aseguradoras privadas, sino garantizar seguros justos y accesibles para la población que aún cuando por años pagó su servicio, deja de hacerlo conforme entran a una edad no productiva.
Ésta tiene la posibilidad de tener repercusiones más allá de Nuevo León. Al ser ámbito federal, si la iniciativa es aprobada será enviada al Congreso federal donde tiene más posibilidades si es validada por un Congreso local. Lo que aquí votemos podría ser un poderoso referente para las y los mexicanos. Ojalá estemos a la altura.
Waldo Fernández en Twitter: @FdzWaldo