Bien lo dijo el coordinador de los senadores de Morena en la Cámara Alta, que hizo hincapié en la intensidad que vivirá el epicentro legislativo donde se discutirá, analizará y si la lógica se impone, se aprobará la minuta que modifica la constitución en materia de Seguridad, no sin antes atestiguar cómo se tiene previsto, un curso natural que se desahogará desde las comisiones a las que fue turnado el dictamen hasta llegar al pleno.
Para comprender la naturaleza hay exigencia de tener mayoría calificada, por lo que surge la necesidad de buscar los votos necesarios para su aprobación. Ese es justamente el punto más importante de este proyecto; si los números no alcanzan el requisito, la minuta regresará básicamente cómo llegó. Sin embargo, la minuta ha adquirido mucha relevancia, por lo que representa redoblar los trabajos de cabildeo y negociación con los grupos de oposición para intentar alcanzar el porcentaje idóneo para avalarla.
Respecto a la esencia por ser una modificación al marco constitucional, se están cuidando mucho las tareas para tratar de explicar el escenario que actualmente se vive. Morena y aliados no tienen los votos suficientes para aprobar la minuta y tienen que adaptarse a la determinación que tomen los Senadores de oposición que son indispensables, al menos hablamos de 10 o 11 votos para resolver el desafío.
Algo complejo, pero no imposible cuando revisamos el curso que ha vivido el Senado de la República en cuatro años de ejercicio legislativo. Dicen los que saben que, sí hay algún punto donde se antepone el diálogo y el respeto, es precisamente la Cámara Alta porque ha entregado buenas cuentas, sobre todo el coordinador de la fracción de Morena que es eficaz en este tipo de coyunturas políticas en las que ha contribuido a convencer a los representantes de las fracciones en prácticamente todas las iniciativas, muchas de ellas han concluido en consenso.
Es, en términos políticos, una interlocución infalible en cualquier escenario en que -el Senador Ricardo Monreal- ha hecho posible lo imposible cuando las tareas han quedado en sus manos.
A pesar de que hay una postura distinta a la de la Cámara de diputados, me parece que hay condiciones para que se avale el proyecto en estos días más allá de que encuentren resistencias. De hecho, será determinante el papel que realice Ricardo Monreal para encontrar un acuerdo con quienes encabezan las fuerzas de oposición porque todos reconocen sus dotes de habilidad que ha puesto a prueba una y otra vez por medio de un diálogo constructivo.
Hoy, pese a que el escenario se torna complejo, muy probablemente salga adelante no sólo porque es factible por el desempeño que se ha tenido desde el Senado, sino debido a que el proyecto proviene del propio PRI. Después de todo, los legisladores de Revolucionario Institucional deben asumir una colaboración de la propia agenda legislativa considerando que, en un futuro, esto puede ser el punto de quiebre interno en las propias estructuras del PRI, qué lo que menos necesita es más división en aras de construir perfiles para las contiendas del 2023 donde se juegan dos bastiones importantes como Coahuila y Estado de México.
Finalmente, estos tres días serán muy intensos y pueden traducirse en resultados positivos pues se calcula que, para el miércoles, pase al pleno ya con los votos seguros luego de una estrategia minuciosa en un universo donde se ha sacado adelante todas las propuestas presidenciales a las que Morena y su coordinador de la fracción, han empujado con fuerza y convicción a la que se suma al llamado de la Cuarta Transformación, para conducir las tareas que han dado equilibrio y estabilidad al país.