Todos los caminos nos llevan a la misma dirección. Si tomamos en cuenta o consideramos el clima electoral que se vive, indudablemente Claudia ha demostrado más poder de convocatoria en cada uno de sus actos públicos. Por otro lado, el tema de las encuestas sigue —sin moverse un centímetro— prácticamente igual de favorable para Sheinbaum, inclusive su ventaja ha crecido en los últimos días. En ese sentido, destaca la distancia imponente que ha ido acumulando a su favor. Y no solamente tomó la delantera en el arranque de las actividades proselitistas, sino también ha marcado agenda en cada una de sus presentaciones.
Hay, ya lo dijimos, una distancia abismal que separa a una candidata de otra. Además de ello, son dos plataformas totalmente distintas. La de Sheinbaum —con su propio estilo— será la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación. De hecho, Claudia ofrece profundizar las políticas públicas que, hasta este momento, son un elemento que ha revolucionado el desarrollo del país. Por ese motivo, cada vez la población sigue mostrándole su respaldo a la coalición “Seguimos Haciendo Historia”. Inclusive, en cualquier escenario metodológico, Morena se muestra dominante o, mejor dicho, con una intención del voto masiva que, de acuerdo algunas encuestas, alcanzaría más de treinta millones de votos.
Numerosas metodologías concluyen el mismo escenario y porcentaje a estas alturas. SDP Noticias, con una de ponderaciones más exactas, ha mostrado datos muy interesantes en torno al paso imponente de Claudia. De igual manera, El País, medio internacional de noticias, le da una ventaja a Sheinbaum de casi treinta puntos. De la misma forma, GEA-ISA, en su última investigación, muestra cómo se ha disparado el apoyo a la candidata de Morena. Este mismo fenómeno —está comprobado— se da en todas las instituciones que, durante este periodo, han medido el pulso de la población.
Con este paso, indudablemente, Claudia Sheinbaum se perfila a conquistar la elección presidencial. Es más, ni siquiera la guerra sucia ha mermado el clima positivo que se vive en pleno proceso electoral. En cambio, Xóchitl sigue mostrando el pobre nivel con el que transita. Ella, sabemos, está esperanzada a que ocurra un milagro y, de paso, poder ganar el esquema de debates que se llevarán a cabo. Sí Gálvez no ha sido capaz de concretar una sola propuesta, menos será competitiva en un intercambio de ideas ante los reflectores. De hecho, nadie duda de lo mucho que habla Xóchitl. El problema de ello es que, para efectos políticos, no sabe hilvanar una idea. Inclusive, está probado que tiene que apoyarse en algunos mecanismos —que por supuesto ella no los elabora— para poder hablar ante el público.
Siendo así, Claudia Sheinbaum no tendrá mayor problema en imponerse a cada uno de los debates, pues es claro lo que sucederá. Mientras la abanderada de la izquierda pondrá sobre la mesa propuestas para seguir profundizando las políticas públicas del país, Gálvez se lanzará con ataques pues, en lo que va de estas dos semanas, es lo único que ha hecho. En palabras más sencillas, la candidata del Frente está obsesionada con utilizar un lenguaje soez y hasta cierto punto vulgar, para intentar persuadir a los votantes. Empero, eso no le ha funcionado ni mucho menos le funcionará. De manera paradójica la hostilidad ha hecho que la derecha se hunda más. Eso es, ni más ni menos, un efecto semejante a lo que pasó en 2018.
La única consecuencia que provoca la guerra sucia sistemática de la derecha, por tanto, es que Sheinbaum se afiance más con el pueblo de México. Después de dos semanas de trabajo territorial, Claudia sigue en aras de alcanzar la victoria el próximo dos de junio. Con esa perspectiva, queda claro, el lopezobradorismo seguirá gobernando el territorio nacional. Inclusive, los medios internacionales, entre ellos el The New York Times, concluyen en la misma concepción.
Son más de treinta puntos de ventaja a favor de la causa del lopezobradorismo que, a estas alturas, es imposible superar con el ritmo de la contienda y, por supuesto, lo que significa tener al pueblo de México del lado correcto de la historia. Así que, con ello, Sheinbaum será la próxima presidenta constitucional. De hecho, la población civil no quiere, por ningún motivo, que regrese el anacronismo que representa el Frente Amplio por México. Si revisamos algunos datos, el partido que más detesta la sociedad, es el PRI.
Por esa sencilla razón, hay una gran diferencia de proyectos de nación. El de Morena, desde luego, representa la continuidad, incluyente, humanista y progresista en todos los sentidos. Por eso Claudia tendrá el apoyo masivo de los votantes el próximo dos de junio, de acuerdo con las encuestas son treinta puntos de ventaja que, en términos reales, constituyen más de treinta millones de votos a su favor. Eso significa que, además de concretar el triunfo, seguirá haciendo historia.