Por más que intenta imitar a AMLO, a Sheinbaum parece que ni salen las cosas. Lleva más de un año entre errores, una serie de eventos desafortunados que ponen a Morena en entredicho, lo que no es cosa menor, ya que la CDMX es el principal bastión político electoral del presidente y de su partido.

Línea 12

Haciendo a un lado el asunto de su exesposo Carlos Imaz, captado recibiendo dinero de Carlos Ahumada para la campaña de 2006 de AMLO, el colapso del colegio Rébsamen o que las becas del gobierno han servido para mantener a su hija en el extranjero; Claudia tiene sus propios problemas, digamos que todo empezó hace un año, con el colapso de la Línea 12 del Metro, la llamada Línea Dorada, y que sería para Morena un punto de referencia y lo es, pero no en el sentido que ellos pretendían, la tragedia dejó 26 personas fallecidas y decenas de heridos.

Pérdidas electorales

Poco después vinieron las elecciones y Morena perdió la mitad de las alcaldías y de diputaciones federales, un golpe brutal contra la imagen del presidente, Morena y su consentida. Esta situación se repitió durante el capricho de AMLO de la revocación de mandato, por más acarreados que llevaron, la ratificación de AMLO en la CDMX fue un reverendo fracaso.

No levanta, ¿de verdad se la creyó?

Al cumplirse un año de la tragedia de la Línea 12, el problema ha crecido, los deudos exigen atención de una autoridad que no ha sabido responder al nivel de lo ocurrido y a la fecha ni siquiera se ha responsabilizado a alguien de los hechos.

El 24 de junio del año pasado AMLO prometió que a más tardar en un año se concluiría la rehabilitación de la Línea 12: “Yo ya puedo decirle a la gente de Tláhuac y a la gente de Iztapalapa y de Chalco, los que utilizan este sistema de transporte, que a más tardar en un año está funcionando de nuevo la Línea, con toda la seguridad y es mi palabra”. Pero no hay para cuando vuelva a funcionar con la seguridad que se requiere. AMLO falló y su palabra se devaluó.

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Por su parte, dos días después de la tragedia, Sheinbaum informó que contrató a la empresa noruega DNV para realizar un peritaje, dijo que la empresa era una certificadora independiente con más de 150 años de experiencia, especialista en administración de riesgos, análisis forense y análisis causa-raíz de fallas catastróficas en instalaciones estratégicas. Pero todo se le regresó como un bumerang.

En junio de 2021, un peritaje preliminar DNV arrojó que el colapso fue provocado por una falla estructural asociada con al menos seis deficiencias en el proceso de construcción de la obra. Para septiembre de 2021, la empresa noruega presentó el dictamen técnico final sobre el accidente en la Línea 12, en el resumen ejecutivo se señala que el colapso entre las estaciones Los Olivos y Tezonco se debió al pandeo de las vigas por falta de pernos adecuados.

El pasado lunes 2 de mayo, al cumplirse un año de la tragedia, DNV entregó el dictamen final, mismo que no fue dado a conocer porque según la jefa de Gobierno no cumplía con los requisitos establecidos en el contrato; además, aseguró que tenía fallas metodológicas y que había un conflicto de interés con la empresa de acuerdo con ciertos indicios que tuvieron lugar durante la presentación del informe final.

La jefa de gobierno calificó el tercer informe de DNV como “falso y tendencioso”, y lo peor es que el secretario general de Gobierno aseguró en una entrevista con Joaquín López Dóriga que no se hará público; la opacidad, ante todo.

A la simulación

Ahora quieren “dorar la píldora” y para eso Sheinbaum anunció que se lanzará una convocatoria para que un grupo de ingenieros realice un nuevo peritaje sobre el colapso de la Línea 12 que sustituya al último reporte entregado por la firma noruega, aunque también advirtió que la Fiscalía General de Justicia (a su cargo) ya estableció claramente “cuáles fueron las causas”.

No habrá imparcialidad

Y, para que no quede duda de que Morena, AMLO y Sheinbaum actúan como juez y parte, la jefa de Gobierno ya prácticamente designó a los ingenieros expertos. Ante un cuestionamiento afirmó que para la revisión está el Comité Técnico Asesor encabezado por los ingenieros en estructuras Sergio Alcocer, Bernardo Gómez y José María Riobóo, los mismos encargados del proyecto de reforzamiento de la Línea 12.

¿Qué se puede esperar de este Comité Técnico con personajes comprometidos con AMLO y Sheinbaum? El caso de José Maria Riobóo, por ejemplo, es el ingeniero al que Sheinbaum, por órdenes de AMLO le asignó la construcción de los segundos pisos y, su esposa, la magistrada de la Corte, Yásmín Esquivel, se encargó de resguardar por seguridad los expedientes de esa obra. Riobóo también fue el encargado del diseño y seguimiento del AIFA que, por cierto, sigue desierto por su inoperancia.

Nuevamente las características del gobierno de AMLO y de Morena vuelven a ser la opacidad, la falta de rendición de cuentas y la corrupción. Algo similar ocurre con el Tren Maya, no dan la cara ante las fallas, el ecocidio y la mala construcción y para tratar de ocultarlo, la maquinaria morenista en el Senado negó un punto de acuerdo por el que se pedía a los responsables de la obra que comparecieran ante la representación popular para dar explicaciones.