Sonora Power por Demian Duarte
Garantizar una sucesión ordenada, que permita además alcanzar el ideal de la continuidad en el proyecto de la Cuarta Transformación, que planteó hace unas semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador como su principal anhelo hacia el futuro, pasa por la necesidad de que se diseñen y se definan alianzas.
Por eso no es algo fuera de lo común que el gobernador Alfonso Durazo Montaño haya invitado a la jefa de gobierno de la Ciudad de México a Sonora, la haya arropado y literalmente haya manifestado que es tiempo, de que México tenga una mujer presidenta, lo que naturalmente ya fue interpretado como la adhesión del gobernador del estado norteño a la causa de Claudia Sheinbaum Pardo.
El enfoque es interesante, pues muchos interpretaron que Durazo se habría sumado a la causa de Adán Augusto López Hernández, el secretario de gobernación y tercero en discordia en la carrera por la sucesión presidencial, solo porque dijo que el alto funcionario tiene mucho más futuro que presente, mientras que de Marcelo Ebrard, el tercero en discordia, no dice ni pio.
No es novedad que Durazo y Marcelo estén en equipos contrarios y en proyectos políticos divergentes esto ocurrió cuando el primero era secretario particular de Luis Donaldo Colosio y Ebrard estaba en el equipo de Manuel Camacho en los tiempos ya lejanos de 1994, donde paradójicamente acabó por ser el ungido Ernesto Zedillo, tras el trágico asesinato del candidato presidencial sonorense.
Eso pasó hace 28 años, pero las pasiones siguen a flor de piel, Ebrard y su equipo organizaron un acto similar al de Sheinbaum y Adán Augusto por allá en mayo en Sonora y acabaron cancelando, en cambio tanto la jefa de gobierno como el secretario de gobernación sostuvieron sus encuentros en actos organizados por el gobierno de Sonora, a los que además todos los liderazgos y factores de poder político en la 4T sonorense estuvieron presentes.
En política no hay casualidades, y esta circunstancia habla por sí sola. El hecho es que hay una alianza en el eje Sheinbaum-Adán Augusto-Durazo en busca de garantizar la sucesión pacifica, evitar que Morena se balcanice y de paso asegurarse de que haya continuidad en el proyecto del presidente.
Para nadie es un secreto que Claudia Sheinbaum es la favorita de López Obrador, su ahijada política y su incondicional, y aunque en su visita la jefa de gobierno manifestó a Durazo que el verdadero favorito del presidente es él, queda claro que ella es la elegida para competir para el 2024.
El papel de Adán Augusto en esa lógica dista mucho se ser un rol secundario, en todo caso el tabasqueño es el Plan B, en caso de que la definición de la candidatura de Claudia se complique, pues hay que tener claro que una definición de esta índole a 18 meses de los tiempos político-partidistas y a 22 meses de la elección, traerá complicaciones y hará que todos los opositores se le lancen contra Sheinbaum.
El de Durazo es ejercer el liderazgo que de hecho tiene sobre los gobernadores morenistas y hacer de Sonora una cabeza de playa en la región norte, a la que se le dificulta a la izquierda tener llegada, aunque los resultados del 2021 parezcan decir lo contrario.
Es el triunvirato que busca suceder a López Obrador, a partir del entendimiento de que el presidente es una figura insustituible, pero que deberá ser relevado sí o sí en el 2024.
Vamos, tan pronto como este lunes, la senadora Lilly Téllez volvió a anotarse en la contienda y se lanzó contra la puntera en la contienda, pero además tuvo el atrevimiento de decir que la invitada de Durazo, no es querida en Sonora.
“No es querida en mi Sonora querida, México merece una mujer, pero una mujer de bien…”, manifestó sugiriendo que ella es en todo caso la indicada, declaraciones que no dejan de ser paradójicas, siendo que la pretendida senadora por Sonora dio la espalda a sus electores y no ha sido capaz de regresar a su tierra ante el rechazo de los ciudadanos que votaron por ella en 2024.
No obstante volvió a apuntarse en la contienda y en la plenaria de los legisladores del PAN dijo:
“Estoy convencida de que le puedo ganar a Claudia Sheinbaum, porque ella tiene todo el dinero del gobierno federal, el apoyo del hombre que tiene vocación de cantinero para destaparla y tiene un escaparate y un escenario en el que se promueve a diario.
“Yo no tengo campaña, yo no pongo un cinco y aún así soy competitiva frente a Claudia Sheinbaum”.
No es desaforado que la legisladora, que hace las veces de ariete de la reacción y del PAN contra todo lo que huele a 4T se le haya ido a la yugular a Sheinbaum.
En coincidencia con la visita y respaldo a Claudia Sheinbaum a Sonora, este lunes aparece en el diario español El País, una encuesta que es devastadora en toda su extensión pues describe un escenario con intención de voto de 55 puntos para Morena, frente a 22 del PAN y 14 del PRI, con una jefa de gobierno que es la amplia favorita, ya que le saca 12 puntos a Ebrard en la interna y hasta 28 puntos a su eventual principal contendiente, en este momento Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey.
Es decir la misión de Lilly Téllez es subirse al ring y buscar que Sheinbaum caiga en sus provocaciones, algo que en la rueda de prensa que ofreció en Hermosillo intentaron hacer algunos reporteros.
Hoy en día todo indica que Claudia Sheinbaum va en caballo de hacienda para ser presidenta, sin embargo todo puede suceder en 22 meses, por eso el plan sucesorio está en marcha y la agenda pasa por Sonora.