El debate y las discusiones continúan en medios electrónicos y en diferentes foros sobre el documento denominado: “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, versión preliminar (1), redactado por el personal técnico de la Dirección General de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que contiene la propuesta de reorientación curricular del actual gobierno federal.
En esta oportunidad comparto tres breves reflexiones (y preguntas) sobre los contextos en que se lleva a cabo la deliberación pública en torno a la propuesta curricular que circuló por internet; comentarios que a su vez tienen que ver con el clima de la conversación social que se ha observado durante las últimas semanas.
1) Primero, una pregunta: ¿A qué se debe el protagonismo del director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga por todo el país? ¿Se está “placeando” con algún objetivo o con alguna intencionalidad políticas? ¿Dónde están las/los funcionarios de la Subsecretaría de Educación Básica; y de la dirección de Desarrollo Curricular al celebrarse las Asambleas? ¿Cuál es o en dónde recae la autoría intelectual de los documentos divulgados por las redes sociales?
2) Es evidente que la deliberación pública sobre los fines de la educación y el rediseño curricular (proyecto educativo de base), se deben de colocar antes que el rediseño de libros de texto (recursos didácticos). ¿Por qué la SEP lo hizo al revés? La anterior es una pregunta dirigida a las altas autoridades de la SEP. Volvemos a la analogía que he empleado en la puesta en operación de la Reforma Educativa: ¿Se pusieron las carretas por delante y los caballos atrás?
Una pregunta más al respecto: Si realmente buscan legitimar el rediseño anticipado de libros de texto “gratuitos”, ¿El doctor Marx Arriaga, la maestra Delfina Gómez y la directora de Desarrollo Curricular, tendrían que reconocer que se equivocaron al invertir los procesos?
Por otra parte, observo que, en las Asambleas, los libros de texto gratuitos aparecen, en el discurso oficial de las autoridades estatales (no tanto en las federales), como lo más importante, cuando éstos son un aspecto particular del proceso de reconstrucción curricular; por lo tanto, no se reconoce el replanteamiento curricular (SEP, 2022), que es el esquema más general, más relevante.
Escuché las palabras inaugurales, ayer, en la “asamblea” sobre la reforma curricular, en Querétaro, (a la cual también llamaron “Consejo Técnico Extraordinario”). Me refiero específicamente a la participación de las autoridades educativas estatales (USEBEQ), que se refieren sólo a la renovación de los libros de texto para la educación básica sin mencionar o contextualizar en torno al tema de la reorientación curricular.
Es claro, entonces, que no se reconoce la importancia del replanteamiento curricular. Se nota que hay falta de actualización en el manejo de los conceptos y los términos más generales de la propuesta curricular. Esta carencia se muestra también en el discurso de la dirigencia sindical (Sección 24 del SNTE).
3) Acabo de escuchar a una maestra que plantea la revisión de los “verbos de los aprendizajes” sugeridos, porque están “muy sueltos y no sirven para evaluar (logro)”, en el documento “marco curricular y anexos” (SEP, 2022). ¿Propone regresar al esquema de la taxonomía de Bloom? ¿En serio?
Y si así están las cosas en todo el territorio educativo nacional, uno de los retos será la actualización (movida por la discusión y la reflexión colectivas) sobre modelos curriculares y enfoques críticos en procesos de enseñanza y aprendizajes escolares.
Seguramente esos temas de agenda se convertirán –si el diagnóstico es certero-en prioridades nacionales, sobre todo para autoridades educativas, mandos medios, directivos escolares, líderes sindicales y docentes.
Eso es lo que, por el momento, observo en muchas de las participaciones recientes en las Asambleas convocadas por la SEP, para revisar la nueva propuesta curricular 2022.
Fuente consultada:
(1) SEP (2022) “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, Subsecretaría de Educación Básica. Dirección General de Desarrollo Curricular. México.
Juan Carlos Miranda Arroyo en Twitter: @jcma23
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