El panorama rumbo a la elección presidencial de 2024 luce cada vez más claro y, a estas alturas, ya es fácil distinguir qué personajes de la Cuarta Transformación están construyendo liderazgos firmes y qué personajes se van alejando de la candidatura presidencial.
Mientras Marcelo Ebrard se encamina a oootro revés político con la Cumbre de las Américas -asista o no AMLO, será recordada la ineficiencia del canciller para destrabar el desencuentro con Biden-, parece que el Antiguo Palacio del Ayuntamiento se está convirtiendo en el epicentro político de Morena.
Un tuit un poco desapercibido del director de Aduanas y aspirante al gobierno del Estado de México, Horacio Duarte, parece confirmar lo que ya muchos sospechaban: Claudia Sheinbaum se está convirtiendo en la líder del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, por encima del ebrardista Mario Delgado y ante la incapacidad para siquiera meter las manos del tercer suspirante presidencial, Ricardo Monreal.
Duarte compartió una foto donde se le ve junto a Sheinbaum y Delfina Gómez e Higinio Martínez, los otros dos posibles candidatos morenistas en la elección del año próximo, y acompañó la imagen con el siguiente texto:
“Una muy agradable y productiva reunión con la jefa Claudia Sheinbaum. Como texcocanos y mexiquenses, la maestra Delfina Gómez, el senador Higinio Martínez y su servidor sostuvimos el compromiso de construir en unidad la transformación del Estado de México en el 2023. ¡Juntos haremos historia!”.
El mensaje es más que claro: Sheinbaum lleva mano para definir quién irá por la joya de la corona el año que entra, y seguramente usará la contienda como entrenamiento para su propia campaña en 2024.
Si bien la mandataria capitalina subrayó recientemente que no dejará su cargo para buscar la dirigencia de Morena, también es obvio que su peso político y décadas de lucha la convirtieron en una líder natural de la izquierda mexicana y, formalmente o no, se está haciendo con el control del movimiento.
Entretanto, Marcelo sigue cargando a todos lados su tablero de ajedrez sin encontrar quién quiera jugarle una partida (ojo aquí, Dante Delgado), y parece que Monreal saldrá en bancarrota de la ruleta electoral tras colocar sus fichas en casilleros impresentables, como el de la alcaldesa Sandra Cuevas.
Para Sheinbaum, en cambio, el escenario luce sencillo: si no comete errores de aquí a que entregue la administración capitalina y trabaja un poco en su imagen pública, pronto será la mandamás de la 4T y mudará su oficina del lado sur al lado este de Plaza de la Constitución.