Sonora Power

La presidenta Claudia Sheinbaum le cumplió a Sonora en su segunda visita oficial a la entidad, al presentarse en San Luis Río Colorado y Bavispe para iniciar y supervisar obras en desarrollo como el nuevo hospital regional del IMSS en la frontera y la carretera que conectará a la región noreste de la entidad con Chihuahua.

El enfoque de la gira presidencial era desde el inicio visitar la frontera y enviar un mensaje al presidente Donald Trump en términos de que México está listo para los acuerdos, pero también para la eventualidad de la falta de ellos.

Por eso la presidenta reiteró en Rosarito, en Mexicali y en San Luis, que un planteamiento esencial en el formato de la nueva relación es el respeto, a la soberanía, a México y a los mexicanos.

También enfatizó que la estrategia de su gobierno es hacia adentro y que si bien los acuerdos y relaciones comerciales vigentes han resultado favorables, el secreto del éxito actual del país, se sustenta en el fortalecimiento de su mercado interno, el desarrollo de infraestructura que le haga más competitivo y la mejora sustancial a los ingresos de los trabajadores en el país.

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En ese contexto fue muy importante el mensaje que la presidenta mandó desde la frontera, y que fue reforzado desde el Istmo de Tehuantepec con el cruce del primer cargamento de vehículos Hyundai desde Corea del Sur hasta la costa este de los Estados Unidos, usando por primera vez de manera masiva el corredor creado ex profeso.

Es decir, México está listo para los retos que se vienen.

En Bavispe la presidenta dejó claro que no se trata solo de caminos o carreteras, o de proyectos de infraestructura, se trata de construir una nueva dinámica económica para el país a partir de la inversión de recursos públicos en desarrollo, sí, pero también en la creación de empleos que permitan darle mayor dinamismo a la economía.

En el pasado, en la época del llamado desarrollo estabilizador, México aplicó esas fórmulas de manera exitosa, al grado de que llegó a llamarse a este periodo “el milagro mexicano”; esto se hizo en un contexto de economía cerrada y con sustitución de importaciones.

No es el caso ahora, ni México, ni ningún país puede prescindir de la actual apertura al mundo o del intercambio de mercancías, pero si nuestro país logra fortalecer el dinamismo de su economía interna y combinarlo con factores de alta competitividad que hagan irresistible la idea de invertir y desarrollar proyectos de negocios a partir de las ventajas competitivas que tiene el país, se habrá vencido a la amenaza arancelaria.

En pocas palabras, México es competitivo para los proyectos de industria con o sin aranceles, factores como la ubicación, las facilidades logísticas, la capacidad de sus recursos humanos, el costo (por lo menos 8 veces menor) de la mano y mente de obra mexicanos, representan atractivos en sí mismos y si bien el enfoque de un arancel del 25% encarecerá el producto en una parte, los otros factores terminarán por equilibrar el factor de costos.

Claro, la visión de cualquier compañía es optimizar sus resultados y tener los menores costos y la mayor eficiencia. No siempre se pueden tener todos los factores.

México es hoy llamativo sin aranceles, con mano de obra más barata, con experiencia en desarrollo de todo tipo de procesos y con ventajas logísticas.

Pues bien, como factor de equilibrio, pueden aumentar los costos en relación a la política arancelaria y bajarse por el lado de las ventajas competitivas.

Hay además un factor que pocos ven, que es la aparente sobre valoración del peso, que bien puede ser otro de los elementos de equilibrio, pues el valor de mercancías nacionales muy bien puede aceptar el impacto de aranceles, castigando en una medida moderada el valor de nuestra moneda, sin que esto tenga que ser determinante como factor inflacionario hacia el mercado interno.

Los mercados funcionan así, ante un desequilibrio hay una respuesta y no necesariamente se necesita de que el Banco de México rompa la política de libre flotación.

Pero me estoy desviando del tema, la presidenta Sheinbaum cumplió en Sonora y anticipó que vienen otros proyectos y obras, no deja de estar presente el plan de hacer de Guaymas el eje del desarrollo industrial y logístico del noroeste mexicano.

También dio señales políticas claras, hablando de Alfonso Durazo, el gobernador como uno de los pilares de su movimiento y factor de decisiones. Para todos es sabido que el mandatario estatal fue ratificado hace poco como presidente del Consejo Político de Morena hasta el 2027 y que una vez tomadas las decisiones claves para el proceso electoral de ese año (se renovará la Cámara de Diputados y 16 gubernaturas), podrá incorporarse a un cargo de primera línea al lado de la presidenta Sheinbaum.

Dónde quedará Durazo es un misterio, todo dependerá de donde lo necesite la presidenta y de si algunos elementos clave de su gobierno en este momento, se van en busca de algún proyecto político-electoral en sus estados de origen.

Correspondencia a demiandu1@me.com | X: @Demiandu

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