Ayer lamentamos la muerte de otro comunicador: Luis Enrique Ramírez, en Sinaloa.
Hoy nos enteramos con asombro y con coraje que una periodista más, Mar Morales, de Veracruz —exeditora de SDPNoticias—, está siendo amenazada y coartada en su libertad de expresión por la señora alcaldesa del puerto, Patricia Lobeira Rodríguez, esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del ex gobernador panista del mismo nombre.
El miedo ante el hostigamiento en el ejercicio de su profesión, misma que lleva a cabo desde hace más de 30 años, la llevó a pedir ayuda de las autoridades estatales, ante las que denunció las amenazas y el acoso.
Esto es lo que nos narra:
√ “Desde el pasado mes de mayo, cuando comenzaron las campañas para ganar la alcaldía municipal, seguí muy de cerca la campaña del candidato morenista, Ricardo Exsome, pues no es un secreto que siempre he simpatizado con la izquierda, además de ver las condiciones precarias e insalubres que vivimos los habitantes de este, el puerto más importante de México, que tomados por décadas por la familia Yunes, han sido objeto de la corrupción y de la inmoralidad de estas personas y por ello, como miles de ciudadanos jarochos, estaba en contra de que continuaran en el poder”.
√ “Urgía un cambio, y la permanencia en la presidencia municipal de estos personajes me parecía un caos ya que inevitablemente nos llevaría a la ruina como ciudad”.
√ “Mis publicaciones, desde ese momento, denunciaban lo que muchos sabían y casi todos callaban: contratos inmorales, bañados de sangre y corrupción, todo en contra del bien común”.
√ “Como todos sabemos, la elección se perdió. Pese a que se denunció lo grave que podría ser que alguien del llamado clan Yunes permaneciera en el poder y no obstante que por la vía legal se quitó la candidatura al hijo del ex gobernador, se impuso en la campaña a su actual esposa, la señora Patricia Lobeira, a quien pese a la impugnación que presentaron los partidos de oposición, el tribunal le ratificó el triunfo”.
√ “No tardó en llegar al poder cuando empezó para mí el infierno: mensajes anónimos obscenos, acusaciones de ser delincuente, acoso a la familia con fotografías que yo sabía habían sido tomadas de mi teléfono celular, entre otras cosas aberrantes que no solo me quitaron el sueño, me han llevado al hospital con crisis de nervios por temer ser agredida en mi integridad”.
√ “Fue en febrero cuando recibí un mail por parte el OPLE Veracruz, donde la señora alcaldesa me acusaba de estarla violentando y decía ser víctima de violencia política en razón de género por parte mía, solicitando que eliminara de mi sitio de noticias, Desde La Parroquia, notas en las que se hablaba de su mal desempeño”.
√ “Sin darle mayor importancia al asunto, las eliminé y pensé que el asunto quedaría ahí”.
√ “Sin embargo, al ser miembro de una sociedad civil donde hacemos labor altruista en comunidades rurales de esta ciudad y municipios cercanos donde nadie llega, siempre muestro en mis textos lo que hace falta, y demuestro que los millones que se usan (o se dicen usar) en el presupuesto no van a donde deben ir y tenemos problemas serios de inseguridad, de bacheo, de limpieza pública”.
√ “Esto molesta y por supuesto me quieren callar”.
√ “Ayer mismo, tras ser notificada para asistir a una audiencia virtual con el OPLE, se me informó que mi número celular está intervenido a petición de la alcaldesa, quien además exigió saber mi domicilio, mis datos biométricos, tener acceso a mi INE, mi CURP, mi proveedor de servicios de internet, si mi celular era de prepago o de renta mensual… un espionaje de locura”.
√ “Escandalizada y aterrorizada, pues supuse que los mensajes obscenos podrían venir por encargo, y sintiéndome violentada en mi intimidad y vida personal, acudí a la fiscalía a denunciar y pedir protección”.
√ “Solo soy una mujer de trabajo,¿cuál es el motivo para tener acceso a toda mi vida? ¿Saben el miedo que me da saberme vigilada sin haberle hecho daño a nadie?”.
√ “No quiero ser parte de una terrible estadística de compañeros asesinados. No deseo tampoco dejar de ejercer mi profesión. Lo que sí quiero que se sepa es lo que está ocurriendo y hago un llamado respetuoso a las autoridades para que se tomen cartas en el asunto, pues vivir con miedo no es opción en un país de libertades”.
Hasta ahí la denuncia de Mar Morales. Ojalá las autoridades veracruzanas la protejan. Mi solidaridad está con ella.