Definición de mamón —cito a la pagina de internet de la Real Academia Española—: “1. Que todavía está mamando. 2. Que mama mucho, o más tiempo del regular. 3. Persona aprovechada, indeseable, estúpida o informal”.

No es mi intención ofender a don Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA para México y Estados Unidos. Pero, por favor, que no mame. Él es un tipo preparado —los conocimientos técnicos, desgraciadamente, no convierten a nadie, en automático, en persona sensata—. Reproduzco su currículo, tomado del sitio oficial de BBVA:

  • Carlos Serrano es economista en jefe de BBVA en México.
  • Supervisa un equipo de economistas que realizan trabajos sobre economía, mercados financieros y regulación.
  • También es miembro de los comités de activos y pasivos y de regulación.
  • Cuenta con maestría y doctorado por la Universidad de California en Berkeley, donde se especializó en macroeconomía, finanzas internacionales y organización industrial.
  • Obtuvo la licenciatura en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM.
  • En 2000 fue galardonado con el Premio Nacional de Investigación Económica, que otorga anualmente el Banco Nacional de México.
  • Antes de incorporarse a BBVA, fue vicepresidente ejecutivo de política regulatoria en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México, donde estuvo a cargo del diseño de la regulación para bancos, mercados de valores y derivados, casas de bolsa y fondos de inversión.
  • Fue representante de México ante los comités de Basilea e IOSCO —para quienes no lo sepan, informaré que IOSCO es una asociación de comisiones de valores con sede en Madrid, España y nombre en inglés, International Organization of Securities Commissions, lo que definitivamente considero un gesto de mala educación—.
  • También trabajó en el Banco Mundial donde fue, entre otros cargos, Economista de País para Perú, Paraguay y Bolivia.
  • Ha sido profesor de macroeconomía avanzada y finanzas en el ITAM.

El caso es que don Carlos Serrano dio una conferencia en Monterrey. Dijo que México podría perder su grado de inversión —lo que sigue lo tomé del diario Reforma—:

  • “Cuando se pierde el grado de inversión, por regla muchos de los grandes fondos institucionales del mundo no pueden asumir riesgos y eso implicaría una mayor salida de flujo extranjero y eso depreciaría más el tipo de cambio”.
  • “Creo que los mercados están esperando qué políticas seguirá la próxima administración y si hace algo para detener el deterioro fiscal, particularmente el de Pemex”.
  • El tipo de cambio se va a depreciar todavía más a la mitad del siguiente sexenio.
  • “Creo que la apuesta por la refinación ha sido equivocada y ha sido en gran medida por la cual Pemex necesita apoyo”.
  • “El costo de construir la refinería (Dos Bocas), según sabemos hasta el momento, ha sido de 18 mil millones de dólares y todavía no refina ni una gota de petróleo”.
  • Es más barato importar gasolina e invertir en almacenamiento.
  • La reforma al poder judicial causa incertidumbre en la inversión.

Se entiende que un intelectual como Jorge Castañeda identificado con la oposición genere con sus artículos alarma —o intente generarla—, como lo hizo ayer en Nexos. Inclusive resulta aceptable que los pronósticos pesimistas los realicen economistas universitarios —que, al menos formalmente, no están comprometidos con factores reales de poder—.

Pero no es correcto que el economista en jefe del banco más grande de México, BBVA, sea quien se dedique a sembrar pánico acerca de un desastre financiero para México que no ha ocurrido y que, si se atiende —y se atenderá, no hay la menor duda—, no ocurrirá.

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Hay un proverbio famoso: “No hables mal de tu camello, porque un día lo tendrás que vender”. Atenta contra los propios intereses de BBVA que su economista principal se sume a la campaña contra México motivada por consideraciones ideológicas y políticas.

El economista de BBVA, Carlos Serrano, no pude ignorar que de ninguna manera habla a título personal, sino que representa al banco. Si se tratara solo de su opinión, no importaría: sería solo la de otro economista del ITAM que votó por la fallida Xóchitl Gálvez.

Lo que diga el economista en jefe de BBVA tiene peso porque trabaja en BBVA. Me pregunto en qué ayuda a ese banco que su funcionario supuestamente experto en temas económicos participe en el nado sincronizado de la derecha mexicana diseñado y ejecutado para complicar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Así que no está de más pedirle a tan distinguido economista en jefe que no mame. Pero si no hay forma de que evite mamar, entonces que al menos no le dé de topes a las chiches que lo mantienen, las de BBVA.